AFP

Mañana, Brasil conmemora los 25 años de la muerte de Ayrton Senna, un ícono en el automovilismo en el mundo. El Instituto Ayrton Senna celebrará en grande al tres veces campeón de la Fórmula 1 en el autódromo de Interlagos, donde se lleva a cabo el Gran Premio de F1 de Brasil desde 1990. El público podrá participar y dar una vuelta en el nuevo McLaren Senna, el automóvil fabricado por McLaren para sustituir al P1 y homenajear al propio Senna. Se construyeron 500 unidades, a un precio de 853.000 euros. El auto 500 se subastó en más de 2 millones de euros para recaudar fondos para el Instituto.

“No sólo mi carrera, sino también mi vida está ligada a Ayrton Senna”, dijo a AFP su eterno rival, el francés Alain Prost.

—Tu rivalidad con Ayrton Senna marcó la historia de la F1 más que cualquier otra. ¿Cómo lo explicas?

—Son cosas que se pueden explicar, pero no completamente. No hay un solo día en que no se hable de esto. En redes sociales todos los días hay algo, es fenomenal. Dejamos huella, no nos dimos cuenta completamente en una época. Pasamos de un mundo de especialistas de la F1 a un mundo totalmente abierto. Vimos llegar a los grandes medios de comunicación porque existía esta batalla humana entre dos pilotos de carisma, cultura y educación distinta. Esta rivalidad fue increíble pero, desgraciadamente, la muerte de Ayrton la dejó congelada. Yo sólo corrí dos años con él en el mismo equipo y sólo cuatro o cinco años en total (luchando ambos por el título). Gané muchas carreras y campeonatos sin él, pero nuestra historia está completamente ligada. No hay un momento en el que, si hablas de Prost, no se mencione a Senna y viceversa. No sólo mi carrera, sino también mi vida están ligadas a él. Vivo con ello desde hace una treintena de años.

—¿Cómo se vive con el peso de tal historia?

—Cuando corríamos el uno contra el otro había, a grosso modo, un 50% de gente que te adoraba y un 50% que te odiaba, era increíble. Luego de mi retirada en 1993 ya fue diferente. Afortunadamente, hubo seis meses casi de amistad a partir del momento en el que me retiré de la F1 hasta el accidente. Eso cambió por completo la relación. Y después de la muerte de Ayrton, yo diría que la gran mayoría de los seguidores de Senna se unieron a una historia común, no al Prost contra Senna, y eso es bonito. Hay algunos casos de animadversión, de gente que ha visto el documental (“Senna”, del británico Asif Kapadia, de 2010) que es una tontería, es una pena, pero el resto es fabuloso. Cuando voy a Brasil quizás soy más conocido que en Francia, y hay un entusiasmo increíble, formo parte de la Fundación Senna y he estado siempre muy cerca de la familia.

—¿Cómo cambió la Fórmula 1 el accidente mortal de Senna?

—Hay un antes y un después. En términos de seguridad ya había un pequeño paso al frente, pero sin el accidente de Ayrton el domingo no habrían existido grandes cambios. Su accidente puso las cosas patas arribas en materia de seguridad por el bien de los pilotos.

El día fatal

Para muchos brasileños es el primer recuerdo que guardan en su memoria, otros directamente enterraron su afición por la Fórmula Uno para siempre, pero todos recuerdan qué hacían el 1 de mayo de 1994, el día que murió el último héroe nacional de Brasil.

“En este momento, la médica María Teresa Fiandri comunica a todos los periodistas, del hospital Maggiore de Bolonia, que Ayrton Senna da Silva está muerto. ‘Murió Ayrton Senna da Silva, una noticia que nunca nos gustaría dar'”, anunció el reportero de O'Globo.

El corazón del piloto de 34 años dejó de latir a las 18:40 horas de Italia, después del accidente en la curva maldita de Tamburello, del circuito Enzo y Dino Ferrari, de Imola, en la séptima vuelta de un Gran Premio de San Marino.

En los entrenamientos de ese viernes, otro brasileño, Rubens Barrichello, sufrió un impresionante accidente y un día después murió el austríaco Roland Ratzenberger en un violento choque contra la barrera de protección.

El domingo, antes de ponerse al volante de su Williams FW16 Renault, Senna criticó duramente la pista, uniéndose a las voces que clamaban por la falta de seguridad de los pilotos.

El piloto de Sao Paulo salió desde la pole, pero la rotura de la barra de la dirección en un mismo punto en el que había sido soldada provocó que perdiera el control de su monoplaza a casi 300 kilómetros por hora y se estrellara contra un muro de protección.

“¡Senna se golpeó fuerte!”, exclamó el veterano periodista Galvao Bueno, en la retransmisión en directo de Globo. Eran las 14:13 hora local. Senna comenzó a recibir atención médica sobre la pista dos minutos y medio después, y diecisiete más tarde fue trasladado al hospital en helicóptero, aunque ya era tarde.

Con el impacto, una pieza de la suspensión delantera salió disparada como un proyectil contra su casco, provocándole lesiones mortales en el cerebro.

El 12 de noviembre de 1988, el nuevo campeón del mundo, Ayrton Senna, abraza a su adversario, Alain Prost.

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