Cuatro de los ocho socios

Carlos Saieh

Alejandro Montero

Alejandro Reyes

Carlos Saieh

Maximiliano Vial

Con sólo tres años en el mercado, ya manejan más de US$ 1.200 millones. Están en el área infraestructura, inmobiliaria y hasta administran un fondo soberano de Noruega.

Ese es, en corto, el historial de la administradora general de fondos (AGF) Toesca, un emprendimiento fundado por un grupo de ex socios y ex ejecutivos de BTG Pactual que se independizaron para crear su propio negocio en septiembre de 2016.

Ahora lideran la empresa de gestión de dinero Toesca Asset Management, firma que la semana pasada adquirió el 49% de las concesiones de la española Sacyr en Chile en US$ 490 millones.

Con esto, la empresa fundada por Alejandro Reyes y Carlos Saieh añadió al portafolio su participación en cinco carreteras, el hospital de Antofagasta y el aeropuerto de Puerto Montt, El Tepual.

Según las compañías involucradas en el deal, los activos involucrados están apalancados y financiados, y su valor sin contar deuda ronda los US$ 2.000 millones.

“Toesca identificó una gran oportunidad debido a su olfato para los negocios y dado que Sacyr Chile requería recursos frescos para otras inversiones”, comenta una fuente conocedora de la operación.

¿Cómo nace Toesca?

Alejandro Reyes Miguel —ingeniero civil industrial de la Universidad de Concepción— cuenta con amplias redes en el mundo financiero. Formó parte del pool de socios de Celfin, que en 2012 vendieron a BTG en cerca de US$ 500 millones y allí compartió la propiedad con Juan Andrés Camus, Jorge Errázuriz, Maximiliano Vial, José Antonio Labbé y Alejandro Montero.

Sin embargo, en abril de 2016 Reyes dejó BTG, donde encabezó el área de Wealth Management. El paso siguiente era forjar un camino propio junto a su socio Carlos Saieh, al que conoce desde sus tiempos en Celfin Capital y que se desempeñaba como gerente general de la AGF de BTG.

Ese mismo año, dieron un golpe a la industria al comprar a Moneda Asset Management el fondo Toesca mediante su sociedad AR Capital SpA y su matriz Inversiones San Patricio Limitada.

“Nos motivó la convicción de que, a pesar de existir muchas AGF en Chile, había un espacio para un nuevo participante con un plan como el nuestro. No encontrábamos en el mercado alguien con nuestra propuesta, tanto en estructura de la administradora como en las clases de activos en las que nos enfocamos: infraestructura, rentas inmobiliarias, crédito privado y renta variable”, comenta Saieh.

La nueva sociedad buscó profesionalizar el gobierno corporativo de la compañía y estructuró un directorio. Para presidirlo contactaron al abogado de Claro & Cía. José María Eyzaguirre Baeza, dada su experiencia en varias mesas directivas.

2017, la máquina funciona

A los pocos meses dio frutos. En diciembre de 2016 lanzaron su primer fondo accionario; en marzo del año siguiente, el primer fondo de infraestructura, concretando su primera inversión con la adquisición del 49% de la sociedad concesionaria Ruta del Algarrobo, sociedad que opera y mantiene la concesión de la ruta que une La Serena con Vallenar.

A mediados de 2017, la firma lanzó su primer fondo de renta inmobiliaria, enfocado en activos comerciales de renta inmobiliaria, incluyendo oficinas, centros comerciales, residencias para adulto mayor y bodegas.

En el rubro de los bienes raíces, la empresa dio su primer gran paso a fines del 2017 al llegar a un acuerdo con Sencorp, firma ligada a Abraham Senerman, para adquirir por más US$ 180 millones la Torre A de Parque Titanium, que en esa fecha ocupaba BBVA y hoy lo hace Scotiabank.

Pero 2017 no solo fue fructífero en adquisiciones, también lo fue en atracción de talentos. Reyes y Saieh querían “expertos en distintas áreas y ojalá conocidos”, relata un ex ejecutivo. Durante el primer trimestre de 2017 llegaron provenientes de BTG nuevos socios: Augusto Rodríguez (exgerente inmobiliario), Katherine Boragk (exdirectora de inversiones de la banca privada), Augusto Noseda (exgerente de banca privada) y Rodrigo Rojas (ex gerente de renta variable). Y en agosto de 2017 y en enero de 2018, arribaron a la sociedad Maximiliano Vial y Alejandro Montero, respectivamente, nombres históricos de Celfin cuando se transformó en BTG.

Montero, de hecho, fue el último de los socios en dejar BTG tras la venta de Celfin en mayo de 2017; se radicó un año en París, pero volvió a trabajar junto a sus ex colegas.

“Es totalmente positivo trabajar en un equipo conocido. Un elemento relevante son nuestros cuatro pilares: contar con equipo con experiencia; nunca vamos a experimentar con los recursos de nuestros inversionistas, invertiremos exclusivamente en clases de activos donde hemos invertido en el pasado; procesos y sistemas de clase mundial, y el 100% de nuestro capital está invertido en nuestros fondos en los mismos términos y condiciones que los de nuestros inversionistas”, explica Maximiliano Vial.

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