Suponen un impacto grave e irreparable sobre el río Pilmaiquén, que es un espacio territorial sagrado”.

Millaray Huichalaf,

machi huilliche.

Son dos sitios arqueológicos con fragmentos de cerámica. Con el CMN se acordó un rescate”.

Marco Antonio Vargas,

gerente general Statkraft Chile.

El domingo, cuatro camionetas con alrededor de 15 personas entraron sin permiso al fundo Carimallín, situado en la ribera del río Pilmaiquén, al oeste de Osorno. Su objetivo es manifestarse en contra de la construcción del proyecto hidroeléctrico Los Lagos, que la compañía noruega Statkraft pretende levantar allí.

Liderados por la machi Millaray Huichalaf y bajo el lema “Pilmaikén sin represas”, acusan que la central proyectada inundará y destruirá un sitio ceremonial huilliche, así como un cementerio y piezas patrimoniales prehispánicas pertenecientes a ese pueblo integrante de la nación mapuche.

El problema es que su reclamo contiene errores, pues mezcla dos proyectos que la firma nórdica tiene en la cuenca de ese río.

Uno llamado Osorno se pretendía instalar a 30 kilómetros al noroeste de la ciudad homónima. Pero fue retirado hace dos años para rediseñarlo debido a que, efectivamente, pasaba por encima de un sitio ceremonial Huilliche llamado Ngen Mapu Kintuante. Y el otro, Los Lagos, la firma anunció oficialmente el pasado 11 de junio que iniciará sus obras, 11 kilómetros río arriba del otro proyecto.

De errores y polémicas

Para entender el conflicto hay que remontarse a 2015, cuando Statkraft, perteneciente al Estado de Noruega y que en Chile ya poseía las centrales de pasada La Higuera y Confluencia en la Región de O'Higgins, absorbió los activos de la Eléctrica Pilmaiquén. Esta empresa, que pertenecía a los chilenos Isidoro Quiroga, Germán Guerrero y Bruno Philippi, contaba con tres activos, todos en el río Pilmaiquén: la central hidroeléctrica Rucatayo, de 55 MW y en operación desde el 2012, y los proyectos de centrales Los Lagos (52 MW) y Osorno (58 MW), que ya contaban con su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada.

El problema es que la RCA aprobada del proyecto Osorno no consideró relevante que se levantaría sobre el sitio ceremonial Kintuante, lo que desató la ira de las comunidades huilliches cercanas.

A tal nivel llegó el conflicto, que la compañía noruega decidió paralizarlo. “Estamos trabajando con las comunidades para rediseñar de manera conjunta el proyecto hidroeléctrico Osorno y, eventualmente, regresarlo al sistema”, dijo Marco Antonio Vargas, gerente general de Statkraft Chile.

Pero paralelamente, la estatal noruega ha seguido adelante con el proyecto de central hídrica de pasada Los Lagos, el que implica una inversión de US$ 173 millones y una capacidad para abastecer a 60 mil hogares. Las obras pretenden iniciarlas en agosto o septiembre, para tenerlas listas en 2022. “El agua que se usa es retornada en un 100% al río sin ningún tipo de alteración, ya que la operación contempla el flujo con caudal ecológico, que busca asegurar la biodiversidad del río y su cuenca”, explica Vargas.

Pero hoy esas obras previstas están en veremos, pues el sitio está tomado por el grupo huilliche que lidera Huichalaf. Y por la cual la empresa pidió que la fuerza pública lo desaloje.

El detonante de esta toma fueron los restos arqueológicos hallados en la zona que el proyecto pretende inundar con un embalse (llamado reservorio de agua) de 192 hectáreas. “Son dos sitios arqueológicos con fragmentos de cerámica —pequeños fragmentos de 2x2 centímetros— y no se ha identificado ningún otro sitio. Con el Consejo de Monumentos Nacionales se acordó un procedimiento de rescate de las piezas que se hará más tarde, pues el sitio está en el área del reservorio, que no va a ser tocado hasta uno o dos años, cuando se llene”, explica Vargas.

El impacto según la machi

Pero se ve poco probable que el grupo indígena, que viene protestando contra los proyectos en el río Pilmaiquén desde 2011 y que es considerado “radical” por la empresa, ceda. La machi Huichalaf —a la que no fue posible contactar y que en 2014 fue condenada por encubrimiento, por un incendio en que no se detuvo a los autores materiales— dijo el pasado 16 de junio en un documento dado a conocer por la página mapuexpress.org, que los proyectos de la eléctrica “suponen un impacto grave e irreparable sobre el río Pilmaiquén, el cual es un espacio territorial sagrado para nuestro pueblo”.

“La central Los Lagos supondrá la inundación de importantes sitios de significación cultural para las comunidades mapuche-williche (sic) ribereñas al río Pilmaiquén que, en este caso, corresponden a importantes sitios arqueológicos prehispánicos que dan cuenta de su presencia y ocupación ancestral. Asimismo, este proyecto supone importantes restricciones al uso consuetudinario de los ecosistemas acuáticos del río Pilmaiquén por parte de las comunidades, que abastecen a las comunidades de lawen (plantas medicinales) y otros productos que nos permiten satisfacer nuestras necesidades alimenticias y de salud”.

En el documento, Huichalaf instó al Estado de Noruega a adoptar medidas para impedir las supuestas violaciones a los derechos de los pueblos indígenas que estaría cometiendo Statkraft.

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