El líder del naciente Partido Republicano, José Antonio Kast, fue el tercer actor más mencionado en la conversación política digital, después de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, según el último informe del Observatorio de Política y Redes Sociales de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, de mayo de 2019.

El estudio también lo identificó como uno de los dos principales influenciadores, junto al alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC). Otros presidenciables de su sector, como el alcalde Joaquín Lavín (UDI) y el senador Manuel José Ossandón (RN), no se encuentran entre los primeros diez más mencionados.

Desde el equipo de comunicaciones de Kast hablan del éxito de su estrategia digital, y aseguran tener cuatro millones de reproducciones de sus videos en YouTube; un aumento de 51,5% semanal en las que se publican en Facebook y más de 110 mil seguidores en Instagram.

Detrás de esta posición en las redes sociales existe un grupo de cinco personas, de entre 24 y 32 años, liderado por dos mujeres: la periodista Carolina Araya (27) y la encargada de redes sociales Patricia Plaza (32), a quienes se suman la relacionadora pública Daniela Sobarzo (24) como community manager, el productor audiovisual Adiel Ayala (30) y el diseñador de animación digital Matías Verdugo (29), que comparten uno de los despachos de la oficina del centro de Santiago en que funciona el partido.

A pesar de que deben estar permanentemente concentrados y las jornadas son largas, estos millennials trabajan en un ambiente que consideran relajado, que matizan con pizzas a la hora de almuerzo, asados en sus casas o una cerveza en el bar Catedral.

Cada mañana el propio Kast junto al directorio del movimiento que dio origen al partido, Acción Republicana (AR), definen los objetivos del día, cómo se reaccionará a la contingencia y la manera de difundir las actividades planificadas. Esto se comunica a través de los 21 grupos de WhatsApp con que operan en todo el país, algunos de ellos integrados por hasta 160 personas, lo que es replicado al instante a sus adherentes en regiones, donde los encargados de redes sociales funcionan como voluntarios.

Todos los contenidos son visados por Kast, y el equipo de comunicaciones se preocupa especialmente de que tanto las noticias que reciben como las que difunden se trabajen dentro de su contexto. Por eso, no cuentan con ninguna empresa o agencia de resumen de noticias o de apariciones. “La red de monitoreo e informantes funciona mejor que cualquier agencia. Desde temprano en la mañana recibimos la ayuda de nuestros colaboradores regionales”, comentan. Además, han optado por crear medios propios para evitar “las sacadas de contexto” que, acusan, suelen afectar a Kast. “El periodismo lamentablemente ha perdido objetividad, y es por eso que hemos potenciado nuestros propios medios de comunicación para que no existan desvirtuaciones”, sostiene Carolina Araya. “Creo que la mejor estrategia está en ser consecuentes con lo que creemos, hacemos y proyectamos; en saber escuchar y leer lo que pasa en redes sociales, por lo que estamos en constante contacto con nuestros seguidores para saber qué les pasa, y en base a sus demandas y urgencias vamos entregando los contenidos”, agrega.

Ahora bien, a la hora de difundir esos contenidos sí tienen un orden establecido, con una segmentación distinta para cada red: Twitter con temas más políticos; Facebook más enfocado a lo social, e Instagram hacia los jóvenes.

Uno de los espacios que han creado es #StreamingAR, en el cual Kast conversa con los cibernautas sobre diferentes temas de contingencia, que aseguran que ha logrado una audiencia promedio de 1.500 personas conectadas en vivo simultáneamente en las diferentes redes sociales, con más de 60.000 reproducciones posteriores al programa. “Y desde hace tres semanas estrenamos otro espacio, Streaming Urrutia sin Censura, un programa en vivo con el diputado Ignacio Urrutia desde el Congreso Nacional para explicar el trabajo legislativo a la ciudadanía. Ya lo han visto casi 40.000 personas”, explican. También tienen un canal de jóvenes en YouTube, Parlante Republicano, y el podcast PodKast.

Para Carolina Araya, la espontaneidad ha sido clave. “La naturalidad de cada streaming en Facebook, fotografía o historia en Instagram, y cada aparición en YouTube generan una curiosidad en las personas por esta nueva forma de hacer política, porque se sienten representados”, dice. “El desencanto de las personas hacia la política es evidente, la gente quiere escuchar a las autoridades sin eufemismos, no más mentiras. José Antonio Kast es alguien espontáneo, y nosotros mostramos esa realidad”, advierte. “Y así hoy nuestros streamings alcanzan audiencias muy similares a la de grandes medios de comunicación”, agrega Patricia Plaza, la encargada de redes sociales.