La salida de Fernando Reitich de la presidencia de CAP a fines de 2018 es una muestra de las divisiones internas que hay al interior de la acerera. Tras renunciar, acusó “pérdida de confianza” y el “choque contra la estructura antigua basada en simples ilusiones de poder”. Alude al grupo de antiguos ejecutivos de la empresa, que mediante pequeñas participaciones individuales ha liderado la firma por décadas. La cara más visible era Roberto de Andraca Barbas —hoy representado por su hijo Roberto de Andraca Adriasola—, a quien Reitich sucedió en la presidencia hace dos años. La próxima junta de accionistas será relevante para determinar el peso que sigue teniendo este grupo, sobre todo frente a su principal rival, el empresario Juan Rassmus Raier (heredero de Juan Rassmus Echecopar), que en el pasado ya intentó acceder al control del directorio.

La discordia entre los principales accionistas de la Clínica Las Condes (CLC) promete seguir, luego que la semana pasada la principal accionista, Cecilia Karlezi, compró un 9% de acciones y alcanzó el 26,7% de la propiedad. Con ello, lograría tres directores de nueve. Todo hace prever que nuevamente se enfrentará a la mesa que dirige el empresario Andrés Navarro, a quien Karlezi le exige una auditoría para aclarar las pérdidas por $10 mil millones derivadas de un error contable en 2017.

La china Tianqi hará su estreno como accionista de SQM luego de adquirir en diciembre el 24% de la propiedad en poco más de US$ 4.000 millones. Esas acciones pertenecían a la canadiense Potash Corp (hoy Nutrien), la que no tuvo una buena relación con el controvertido Julio Ponce, quien controla la minera a través de una serie de sociedades cascada. Tianqi tendrá derecho a nombrar tres de los siete miembros del directorio, y ya se anticipan posibles tensiones luego de que la compañía divulgara hace unas semanas un protocolo que define cómo se entregará la información sensible de la empresa a los directores de Tianqi, firma que tiene participación en otra productora de litio en Australia.

La junta de accionistas de Enel Américas debe zanjar un tema no menor: el polémico aumento de capital por US$ 3.500 millones. Los ejecutivos de Enel ya hicieron un roadshow en Estados Unidos para atraer inversionistas extranjeros, y pese a que en Chile los accionistas minoritarios, principalmente AFPs, han valorado la operación, no están conformes con su tamaño, por lo que la junta será el escenario propicio para intentar frenar la aspiración inicial de la italiana.

Los dos mayores accionistas de Blanco y Negro, Leonidas Vial y Aníbal Mosa, volverán a verse las caras en la próxima junta de accionistas. El año pasado, Vial le arrebató a Mosa la presidencia de la sociedad controladora de Colo Colo, y puso allí a Gabriel Ruiz-Tagle, pero ahora las cosas podrían darse vuelta nuevamente, luego de la renuncia de su director Paul Fontaine (13 de marzo pasado), que obliga a renovar el directorio. En 2018, Mosa elevó su participación en la sociedad a 34,76% (desde el 29,1% que tenía el año anterior), con lo que tiene derecho a elegir tres directores, uno más de los que tiene hoy; con ello, queda en condiciones de disputarle el control a Vial y Ruiz-Tagle, que tienen cuatro cupos con su 31,5%, en caso de conquistar los dos cupos que posee la Corporación Club Social y Deportivo Colo Colo.

Carlos Heller renunció hace dos semanas a la presidencia de Azul Azul, la concesionaria del club Universidad de Chile. En su reemplazo asumió interinamente un cercano: José Luis Navarrete. Tras su salida, resurgieron los rumores de venta de parte del 63% de Heller, pero se enfrentan a los pobres resultados que ha tenido deportivamente y el efecto adverso que tendría sobre el valor de las acciones. La concesionaria debe US$ 7,5 millones al Banco Santander, y una de las grandes dudas es si los accionistas minoritarios, donde está por ejemplo Daniel Schapira, aprobarán un aumento de capital para apuntalar a la compañía.