El trabajo bien hecho, el rigor profesional y la dedicación total a nuestros clientes”.

Marcelo Armas, PPU Legal, respecto a la “fórmula” del estudio para posicionar a sus abogados.

Algo tiene el estudio PPU Legal (Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría) que se está transformando en el semillero de fiscales y subfiscales de la Fiscalía Nacional Económica (FNE). Pocos repararon en diciembre pasado que en reemplazo de Felipe Irarrázabal, fiscal durante ocho años y antes también socio de Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner (hoy PPU), finalmente le dejó la banda a Ricardo Riesco, otro ex socio del mismo estudio entre los años 2008 y 2017, que fue elegido por el gobierno a través del sistema de Alta Dirección Pública (ADP).

Para completar el cuadro, este lunes el abogado Felipe Cerda asumió oficialmente como segundo de abordo (subfiscal) y aunque ya lleva casi cinco años en la FNE —en 2014 se integró al área de fusiones y desde el año siguiente asumió como jefe de esa unidad— también vino de las oficinas de PPU, donde trabajó entre los años 2006 y 2014. Así, fiscal y subfiscal provienen del mismo estudio, en donde coincidieron a partir de 2008 y hasta que Cerda emigró a la fiscalía en 2014.

“La verdad es que creemos que no es una coincidencia. Philippi antes y PPU ahora siempre ha mantenido fuertes relaciones con el sector público, asesorando en innumerables oportunidades al Estado de Chile tanto en materias transaccionales como litigiosas. Es una tradición de la cual estamos muy orgullosos”, responde Marcelo Armas, Co-Chair de PPU Legal.

Es más, dice que actualmente también hay otra ex asociada del estudio, Pascale Fouillioux, que trabaja en la División Anticarteles de la Fiscalía.

La fórmula secreta

La pregunta que surge de inmediato es qué tiene PPU, que no tengan otros estudios que se dedican a estas materias —como Carey, Ferrada Nehme, Bulnes, Barros Errázuriz, Cariola y Claro— para atraer las miradas de los reclutadores de ADP. Y ahí, Armas describe varias fortalezas. “El rigor en el ejercicio y estudio del derecho de la competencia, el acompañamiento permanente a sus clientes y las buenas relaciones que mantiene tanto a nivel académico como profesional con los distintos actores del sistema de libre competencia del país son elementos que la caracterizan. Creemos que esa precisamente es la “fórmula”, el trabajo bien hecho, el rigor profesional y la dedicación total a nuestros clientes”, explica.

Agrega que el área de libre competencia del estudio está “entre las más grandes y experimentadas”. “Prueba de ello es nuestro posicionamiento en los diversos rankings legales y el hecho que, a la fecha, hayamos prestado asesoría en aproximadamente el 25% de las operaciones de concentración que se han notificado a la FNE desde el inicio del nuevo sistema y en el 33% de las operaciones aprobadas con remedios (medidas de mitigación) por parte de la FNE”, relata.

Actualmente el equipo de libre competencia del estudio está liderado por Ignacio Larraín, que era la mano derecha de Riesco antes de asumir como Fiscal. Con él trabajan seis abogados y un procurador.

Entre las operaciones en que han estado involucrados en el último tiempo hay varias internacionales que requieren también ser tramitadas a nivel local, como la fusión entre Disney y Fox, la alianza entre Telepizza y Pizzahut, la fusión entre Bayer y Monsanto, la fusión entre las cadenas hoteleras Marriott y Starwood, la alianza entre Tata Steel y Thyssenkrupp Steel —recientemente aprobada por la FNE—, y la venta de BBVA Chile a Scotiabank.

En el lado litigioso, asesoraron a Enex como delator en el denominado Caso Asfaltos y actualmente representan al Banco Santander Chile en el caso iniciado por las plataformas de criptomonedas en contra de una serie de bancos.

¿Diversidad de miradas?

Fueron seis los años que compartieron el actual fiscal Riesco y el subfiscal Cerda en PPU, de ahí que surja la duda de si complica que ambos tengan visiones similares o hayan compartido casos. Desde el estudio no lo ven así.

“Tanto Ricardo Riesco como Felipe Cerda son profesionales de altísimo nivel, con carreras ejemplares, que tienen una reputación intachable. Por lo mismo, estamos seguros de que, tal como lo hicieron cuando formaron parte de PPU, serán muy celosos de resguardar su independencia a la hora de ejercer sus funciones. Esta situación no es distinta de lo ocurrido con Felipe Irarrázabal, quien también provenía de PPU, que durante todo su período actuó con plena independencia e imparcialidad”, comenta Armas.

Entre abogados expertos en libre competencia coinciden que no existen conflictos de interés detrás de la experiencia común de ambos abogados. “Es un cargo que se elige por alta dirección pública y Felipe Cerda en mi opinión era el candidato más indicado. Además ha hecho una meritoria y destacada carrera en la FNE después de pasar por ese estudio”, describe Javier Velozo, del estudio Contreras Velozo. “Parece sólo coincidencia y que el fiscal quiere a alguien de su confianza. La Alta Dirección Pública viene a hacer eso”, agrega Francisco Agüero, director de Pregrado en la Facultad de Derecho de la U. de Chile. “Es una coincidencia, que seguramente deriva del hecho que los estudios dedicados a libre competencia son pocos, por lo tanto es probable que salgan de ellos personas interesadas en trabajar en la FNE, tal como sucede al revés también”, concluye Carla Bordoli, del estudio Bordoli Doren.

Otros que prefirieron no ser mencionados agregan que Cerda ya lleva varios años en la FNE y que Riesco al asumir se inhabilitó de 24 investigaciones relacionadas con retail, telecomunicaciones, transportes y banca, según un artículo de Pulso de febrero pasado.

“Si llegara a designarse un fiscal sin experiencia en libre competencia, ni trato con clientes es difícil que asuma bien en el cargo. Eso solo se adquiere llevando casos”, defiende un abogado.

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