Aspiramos a demostrar que en estos proyectos grandes sí se puede dar más de lo que exige la ley”

Oscar Lería a La Segunda (2016).

Tras años de tramitación, la Intendencia de Valparaíso aprobó este lunes el mega proyecto inmobiliario Maratué, ligado al empresario Oscar Lería y que se pretende levantar en las cercanías de una zona costera de protección natural y vecino a balnearios como Horcón y Maitencillo.

La iniciativa, que está cerca de los Acantilados de Quirilluca en la comuna de Puchuncaví, es fuertemente resistida por las comunidades vecinas y ONGs de protección del medioambiente, que aseguran que dañará esa zona clave para el entorno, pues es sitio de nidificación de varias aves marinas.

En mayo de 2017, entró a proceso de evaluación ambiental el proyecto “Desarrollo Urbano Habitacional Maratué de Puchuncaví” (Maratué significa mar y tierra en mapudungun), que considera una inversión de US$2 mil millones y la construcción de 14.180 viviendas en un periodo de 45 años, según su Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

“Llevamos más de siete años trabajando en el diseño y tramitación ambiental de este proyecto”, comenta la directora ejecutiva de Inmobiliaria El Refugio e hija del empresario, Claudia Lería, que destaca que se han llevado a cabo una serie de medidas de mitigación.

“La mejor evidencia de lo anterior es la creación de una zona de conservación ambiental de 125 hectáreas, la cual comenzará prontamente su tramitación para convertirla en un santuario de la naturaleza, la que justamente protege los Acantilados de Quirilluca, los piqueros que anidan ahí, así como la flora y fauna presente. Esta decisión implica no construir nada a una distancia mínima aproximada de un kilómetro y medio del borde costero”, agrega.

En el sector existe una serie de “singularidades ambientales, como lo son: humedales, zonas de nidificación de aves y bosques del belloto del norte”, se lee en el Informe del Proceso de Participación Ciudadana publicado por el Servicio de Evaluación Ambiental.

“Aspiramos a demostrar que en estos proyectos grandes sí se pueden hacer concesiones y que se puede dar más de lo que exige la ley”, comentó en 2016 a La Segunda Oscar Lería, quien es esposo de otra empresaria, Paola Luksic.

Zona de amortiguación

Pero estas medidas no han evitado que vecinos de la comuna y asociaciones de defensa del medio ambiente como Greenpeace critiquen la iniciativa.

Hoy existen cerca de 200 observaciones de la comunidad para el proyecto en el proceso de participación ciudadana iniciado en octubre de 2017.

“El proyecto tiene una alta oposición ciudadana por su lugar de emplazamiento y su magnitud. Es un sitio de interés por su biodiversidad, en una zona sensible y el proyecto claramente tiene un impacto grande en ese sentido”, comenta el académico de la UC y director de la ONG Fiscalía del Medio Ambiente, Ezio Costa.

Desde Greenpeace critican la ubicación del mega proyecto cerca de la polémica zona de Puchuncaví-Quintero, que ha sido llamada “de sacrificio” por la contaminación que ahí produce la presencia de industrias.

“Es una zona de amortiguación que hay en uno de los peores sectores que existen en Chile en cuando a salud del medioambiente, que es la zona de Puchuncaví-Quintero. Este proyecto va a arrasar esa zona”, dice el director nacional de Greenpeace, Matías Asun.

Una de las asociaciones de comunidades que ha presentado resistencia al proyecto, “Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero”, adelantaron que evalúan judicializar el futuro del proyecto, para frenar su construcción. “Los estudios están maliciosamente hechos. Estamos evaluando ir al tribunal ambiental. Tenemos 30 días para evaluarlo”, comenta la dirigenta Katta Alonso.

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