En agosto de 2015, el empresario viñamarino Guillermo Harding Alvarado (67) dio el gran golpe. Vendió el 60% del holding Socofar, matriz de farmacias Cruz Verde, a la cadena mexicana Femsa, principal embotellador mundial de Coca-Cola y dueño de las tiendas de conveniencia Oxxo.

La operación valorizó a la empresa en US$ 998 millones, incluyendo deuda, y según estimaciones extraoficiales, el empresario habría recibido cerca de US$ 500 millones por el control del accionariado.

Pero Harding no se fue del todo. De hecho, se quedó con el 40% de Socofar y sigue siendo director. Pero se decidió a abrirse a otros campos.

Y el primer capítulo de esa decisión es el redebut del Gran Hotel Termas de Chillán, que estuvo cerrado todo el año pasado y que por seis años fue elegido como el mejor hotel de montaña de Chile en los World Ski Awards, el mundial del turismo de nieve.

“El hotel se actualizó por completo. Destacamos la renovación de las 113 habitaciones, los dos restaurantes y dos bares, el salón de eventos y el lobby, y se implementará un café, que no había. Hay que destacar el rediseño del spa que contará con tres pisos. También, se actualizó la fachada, las tres piscinas y el rentaski, entre varias otras intervenciones”, explican en la empresa hotelera que opera bajo el paraguas de la sociedad Inmobiliaria Cerro Concepción (ICC). Allí, el empresario agrupa todas sus inversiones inmobiliarias en las regiones de Valparaíso, Biobío y Ñuble.

En ICC comentan que una de las ideas para el Gran Hotel es rentabilizar su centro de convenciones, con capacidad para 500 personas y que uno de los grandes desafíos será romper la estacionalidad del negocio hotelero invernal.

Tomando la posta de los Giner

La llegada de Harding al turismo invernal se produce al tomar el control de Termas de Chillán, marca ligada durante tres décadas a la familia Giner Ossa. Debido a una serie de inconvenientes financieros, la empresa dirigida por el empresario José Luis Giner comenzó a desprenderse de una serie de activos, entre ellos el hotel de siete pisos situado a los pies del volcán Chillán.

La debacle comenzó en 2007, año en que los Giner perdieron la licitación del centro de esquí concesionado por la Municipalidad de Chillán. El dominio esquiable fue adjudicado a una nueva sociedad llamada Consorcio Chillán, liderada por Guillermo Ruiz, empresario ligado a la UDI y controlador del relleno sanitario Santa Marta, en la Región Metropolitana.

Ese mismo año, el presidente de Somontur, José Luis Giner —quien mantuvo la marca Termas de Chillán—, inauguró un casino de juegos de montaña, que supuso una inversión de US$ 7,5 millones y que se transformó en una carga financiera difícil de afrontar para el grupo.

Harding al rescate

Ese mismo año (2007) apareció Harding para asociarse con la familia Giner. Inyectó nuevos recursos con el fin de levantar Termas Chillán, resort que él conocía ya que lo frecuentaba junto a sus hijos.

El principal activo en la zona cordillerana es el Gran Hotel Termas de Chillán. Al arribar Harding, tomó el 51% del activo con su sociedad Inmobiliaria ISN, dejando el 49% para los Giner. Un par de años más tarde, los Giner venderían su porcentaje del hotel y los terrenos aledaños, incluyendo una cancha de golf.

Luego, Harding aglutinaría todo en su sociedad Inmobiliaria Cerro Concepción (ICC).

Tras lograr hacerse con el 100% de los activos de Termas de Chillán, Harding logró además ganar una batalla judicial a la municipalidad local, que quería hacerse de la marca. Asesorado por el estudio de Gabriel Zaliasnik, el exdueño de Cruz Verde logró imponerse y conservarla.

Inmobiliario

Pero los planes de Harding no sólo están vinculados a la nieve. También cuenta con un proyecto en Pingueral, resort creado a fines de los 80 por Jorge Ríos —padre de Marcelo Ríos— y Héctor Gómez, creador de Dicom.

Otra sociedad ligada a Harding es Inversiones Urbanas (UI), en la que posee el 80% de la propiedad y el 20% restante está en manos de José Miguel Rawlins. A través de esta sociedad desarrollan strip centers, proyectos de bodegaje y locales comerciales, y ya cuentan con proyectos en La Dehesa, La Reina, Santa María de Manquehue y San Carlos de Apoquindo.

Otro proyecto inmobiliario se encuentra en Reñaca Alto, donde ya ha levantado cuatro torres de departamentos.

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