Jaime Ben-Dov tiene el 15% de la propiedad.

Jaime Sinay y Felipe Israel poseen el 85%.

Este lunes, los 23 locales de la cadena The Republic of Beauty amanecieron con la cortina abajo. Fue el paso siguiente a la solicitud de liquidación voluntaria presentada por el abogado Eduardo Marchi, de la oficina Grasty, Quintana, Majlis, el viernes pasado. Y la culminación del quiebre entre el fundador y socio minoritario de la cadena, Jaime Ben-Dov, y los mayoritarios, Felipe Israel y Jaime Sinay, o grupo Issis, por las iniciales de sus apellidos.

Fueron los dos últimos quienes optaron por pedir la quiebra. Ben-Dov no participó de la decisión de poner fin a la cadena fundada en 2012.

De este modo, las relaciones entre los socios están cortadas. Se entienden a través de abogados. El fundador de la cadena contrató los servicios de la oficina Vial Serrano; e Issis, al estudio Grasty, Quintana, Majlis.

La noticia de la quiebra sorprendió, especialmente en las redes sociales —fue tendencia en Twitter hasta entrada la noche del lunes, día en que La Tercera publicó la solicitud de quiebra— debido a que los locales de The Republic of Beauty se veían siempre con público y ofrecían productos innovadores como las máscaras coreanas de belleza, aceites de monoi de Tahití y amplio surtido para maquillaje y pelo.

Sin embargo, desde su apertura anotó pérdidas.

Eduardo Avayú sale; entra Issis

Los socios iniciales fueron Ben-Dov, ex gerente de marketing de Farmacias Ahumada por ocho años y de Laboratorios Maver durante 15, y Eduardo Avayú, socio de Cepech, del Instituto Profesional de Chile e hijo de José Avayú, controlador de Indumotora junto a su hermano León.

Aunque el mayoritario era Ben-Dov, con el 70%, la rápida apertura de locales exigió importantes aportes de capital de Avayú, lo que derivó en que los porcentajes cambiaran. Alrededor de 2014, Avayú tenía un 85% y Ben-Dov, el creador de la cadena de productos de belleza, 15%.

Ese era el panorama cuando el grupo Issis, de Israel y Sinay, dueños de las peluquerías Palumbo, lavasecos 5 A Sec y Domino´s Pizza, negociaron su ingreso a The Republic of Beauty.

A comienzos de 2016, compraron el porcentaje de Avayú y se hicieron del 85% de la cadena de belleza. La idea de Israel y Sinay era aprovechar las sinergias con Palumbo y vender los productos de belleza de The Republic of Beauty en sus peluquerías, que suman 55 locales, según su página web.

Ben-Dov se mantuvo en el cargo de gerente general.

Deuda real: $1.000 millones

Cuando entraron los nuevos socios, la cadena contaba con unos 15 locales y había perdido unos $700 millones el año anterior (2015).

Para apoyar el crecimiento, Sinay e Israel hicieron aportes de capital por $2.500 millones en los siguientes tres años, que aparecieron incluidos como parte de las deudas de The Republic of Beauty en los artículos de prensa.

Sin embargo, ambos podían capitalizar esos $2.500 millones siempre y cuando —sostiene una de las partes— Ben-Dov estuviese de acuerdo, según el pacto de accionistas. La consecuencia era que él se diluía bajando su participación y podía llegar a cero. Pero el asunto nunca se habría tratado entre los socios, por lo que ese dinero tendrá que ser asumido como pérdida por el grupo Issis. No podrá recuperarlo en la quiebra.

La deuda con los proveedores —Mall Plaza, Cencosud y fabricantes chilenos y extranjeros de productos de belleza— asciende a $1.000 millones.

Semana pasada sin luz

La alianza no rindió los frutos esperados. Las sinergias proyectadas por Israel y Sinay no se concretaron, lo que resultó muy negativo, pues desde el comienzo el problema de The Republic of Beauty fueron sus altos costos fijos —los arriendos en centros comerciales, donde estaban ubicados la mayor parte de sus tiendas, son caros— y no alcanzaban a ser cubiertos por las ventas.

La cadena llegó a vender unos US$10 millones anuales, contaba con 23 locales, y en su mejor ejercicio, 2018, las pérdidas fueron unos $300 millones.

Cuando no se veía en el horizonte la quiebra, los socios acordaron una reestructuración: cerrar locales que perdían plata, pagar las indemnizaciones y achicar la administración. Pero los socios de Issis habrían desistido por una cláusula que ellos habrían sentido perjudicial para sus intereses.

Los hechos se precipitaron. La semana pasada los centros comerciales les cortaron la luz a los locales de The Republic of Beauty. Esto ocurre cuando hay dos meses impagos de arriendo. Un proveedor de la cadena de belleza aseguró a La Segunda que tampoco le han pagado y que la razón sería que los cheques de The Republic of Beauty debían llevar doble firma: la del gerente general, Jaime Ben-Dov, y la de un apoderado del grupo Issis, quien no firmó. Por lo tanto, no pudieron entregarse los cheques a los proveedores ni a los centros comerciales.

Así, el viernes pasado, Israel y Sinay acordaron pedir la quiebra de la cadena, sin la anuencia de Ben-Dov.

Las tiendas están cerradas desde el fin de semana.

10

millones de dólares vendía la cadena al año.

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