Hace quince años, en las primeras entrevistas que concedió a propósito del night club Platinum, Marco Antonio Goic (56) pedía que lo identificaran como «Angel». Después dejó esa práctica porque, a fin de cuentas, también era el gestor de la discoteque Eve y de otros dos centros nocturnos: Champagne y Femme, ambos en la zona oriente. Ahora su nombre vuelve a aparecer, en una pugna por la gestión del centro comercial Lo Castillo, en Vitacura con Candelaria Goyenechea, precisamente donde se ubica el Platinum.

Elena Tagle, una anticuaria que llegó hace tres años a ese sitio, vincula a Goic —hijo de un estanciero que es primo de Alejandro, obispo emérito de Rancagua— con las amenazas que ella ha recibido por cuestionar a la administración del condominio comercial. Ella quiere saber dónde van a parar los ingresos por los 27 estacionamientos del lugar y por el arriendo del sitio ocupado por una antena de celular.

Elena primero halló panfletos anónimos fuera de su tienda, con la leyenda “Váyase, nadie la quiere” —lo que la Fiscalía Oriente decidió no investigar— y luego una cabeza de chancho en el antejardín de su casa en Las Condes, lo que el alcalde Joaquín Lavín (UDI) considera una “amenaza” tipo película “El Padrino”, según confidenció en Polos Opuestos de radio El Conquistador.

La mujer además es respaldada, en sus esfuerzos por develar supuestas irregularidades en la gesión del lugar, por el concejal Cristián Araya (UDI), quien también ha sido objeto de advertencias a través de panfletos anónimos.

Su influencia en la administración

Hoy Goic es un actor relevante del comité de propietarios de Lo Castillo, porque el 14% de superficie de Platinum lo pone a la cabeza del condominio.

Pero en noviembre pasado el Juzgado de Policía Local de Vitacura cuestionó los términos en que funcionaba la participación de Goic y su matriz, Inversiones El Portal S.A., en la junta de copropietarios en que se aprobó la cuenta del administrador en 2017. Le dio la razón a Tagle y a otros tres dueños de locales en cuanto a que él en esa ocasión no logró acreditar que actuaba como propietario de sus negocios o con los poderes suficientes de quienes sí lo eran. Después de esa victoria aparecieron los panfletos.

Sin embargo, el retroceso de la influencia directa de Goic en la junta podría ser sólo temporal. El Platinum opera en tres bienes raíces: según el SII, uno está inscrito a nombre de Inmobiliaria Contraluz y tiene un avalúo fiscal de $908 millones. Los otros son de Inversiones FFP y suman $509 millones. Contraluz fue creada en 2003 por Félix Olavarría Vergara, Félix Olavarría Sepúlveda y Aníbal Garfias (cuñado y socio de Goic). FFP es de 2000 y sus socios son ambos Félix Olavarría más Pablo Olavarría Sepúlveda.

Y hay una historia antigua que vincula a Félix Olavarría Vergara y Marco Goic. En 2009 ambos fueron codemandados ante el Cuarto Juzgado Civil de Santiago, en una acción emprendida por una bailarina contra el night club Champagne, debido a la divulgación en internet de imágenes donde ella aparecía descubierta, pese a que existía un acuerdo de no hacerlo. En su demanda, la afectada dice que tanto Olavarría como Goic le plantearon participar de una actuación que se llamaría Tango Desnudo. En sus descargos en ese juicio Olavarría decía que él no era parte de Inmobiliaria El Portal, sino que lo eran cuatro sociedades. El juzgado igual decidió que ambos debían indemnizar con $10 millones en total a la afectada.

En el caso que afecta a la anticuaria Elena Tagle y que falló el juzgado de policía local, el magistrado Sergio Villalobos Ríos no sólo declaró nula la asamblea de copropietarios de Lo Castillo de 2017, sino que también convocó a otra, programada para el 21 de diciembre pasado.

La acción judicial de primera instancia iba contra Carlos de la Maza, el administrador del centro comercial, que llegó en 2011 cuando Goic ya participaba de las decisiones de la junta de copropietarios. Ante el dictamen del juzgado de policía, los abogados del administrador recurrieron a la Corte de Apelaciones de Santiago, donde la causa todavía está en discusión. La anticuaria —según dice a La Segunda— también está molesta porque los abogados del administrador le cuestan 600 mil pesos mensuales al centro comercial, que son prorrateados entre todos los propietarios, incluidos los cuatro que presentaron la acción legal en su contra.

Elena, ex martillera pública, puso a la venta su local y piensa cambiarse de casa.

«La Segunda» intentó contactar a Goic a través de El Portal. Desde ahí respondieron que “todo lo denunciado por esta señora se encuentra en los estamentos que corresponden. Este comité siempre ha estado apegado al reglamento y las leyes”.

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En 2015 el administrador del centro comercial Lo Castillo fue multado por el Juzgado de Policía Local de Vitacura porque, sin permiso, el hasta entonces tradicional letrero de la fachada del edificio fue reemplazado con otro que decía «Platinum». En el mismo juzgado, El Portal, que es propiedad de Goic y matriz de Platinum y en su momento de Femme, un club para mujeres que Goic vendió en 2016, tiene 19 infracciones desde 2006. Una es de Femme: una novia demandó porque en su despedida de soltera fue bajada del escenario por un vedetto, al que sin querer le tiró su casco de constructor. Se ordenó una indemnización de $240 mil para ella y de $100 mil para cada una de sus dos acompañantes.

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