El apetito del gigante asiático por Chile no se detiene. Más allá del proyecto TVS, en el que China Railways quiere unir a Santiago y Valparaíso con un tren de alta velocidad, o de las inversiones en minería no metálica, donde Tianqi pagó cerca de US$4 mil millones por entrar a la propiedad de SQM. Hoy los ojos de China miran al cobre.

El interés se ve reflejado en un persistente lobby de empresas chinas con autoridades de gobierno que se aceleró en el segundo trimestre.

En 2018, Nerin, líder global en fundiciones de cobre, abrió oficinas en nuestro país. La firma procesa el 25% del cobre del mundo y el 60% de su país. En abril de este año, la plana gerencial de la empresa, liderada por su gerente general, Wu Runhua, y Xia Wei, principal ejecutiva en Sudamérica, se reunió con el ministro de Minería, Baldo Prokurica.

Nerin ya ha trabajado en la modernización de la fundición Paipote de la Empresa Nacional de Minería (Enami) y ha desarrollado proyectos para Codelco.

El mismo mes, Jiangxi Copper, la empresa productora de cobre más grande de China, también se reunió con Prokurica. En la glosa de la reunión se explica que los temas abordados fueron colaboración minera y “las últimas políticas relacionadas con oportunidades de inversión en proyectos mineros en Chile”.

En la reunión estuvieron presentes el presidente de la compañía, Gaoqing Zheng, y Yunian Chen, director general adjunto. Ambos son miembros del Partido Comunista Chino.

Jiangxi Copper tiene presencia en Perú, junto a una ex socia comercial de Codelco, la controvertida Minmetals. Ambas desarrollan el proyecto Galeno en el departamento de Cajamarca.

Pero hay más. El 9 de abril, otra firma china, Wambao, visitó al subsecretario de Minería, Pablo Terrazas. De acuerdo a Bloomberg, la firma tiene experiencia en cobre y cobalto. Según su sitio web, tiene presencia en el Sudeste Asiático y África. A la instancia acudieron ejecutivos de la empresa china acompañados por el experto nacional Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de la consultora Plusmining.

“Las compañías chinas, en cuanto al cobre, llevan años y años tratando de encontrar inversiones en Chile y hasta la fecha no lo han logrado. En Perú sí, ahí tienen una fuerte presencia, pero acá la búsqueda continúa. La primera que intentó hacerlo acá y lo logró en cierta medida fue Minmetals, pero después culminó su vínculo con Codelco”, comenta Gajardo.

Recientemente, Minmetals creó una filial llamada MMG y en Perú controla el yacimiento Las Bambas.

“Wambao y Jiangxi son aproximaciones para buscar oportunidades de inversión. El problema es que en Chile tienen poco espacio, ya que en los grandes yacimientos hay capitales ingleses, australianos o japoneses. Lo otro sería avanzar en proyectos nuevos o exploraciones”, apunta Guajardo, quien recuerda que China fue el segundo productor mundial de cobre hasta que lo desplazó Perú, “gracias a los mismos capitales chinos”.

Si bien en el Ministerio de Minería confirmaron los sondeos chinos, no emitieron opiniones oficiales. Eso sí, desde el lado de los trabajadores valoran un eventual desembarco. “No creo que exista mucha voluntad política de seguir capitalizando la minería, sobre todo la estatal, en el país. Desde ese punto de vista, algún tipo de inversión china, sobre todo en fundiciones, no sería una mala idea”, comenta el vicepresidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), Sergio Morales.

Teoría de la independencia

Independiente de una posible solución a la guerra comercial entre EE.UU. y China, expertos estadounidenses creen que la búsqueda del gigante asiático de nuevas oportunidades de inversión en minerales como cobre en el Tercer Mundo tiene más de una explicación.

“China también tiene varias minas de cobre en África. Esto hacía sentido cuando el crecimiento chino era de más del 10%. Lo hacía para enfrentar la volatilidad de los precios del cobre”, cuenta Victor Shih, economista de la Universidad de California, San Diego.

Gary Hufbauer, experto del Peterson Institute for International Economics, tiene otra hipótesis: “Las autoridades chinas no confían en el mercado para suplir las necesidades de materias primas del país, especialmente ahora que las relaciones comerciales entre EE.UU. y China están en una nueva ‘guerra fría'. Las autoridades creen que la propiedad de las minas de cobre y otras fuentes de materias primas les proporciona una seguridad adicional”.

25%

de la demanda mundial de cobre procesa la china Nerin.

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