Un “trabajo de arqueología” tuvo que hacer la directiva del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), encabezada por Carlos Maldonado, que asumió en agosto del año pasado, para recopilar los documentos que permitieron respaldar y sanear las observaciones equivalentes a $50 millones por las que el Servel había rechazado su balance 2017, correspondiente a la anterior administración de Ernesto Velasco.

La colectividad recibió la aprobación en enero de este año, liberando con ello el pago de la cuota fiscal que tenían retenida desde 2018. Sin embargo, las gestiones tuvieron un costo para el actual presidente radical y exministro de Justicia. Para cuadrar los números, Maldonado decidió donar $1 millón que faltaba por reintegrar a la cuenta de recursos públicos.

“Doné sin tener ninguna responsabilidad, porque el balance corresponde a la gestión 2017, y nosotros asumimos la directiva a fines de agosto del año pasado”, comenta. Por eso, cuenta que presentaron una causa en el tribunal supremo del partido contra el extesorero y el ex secretario general del partido por falta de diligencia en el cumplimiento de sus deberes.

“El Servicio Electoral había rechazado el balance, principalmente, por insuficiente respaldo de los gastos efectuados en el proceso de refichaje. Se incurrió en bastante gasto en la recolección de firmas, pero el respaldo no estaba en la forma que exigía el Servel”, explica el actual presidente radical.

Presidente del PR, Carlos Maldonado.

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Al igual que el proceso que está viviendo Evópoli y que ya logró sortear RD el 15 de marzo, reintegrando los montos gastados, otros partidos también tuvieron que aclarar pagos en comida y bebidas.

En noviembre del año pasado, la UDI tuvo que justificar una compra de carne y carbón por $163.517; $31.516 en pizzas; $11 mil en sopaipillas; $20.636 en Doritos, chorizo, malvas, papas fritas y pan; $56.527 en pechuga de pollo, guirnaldas y huevos; $36.686 en bebidas alcohólicas y $36.890 en un pollo asado, entre otros. Al final, la UDI logró aprobar su balance financiando esos gastos con recursos propios.

Entre los reintegros que hizo el Partido Socialista estuvieron $162.050 por la compra de una torta y adornos de Navidad, considerado por el Servel como un gasto que “no tiene relación con las actividades propias del partido”. El PS señaló que se trataba de una actividad para mejorar el clima laboral.

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