El ex director de El Mercurio, Cristián Zegers, enfatizó que los medios de comunicación son esenciales para una sociedad democrática. Acá junto a José Miguel Simian.

fotos alejandro balart

El rector José Antonio Guzmán. Atrás observa el radical Carlos Maldonado.

Padres del rector, chochos: J.A. Guzmán y Eugenia Cruzat, junto a Carmen Luz Valenzuela.

El hoy director de El Mercurio, Carlos Schaerer, fue a ver a su antiguo jefe. También estuvo Jonny Kulka.

“No puedo servir a la sociedad si no converso con ella”.

La frase del director del Instituto de Filosofía de la Universidad de Los Andes, Joaquín García Huidobro, fue oída por los asistentes que coparon anoche el Aula Magna de la Universidad de Los Andes, para inaugurar el Año Académico, justo cuando cumple 30 años. Era parte de una presentación audiovisual donde esta entidad profundizó en sus énfasis —docencia, investigación y vinculación con el medio—, y que transparentó la vocación de influencia de sus miembros: el propio académico enfatizó que este diálogo lo ejercen en los medios de comunicación (él mismo es columnista dominical de El Mercurio).

La universidad se crea “para influir” acotará en otro momento la secretaria general, Pilar Ureta, mientras que el rector José Antonio Guzmán Cruzat reforzó que la Universidad “busca hacer oir su voz en el espacio público”, y desde una identidad clara —aquella que no concibe la libertad sólo acotada a la posibilidad de elegir, sino que cree que ésta tiene un fin, una verdad, que hace perfectible al hombre—, aporta al debate público.

Por eso no resultó extraño que el plato fuerte de la jornada fuera conocer un análisis sobre la incertidumbre de los medios de comuniación: Cristián Zegers, el ex director de El Mercurio hasta fines del año pasado, quien en poco más de 40 minutos inundó el auditorium con su pasión característica (transparento: fue mi jefe por largos años en La Segunda), que incluyó vozarrón y una catarata de ideas, dichas prácticamente sin pausa.

Crisis de TV; de medios de papel; los “antipáticos” muros de pago; la posverdad; el sesgo ideológico de ciertos periodistas; la diatriba contra esas “píldoras de pocos caracteres” —tuits— que no puede ayuda a construir una sociedad democrática sana; lo bueno del mundo digital que permite a “todos, todos” hablar y ser escuchados… los riesgos del mundo digital que no distingue lo bueno de lo malo y puede ser vehículo de odio… la “moderna piratería” de ese mismo mundo digital que sólo copian lo que publican los tradicionales. “Los grandes monopolios mundiales son hoy los digitales”, reforzó.

Zegers cerró enumerando razones para estar optimistas y un llamado claro a los ciudadanos: Deben entender que los medios de comunicación son esenciales para la democracia, la convivencia social. Todo terminó con un largo aplauso.

Los liberales Alvaro Fischer y Francisco Covarrubias también estaban invitados.

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