Alberto Kasiss, uno de los accionistas históricos del Consorcio Periodístico de Chile (Copesa), que edita los diarios La Tercera y La Cuarta, estaría ad portas de salir de esta compañía, luego que el controlador de la misma, Álvaro Saieh, presentara el 18 de abril pasado a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) una solicitud para que de luz verde a la compraventa.

Así, CorpGroup Holding Inversiones e Inversiones Gasa, pertenecientes a Saieh, informaron “la eventual adquisición de la totalidad de las acciones en Grupo Copesa, Copesa y Administradora de Marcas de actual propiedad de Inversiones Alkasa y Empresas AKS”, pertenecientes a Alberto Kasiss, según consta en una resolución emitida por la FNE el 27 de mayo pasado.

En la misma, la FNE señaló que de acuerdo a la regulación que la rige esta transacción no calificaría como operación de concentración, pese a lo cual el organismo antimonopolios se reservó cualquier acción posterior y decidió archivar la solicitud, donde no se reveló el precio de compraventa.

Alberto Kasiss actualmente posee cerca del 16,6% de Copesa, y a inicios de diciembre declaró a El Mostrador sobre esa participación: “Estoy en una situación en la que estoy viendo qué hago”, ya que la principal inversión de este hombre de negocios está en Cial Alimentos, dueña de las marcas San Jorge y La Preferida.

Saieh, en tanto, es dueño del 83,3% de Copesa y ejerce el control a través de su hijo, Jorge Andrés Saieh. El empresario a fines de 2018 declaró que consideraba el negocio periodístico y en especial a La Tercera como un aporte de su familia al desarrollo del país, debido a que sus mayores inversiones están en SMU (matriz de Unimarc) y Banco Itau.

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El multimillonario estadounidense Elon Musk, fundador de Tesla, anunció que cerró su cuenta en Twitter, y lo hizo por la propia red: “Acabo de borrar mi cuenta”, afirmó. Tras ello cambió de nombre a Daddy DotCom, dejando visible su página a sus 27 millones de seguidores.

En abril, Musk llegó a un acuerdo de multa con la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) por US$20 millones, tras el cual la SEC le advirtió que en el futuro todas sus menciones en Twitter respecto a la salud financiera, ventas y proyecciones de Tesla, primero que todo, debían ser autorizados por los abogados de la compañía para darles respaldo jurídico.

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Estoy llegando como jefe a un equipo nuevo y en la primera reunión ya me dijeron que era difícil volver a confiar pues habían tenido malas experiencias con jefes anteriores. ¿Cómo puedo ganarla si estamos recién conociéndonos?

La palabra empresa tiene su origen en emprender, iniciar, una acción con dirección hacia adelante. Los contextos laborales están marcados por la posibilidad de crear nuevos futuros, a partir de las relaciones que se van generando al compartir experiencias, lograr resultados y abrir posibilidades en conjunto.

Muy especialmente en el trabajo, recuperar la confianza no es sólo el fruto de la revisión de las cosas que han acontecido en el pasado. Revisar para aprender, para sacar las lecciones y avanzar. Pero el exceso de revisionismo estanca. Mucho mejor es integrar el aprendizaje y seguir adelante.

La confianza es una llave poderosa para abrir (o cerrar) la disposición de hacer cosas en conjunto. La confianza entre adultos es una percepción sostenida en tres juicios: el otro es competente para hacer lo que dice que puede hacer, es transparente y es consistente en su actuar.

¿Es necesario esperar sentado a que pase el tiempo para crear nuevas confianzas? Por supuesto que no. Se puede crear en la medida que un jefe toma la iniciativa de entender lo que les preocupa a las personas y ayuda a crear compromisos mutuos, en los que a ambas partes les corresponderá honrar lo que han comprometido. Si esto ocurre, habrá nuevas experiencias, esta vez en positivo. Ganar confianzas dependerá así de los compromisos y acciones consecuentes que se van tomando de cada lado. Jefes y colaboradores van aprendiendo entonces a creer en la palabra del otro. Crear nuevas experiencias se hace en conjunto.

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A Sara, esposa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (ambos en la foto), parece que no le gustaba el servicio de la residencia oficial ubicada en el elegante barrio de Rehavia en Jerusalén. Por eso encargó comida por un total de $69 millones, justificando el gasto por la “ausencia del cocinero”, cosa que se demostró falsa.

Sara se declaró culpable de los cargos de mal uso de recursos públicos y acordó pagar un total de $11 millones entre multas y reembolsos. Netanyahu enfrenta sus propias batallas judiciales: tiene tres casos abiertos por sobornos y fraude por diferentes casos de los cuales se espera resolución.

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El Tribunal Ambiental de Santiago rechazó un reclamo de los pescadores de Quintero en contra de la aprobación del proyecto Terminal Multipropósito Oxiquim, por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso. El fallo señaló que los pescadores primero debían agotar las vías administrativas que aún mantenían.

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