Poder transversal durante décadas

Los 80. Industrias Cardoen fue el principal proveedor de armas para la guerra que Sadam Hussein mantuvo contra Irán. Las ganancias se estiman en US$200 millones.

1978 fue el año del salto a la industria de las armas. El enfrentamiento entre Chile y Argentina por el Canal Beagle, reflejó la necesidad de abastecer al Ejército chileno con más y mejor armamento. Cardoen inició la producción de minas antipersonales y armas antitanque.

1991. En una entrevista, la periodista Raquel Correa emplazó al empresario: “¿Cuántas personas han muerto por armas fabricadas por usted?”.

1992. Tanto Carlos Cardoen como su señora, Pilar Jorquera, fueron retratados por el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.

2001. Tras la inauguración de una cadena de hoteles en Varadero, Carlos Cardoen y Fidel Castro se juntaron a comer en La Habana. “Cociné con él una tortilla de erizos”, recordó Cardoen.

2009. Carlos Cardoen ha reconocido públicamente su apoyo a la campaña de Michelle Bachelet en 2005. En octubre de 2009, la ex Mandataria llegó hasta Lolol en compañía del empresario para inaugurar en conjunto el Museo de Artesanía Chilena.

2010. En compañía de la Primera Dama, Cecilia Morel, el Presidente Sebastián Piñera asistió a la reinauguración del Museo de Colchagua.

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“Llevo ya casi 25 años siendo acusado sin ni siquiera ser juzgado y con puros métodos fuera de la decencia y fuera de lo legal”, dice el empresario Carlos Cardoen, en conversación con “La Segunda”, luego de que Estados Unidos solicitara su detención preventiva, con miras a una posible extradición.

“Son 25 años en que me han tenido en una alerta roja y ellos siempre han sabido dónde estoy. Nunca han pedido la extradición, cosa que yo venía pidiendo desde casi los mismos 25 años”, añade el químico, filántropo, exfabricante de armas y hoy dueño de la Viña Santa Cruz.

El jueves de la semana pasada, Cancillería recibió una solicitud de detención con fines de extradición, emitida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en contra del empresario chileno que está próximo a cumplir 77 años.

La historia se remonta a 1993, cuando se activó esa alerta roja de la Interpol, solicitada por Estados Unidos, que le ha impedido salir de Chile desde ese año. EE.UU. lo acusa de contrabando de circonio para fabricar las bombas que vendía a Saddam Hussein.

“Estoy muy feliz”

—¿El Gobierno lo respaldará?

—Totalmente. Dada la disposición que ha tenido el Senado de apoyarnos en ese sentido, de pedir que se haga algo frente a esta persecución absolutamente ilícita. Ellos reaccionaron. Pero con este pedido de extradición me va a permitir defenderme, así que estoy muy feliz. No se puede triunfar sin antes luchar y yo me quiero defender.

—¿Pero usted está dispuesto a defenderse en Estados Unidos si se da la situación?

—Esto se va a ventilar en Chile, porque primero se debe tramitar la extradición a la Corte Suprema, eso requiere un trámite contemplado por la ley al que hay que someterse y dar la pelea.

—¿Pero ir a Estados Unidos?

—Te repito, estoy totalmente dispuesto a ir y dar la pelea.

—¿Usted violó la ley?

—Lo increíble en esto es que el delito no existe y los cargos que se hacen fueron haber exportado circonio de los Estados Unidos. Lo que yo hice fue importarlo, por eso, el delito no existe. En Chile no está tipificado el delito, y si estuviera tipificado, de acuerdo a la ley chilena, estaría prescrito hace muchos años. Yo no sé qué pretende esta gente, pero para mí es muy bueno saberlo, ya que he estado 25 años imposibilitado de viajar (…). No he podido ir a ninguna parte, he estado en Chile durante 25 años haciendo cosas por mi tierra natal, uno debe ser feliz y actuar en virtud de las circunstancias, por eso me he dedicado a hacer muchas cosas por Colchagua. Sé que la pelea no será fácil, pero la vamos a dar con todo.

—¿Y ahora está en el sur, trabajando con los abogados o paseando?

—Ahora estoy paseando y trabajando en el sur. A la edad mía hay que trabajar y también pasarlo bien.

23 senadores con Cardoen

Según un reportaje de Ciper, publicado en febrero de este año, el país norteamericano estaba al tanto de los negocios de Cardoen y la importación de circonio. La publicación señala que ello no representaba problemas mientras Irak combatía con Irán, un enemigo estadounidense más importante en ese momento. Pero cuando Hussein invadió Kuwait en 1990, el iraquí se transformó en adversario de EE.UU. y el negocio que involucraba al chileno dejó de ser inofensivo para Washington. La misma publicación narra que Cardoen se defendió, acusando al gobierno de George Bush de haber estado al tanto de que el circonio, comprado precisamente a Estados Unidos era utilizado para fabricación de bombas.

Tres años después de que se decretara la alerta roja, en septiembre de 1996, comenzó el lobby político a favor de Cardoen, que siempre cultivó lazos con figuras de la Concertación, de la izquierda, de la derecha y del antiguo régimen militar chileno (ver fotos en página siguiente).

En 1996, por ejemplo, fueron los entonces senadores Ignacio Pérez Walker (RN), Jorge Lavandero (DC) y Anselmo Sule (PR) los que pidieron interceder por él. Y recientemente, el 22 enero de 2019, 23 senadores, de Chile Vamos y la ex Nueva Mayoría aprobaron una resolución a favor del empresario colchagüino, en la que pedían al Presidente Sebastián Piñera que realizara “las gestiones políticas, diplomáticas y judiciales necesarias para dar auxilio al señor Cardoen frente a Interpol”. Además, solicitaban que en la próxima asamblea general de la Interpol, que se realizará en julio en Chile, se exprese la “preocupación” por la falta de prácticas institucionales adecuadas a “los estándares internacionales de DD.HH.”.

¿Por qué EE.UU. insiste hoy?

Las declaraciones a “La Segunda” del empresario chileno son un nuevo paso en su estrategia.

En septiembre de 2018, en entrevista a El Mercurio había dicho “quiero defenderme, quiero que me enjuicien”, adelantado la postura que ayer reiteró al enterarse de la orden de extradición: “Es una oportunidad de hacer valer mis derechos”

Sin embargo, la gran duda es por qué EE.UU. reactiva hoy su interés en el caso.

Edmundo Vargas (DC), exembajador y quien era subsecretario de RR.EE. (1990 -1993) cuando Washington activó la alerta roja, dice que “al leer el diario, me he hecho la pregunta de por qué ahora”. “Me tocó conocer el caso, yo era subsecretario y él me pidió una audiencia y lo recibí, pero no me atrevo a dar un opinión”, agrega, sin embargo, señala que le parece adecuada su estrategia. “Lo que ha dicho Cardoen, ‘quiero defenderme, quiero que me acusen', me parece muy bien”, añade.

Para el abogado penalista, Álvaro Varela es difícil “entender desde el punto de vista jurídico el tiempo transcurrido entre la investigación y la petición de extradición”. Sin embargo, cree que “cuando se vea la solicitud en la Corte Suprema, EE.UU. tendrá que dar las razones” y agrega que “si la persona requerida tiene la absoluta convicción de su inocencia, lo mejor que le puede ocurrir es que se lleve a cabo un juicio, que permita determinar si se le culpa o exonera su responsabilidad”.

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