El fondo Advent ha hecho sentir su presencia desde su ingreso a Enjoy en enero de 2018.

No sólo al nominar a cuatro de siete directores —tres colombianos y un chileno— sino por los movimientos en la plana gerencial. Dejaron el staff cuatro gerentes: Darío Amenábar, el de finanzas, en mayo; Vicente Figueroa, el del casino de Viña, en junio; Gerardo Cood, el gerente general, el 14 de enero, y Gonzalo Ugarte, de planificación, el 28 de enero.

En su calidad de mayor accionista, con un 34,4% de Enjoy, el fondo opera como se estila en su industria: permanece entre cuatro y seis años, rentabiliza su inversión y vende. Por eso, el desafío que tiene por delante es dar vuelta Enjoy.

En el año y tres meses que lleva socio de la mayor operadora de casinos de Chile puede sonreír, pero no aplaudir.

Enjoy renovó las licencias de los casinos municipales de Viña, Coquimbo y Pucón; le ganó Puerto Varas a Sun Dreams, y agregó San Antonio y Los Angeles. En total, son 13 casinos que le permitirán subir del 36,8% de participación de mercado, medido por ingresos brutos, al 43%, según ha dicho la empresa.

Bajó su endeudamiento de 6 a 2,75 veces, al cierre de 2018, gracias al aumento de capital por US$184 millones realizado por Advent que elevó el patrimonio y al prepago total de tres series de bonos y parte de un bono contraído a una tasa de 10,5% anual en EE.UU.

Por el otro lado, hubo números rojos: pérdidas por $25 mil millones, una rentabilidad sobre patrimonio negativa en 14,6% y un Ebidta (flujo de caja) que cayó un 5,8%, llegando a $58 mil millones, por menores ingresos y gastos destinados a una costosa consultoría contratada para mejorar el negocio.

Advent, con presencia en India, China, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, Enjoy es su primera inversión en Chile y en la industria de casinos de juegos.

Advent no posee oficinas en el país y sus tres directores colombianos —Mauricio Salgar, Ugo Posada y Lucas Marulanda, todos MBA y altos cargos en la oficina de Advent en ese país—viajan cada mes a Chile. El cuarto, Nicolás Bañados Lyon, economista de la UC, MBA de Wharton, trabaja en Megeve, el family office de los Solari Donaggio, una de las ramas socias de Falabella. Dicen que Piero Solari conoció a Salgar en el MIT y le recomendó a Bañados cuando buscaban un director local.

Con la entrada de Advent, el clan Martínez Seguí —Cecilia, Antonio, director de Enjoy, Ximena y Javier, actual presidente y ex gerente general (2005-2015)— pasó de tener el 57,7% de Enjoy al 28,7%. Y bajó un poco más, porque el 30 de enero la familia vendió un 2,5% para pagar créditos personales destinados a Enjoy y para lo que prendó acciones de la firma.

Los socios tienen un pacto de accionistas que le permite a Advent remover al gerente general con o sin razón y que la decisión sea ratificada por los Martínez en el directorio. Y reemplazar y designar al gerente corporativo de finanzas, probablemente el área más delicada.

Este lunes regresa Rodrigo Larraín, el ex gerente de finanzas de Enjoy que después ocupó el mismo puesto en Cencosud al cual renunció en diciembre. Ahora, lo hace como gerente general. Aunque es un hombre de la era Martínez, fue Advent quien lo entrevistó y visó su regreso.

En su primera etapa en Enjoy, los Martínez entraron a la propiedad del Conrads, el glamoroso casino y hotel de Punta del Este. Salió caro: costó US$ 290 millones que se pagaron en dos etapas y aumentó el endeudamiento de la empresa. Además, sumó otro problema: sus principales clientes son argentinos y brasileños, economías que no pasan por un buen momento, lo que afectó al Conrads.

Cuando llegue Larraín deberá liderar la colocación de un nuevo bono por US$83 millones para cancelar deuda, la que, a diciembre e 2018, alcanzaba US$484 millones. Es el segundo bono porque en noviembre Enjoy emitió uno por US$123 millones destinado en 70% a refinanciar deuda y un 30% a proyectos como renovar los casinos Pucón y Puerto Varas; y todos los tragamonedas en Viña y Coquimbo.