Lo que la naturaleza hizo en miles de años,

unos inescrupulosos lo están destruyendo en pocos años. Es algo indignante”.

Jorge Yarur

Más allá del Museo de la Moda, que preside, y de la protección animal, que lo llevó a crear una fundación que protege a perros abandonados, Jorge “Toto” Yarur cuenta con otra faceta, una ligada a la protección ambiental.

El único hijo del fundador del BCI Jorge Yarur Banna libra una batalla desde 2018 contra desarrolladores inmobiliarios que quieren desplegar proyectos en terrenos adyacentes al Santuario de la Naturaleza Campo Dunar de la Punta de Concón, en Reñaca Norte.

Su última batalla será en la Tercera Sala de la Corte Suprema, presidida por Sergio Muñoz, donde es patrocinado por el estudio del abogado Samuel Donoso Boassi. En este litigio, Yarur lanza sus dardos contra la empresa Vimac, que proyecta levantar el proyecto Alto Santorini. Son dos torres, una de 28 pisos con 132 departamentos y otra de 8 niveles con destino comercial, que cuentan con permiso de la Dirección de Obras Municipales de Viña del Mar desde noviembre de 2017.

Mientras repasa fotografías históricas de las conocidas dunas de Concón, Yarur manifiesta que el efecto inmobiliario en la zona ha sido nefasto. De paso explica sus motivaciones para ir contra la firma.

“El campo dunar extendido se está transformando en zonas aisladas rodeadas de muchos edificios y calles. Es decir, los especuladores están sistemáticamente achicando y destruyendo el santuario, con la total complicidad de las autoridades. Lo que la naturaleza hizo en miles de años, unos pocas inmobiliarias inescrupulosas lo están destruyendo en pocos años. Es algo indignante que no tiene ningún sentido común”, comenta el empresario, quien agrega que el permiso municipal es insuficiente, ya que Alto Santorini no cuenta con Estudio de Impacto Ambiental (EIA), documento exigido a las empresas que generan impactos ambientales y que se encuentran emplazadas en áreas de influencia de una zona protegida.

Está situación ya fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso en una sentencia del 30 de abril, donde ordena a la empresa —que cuenta con un 22% de avance y sigue con las obras— a someter su proyecto a tramitación ambiental. Sin embargo, Vimac escaló el conflicto a la Suprema, con un recurso que está en vista desde mediados de mayo.

La zona en litigio está entre las comunas de Viña del Mar y Concón y tiene una extensión de más de 50 hectáreas entre un área protegida por el Ministerio del Medio Ambiente y el plan regulador de Concón del 2017, que declaró área verde más de 20 hectáreas de las formaciones geológicas.

Descargos de la empresa

Si bien no fue posible obtener la declaración de la inmobiliaria, la firma y su abogado Jean Paul Couchot enviaron un informe a la Corte Suprema este 22 de mayo para refutar las críticas de Yarur.

“No existe destrucción del Santuario del Campo Dunar como lo han señalado majadera y malamente los recurrentes”. Agregan que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ha realizado fiscalizaciones y que “se constata la inexistencia de obras, partes, acciones y residuos del proyecto inmobiliario al interior del santuario de la naturaleza”. Finalmente agregan que no se ha acogido una orden de no innovar contra el proyecto que implique una paralización.

Según Yarur, “esto es lo más increíble, ya que pese al fallo de la Corte de Apelaciones, Vimac sigue construyendo y destruyendo el campo dunar, sin que la municipalidad haga algo. Es decir, impunidad total y política de hechos consumados”.

Mientras repasa por última vez sus documentos judiciales, Yarur asegura que su espíritu no es ir en contra de las inversiones ni del empresariado inmobiliario.

“Ellos están destruyendo sistemáticamente el patrimonio social y ambiental que es de todos. Y creo que la Cámara Chilena de la Construcción tiene que hacerse cargo públicamente de esta complicidad entre especuladores inmobiliarios y autoridades municipales. Su mismo presidente, Patricio Donoso, planteó hace pocos días que era necesario elevar la probidad y erradicar cualquier atisbo de corrupción, a los que calificó como el mayor enemigo de la democracia y la libre competencia”, emplazó el empresario.

Consultados el gremio y el municipio viñamarino, no fue posible obtener sus opiniones sobre los dichos de Yarur.

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