Tim Cook, director ejecutivo de Apple, se levanta poco antes de las 4 am, todos los días. Donald Trump escribió en su libro publicado en 2004 que solo necesita cuatro horas de sueño por noche. David Cush, exdirector ejecutivo de la aerolínea Virgin America, se levanta a las 4:15. Jennifer Aniston se despierta a las 4:30 a meditar y es la misma hora a la que Michelle Obama llega al gimnasio.

Steve Harvey declaró: “Los ricos no duermen ocho horas diarias”.

¿Acaso la clave del éxito consiste en imitar a los exitosos que engañan a su cuerpo para aumentar su productividad? No existe información que demuestre que la gente exitosa duerme menos.

Los estadounidenses duermen, en promedio, menos de 7 horas por noche.

“Esta tendencia se remonta un poco más allá de nuestros recientes directores ejecutivos de empresas tecnológicas”, comentó Douglas B. Kirsh, neurólogo y presidente de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño. “Thomas Edison solía decir lo mismo: 4 horas son suficientes para mí. Lo que olvidó mencionar es que tomaba siestas con frecuencia”.

Kirsch afirmó que esta moda de levantarse temprano que se popularizó entre artistas y emprendedores es sumamente preocupante. En un estudio de 2003, un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Facultad de Medicina de Harvard descubrió que los tiempos de reacción y desempeño en tareas cognitivas se reducían drásticamente en quienes dormían 4 y 6 horas.

Se restringió el sueño de manera crónica a 48 adultos sanos, entre los 21 y 38 años. Quienes durmieron menos de seis horas “presentaron un déficit en el desempeño cognitivo equivalente a hasta dos noches de privación total del sueño”.

En 1999, investigadores de la U. de Chicago monitorearon a un grupo que durmió solo 4 horas por noche durante seis días consecutivos. Ese grupo desarrolló rápidamente altos niveles de cortisol, la hormona del estrés, así como una presión más alta y produjo la mitad de la cantidad habitual de anticuerpos ante una vacuna contra la influenza.

Charles A. Czeisler, profesor de Medicina del Sueño en Harvard, define al acto de levantarse temprano como un “asesino del desempeño”, pues asegura que dormir cuatro horas de forma habitual equivale a la discapacidad mental ocasionada por estar despierto durante 24 horas.

Su colega Robert Stickgold afirmó que no dormir tan solo una noche afecta la memoria. Lo que es aún peor, “sesga tu conducta”, dijo refiriéndose a un estudio que monitoreó a 65 personas sanas quienes mostraron que una mente afectada se concentra “en información negativa cuando toma decisiones”.

No obstante, ¿seguirías enfrentando estos problemas si durmieras ocho horas y te levantaras a las 4:00?

Tal vez. No importa cuántas horas duermas, si no estás programado para levantarte a la hora del lobo, que es el caso de la mayoría de nosotros, de acuerdo con muchos especialistas del sueño, jugar con ese ritmo normal seguirá siendo perjudicial.

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