Una de las demandas clave de la revolución del Maidan de 2014 fue el fin de la corrupción rampante que azotó a Ucrania. Cuando los manifestantes irrumpieron en la mansión del expresidente Viktor Yanukovich, en las afueras de Kiev, encontraron palos de golf bañados en oro, un zoológico y una réplica de un galeón español amarrado en un lago artificial, entre otras muchas cosas de lujo.

El mandatario que asumió en reemplazo de Yanukovich —hoy saliente tras la derrota del domingo—, Petro Poroshenko, millonario de la industria chocolatera, prometió una nueva política más transparente nada más asumir. Sin embargo, los críticos dicen que los esfuerzos se estancaron y que, a pesar del discurso del Presidente, el gobierno hizo poco para cambiar la realidad. Actualmente, Ucrania ocupa el puesto 130 en el Índice de Percepción de la Corrupción 2017 de Transparency International, empatado con Gambia, Irán, Myanmar y Sierra Leona.

Una de las medidas que tomaron tras la caída de Yunakovic fue establecer un sistema de declaración patrimonial electrónica. No nació de ellos, si no que fue una de las condiciones establecidas por la Unión Europea para firmar un acuerdo de liberalización de visados y que los ucranianos pudieran moverse libremente por los países del bloque europeo.

Sin embargo, y aunque la medida sorprendió a todos, la respuesta estuvo lejos de entusiasmar a la gente. En un país donde el salario promedio es un poco más de 200 mil pesos chilenos, los millonarios bienes que se mostraron en las declaraciones de los políticos y altos funcionarios públicos sólo aumentaron la gran distancia que existía entre la élite política y los ucranianos promedio, que están en gran medida empobrecidos.

“Todos quedaron sorprendidos de que hubiera tanto dinero en efectivo en nuestro país”, afirmó Kristina Berdynskykh, una periodista que se ha dedicado a escribir sobre la corrupción entre la élite ucraniana y que en 2017 incluso fue encarcelada. Según una encuesta realizada por The Republican International Institute, realizada en junio de 2018, el 1% de los ucranianos aprueba el trabajo del Congreso.

Pero el problema no sólo es de funcionarios de gobierno o parlamentarios. El sistema judicial también está en crisis y nadie sabe hasta dónde la élite política y económica mete sus manos en él, según explica la revista Foreign Policy. La gota que rebasó el vaso fue cuando el año pasado se supo que los fiscales anticorrupción abusaban de sus poderes oficiales para fines privados (fueron grabados). Según la misma encuesta de 2018, sólo el 8% de los ucranianos aprueba el trabajo de los tribunales y de los fiscales.

¿Por qué se enojaron?

Tras la aplicación de la norma a favor de la transparencia, comenzaron a salir los números. Por ejemplo, el primer ministro Volodymyr Groysman declaró que guardaba en efectivo US$ 1,2 millones y también 460 mil euros, así como una colección de relojes de lujo.

El diputado Mikhail Dobkin declaró 1.780 botellas de vino. Mientras que Roman Nasirov, jefe del “Impuestos Internos” ucraniano, declaró que junto a su esposa eran dueños de relojes suizos, diamantes, abrigos de piel y tenían más de US$ 2 millones en efectivo. Muchos otros funcionarios declararon cientos de miles de dólares en efectivo. Anatoly Matviyenko, otro parlamentario, declaró la propiedad de una iglesia. Y entre otras curiosidades encontradas en las declaraciones se incluyeron una daga las SS nazis e objetos religiosos medievales.

“Lo que sorprende es el exceso. Incluso si alguien es rico, no está claro por qué un funcionario estatal requiere 10 relojes de lujo, 30 parcelas de tierra o su propia iglesia personal”, dijo Berdynskykh en uno de los reportes que hizo.

“Algunos parlamentarios han publicado los nombres de las compañías off shore a las que están vinculados. Pero por el otro lado, otros no han declarado nada, alegando que no tienen cuentas bancarias, no tienen efectivo y viven solo con su salario oficial. Y todos sabemos que esto no es cierto”, escribió la periodista ucraniana.

Y no sólo la gente se enojó al conocer la riqueza que tenía su clase dirigente. También lo hicieron los miles de ucranianos en el Ejército, que reciben bajos salarios y que arriesgan sus vidas en la guerra contra los separatistas prorrusos en el este del país.

Hoy, y como informa el diario Moscow Times, la elección del comediante Volodymyr Zelenskiy como Presidente alertó a esta élite gobernante ucraniana. Él ya sacudió el poder vertical ucraniano con un discurso con grandes promesas para combatir la corrupción. Sin embargo, y como informa el medio ruso, muchos gobernadores (que son nombrados por el Presidente) y ministros están buscando contactos con el vencedor del domingo.

Volodymyr Zelenskiy, comediante, fue electo Presidente el domingo pasado.

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