Son leyendas vivas en Suecia, que hoy jugaba ante Chile en su debut en un Mundial Femenino.

Entre ellas suman más de 500 presencias en el equipo y su popularidad es tal que una campaña de Coca Cola las esculpió en estatuas que hoy se lucen en el centro de Estocolmo. Pero la arquera Hedvig Lindahl (36), la defensa Nilla Fischer (34) y la volante Caroline Seger (34) no solo juegan fútbol. Las tres, abiertamente homosexuales, son férreas defensoras y promotoras de la igualdad de género.

“Cada persona tiene que decidir por sí misma pero, para mí, se trata de la oportunidad de ayudar a los más jóvenes. Es importante ser abierto para mostrarle al público que está bien, que es totalmente normal. Soy muy feliz con mi vida y cualquier persona puede serlo también”, reconocía Fischer en septiembre a The Guardian.

Fischer está casada con una abogada experta en abusos domésticos, relación que expone libremente en su Instagram con casi 31 mil seguidores. “Antes de conocerla sentía que perder un partido era el fin del mundo. Pero escuchar lo que hace en su trabajo diario te despierta. El fútbol es muy importante, pero al final es sólo fútbol”.

Seger, capitana sueca hace una década, “salió del clóset” en 2013 y tiene una larga relación con una entrenadora. “Durante mucho tiempo lo escondía, tenía dudas, pero entendí que la única forma de generar un cambio, de ayudar a las más pequeñas que, como yo, se sienten avergonzadas, es hablando”.

Pero la pionera fue Lindahl, casada hace 8 años y madre de dos niños. Una batalla por la igualdad y el respeto en la que no descansa. De hecho, ha participado en varias actividades sociales en los días previos al partido contra La Roja.

“Es tan importante tomar una postura por los derechos humanos y el deseo de amar a quien quieres”, posteó en sus redes sociales el fin de semana, durante una marcha en Rennes.

Según el portal especializado Brightest Young Thinks, en esta Copa del Mundo hay 18 jugadoras “abiertamente homosexuales”, incluyendo a la chilena Fernanda Pinilla.

Pero la lucha por la igualdad de género aún es larga.

Fischer, por ejemplo, aunque dice que desde que reconoció su condición en una entrevista en TV ha recibido solo apoyo, sabe que no es así para todas. “Ser una mujer que juega fútbol, y que es gay, provoca mucho odio”, le dijo a The Guardian.

Además, si bien se ha ido avanzando y Francia 2019 se está perfilando como un hito para el fútbol femenino, hay pequeños detalles que, aunque pueden parecer superficiales, son decidores.

Como el hecho que de las 24 selecciones, sólo 8 son dirigidas por entrenadoras mujeres: Corinne Diacre (Francia), Martina Voss-Tecklenburg (Alemania), Desiree Ellis (Sudáfrica), Milena Bertolini (Italia), Asako Takakura (Japón), Shelley Kerr (Escocia), Sarina Wiegman (Holanda) y Jill Ellis (Estados Unidos).

En lo afectivo, tenga en cuenta que los demás también pueden necesitar de atención. Palabra clave: Consideración.

Evita el tono superficial en tus comentarios hacia a la pareja, ya que puede ser mal interpretado. P. clave: Seriedad.

Procura tener y dejar claro si, realmente, quieres una nueva relación o estabilizar la actual. Palabra clave: Compromiso.

Etapa que promete emoción y energía positiva, en el ámbito afectivo. Palabra clave: Alegría.

Con algo más de intimidad y complicidad con la pareja; la relación pasa por una buena etapa. Palabra clave: Conexión.

El cuidado y la sinceridad son herramientas mucho más potentes que la fantasía en una relación. Palabra clave: Expresión.

Las malas experiencias del pasado pertenecen al pasado, es momento de construir buenas relaciones. P. clave: Liberación.

Muy exigente, tiendes a resentirte y a actuar reactivamente, en el ámbito afectivo. Palabra clave: Centro.

Es importante manejar en forma positiva las criticas del entorno afectivo, eso abre espacio para acuerdos. P. clave: Respeto.

Más sensibilidad facilita las relaciones con la pareja y permite comprender mejor sus sentimientos. P. clave: Empatía.

Algunos conflictos inesperados te ayudan a tener más conciencia de tus propias actitudes. Palabra clave: Conciencia.

Sin grandes movimientos o alteraciones en las relaciones afectivas. Palabra clave: Inercia.