“La masacre de Nueva Zelandia se transmitió en vivo por Facebook, se anunció en 8chan, se volvió a publicar en YouTube, se comentó en Reddit y se expandió en todo el mundo antes de que las compañías tecnológicas pudieran reaccionar”. Así comentó por Twitter el editor de la sección de tecnología del diario The Washington Post, Drew Harwell, el atentado terrorista que un grupo de tres extremistas de derecha llevaron a cabo en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch dejando un saldo de 49 asesinados.

Brenton Tarrant, el joven de 28 años nacido en Australia y que asesinó a 40 personas en una de las mezquitas, no contento con grabar el hecho y compartirlo a través de la red social, horas antes había publicado en una página de internet un “manifiesto” de 79 páginas donde explicaba los motivos de su ataque. El link estuvo publicado en Twitter hasta que la red social canceló su cuenta.

“Sabía que no necesitaba sobrevivir para enviar el video a cualquier medio como prueba. Simplemente llenó diferentes plataformas de las redes sociales con nuevas cuentas para mostrar una historia muy unificada, y que lo ayudaron a contar esa historia”, agrega Harwell.

“¿Qué responsabilidad queremos que tengan estas empresas? En Reddit, uno de los sitios más populares en internet, la gente ha estado comentando el video en un foro llamado ‘watchpeopledie'. Y ocho horas después del ataque, se lo podía seguir viendo por YouTube”, agregó.

Reddit finalmente eliminó el foro 18 horas después de producido el atentado. Y Facebook eliminó el video cuando 23.000 personas ya lo habían visto durante la primera hora de publicación. En todo el tiempo que estuvo arriba de la red social de Mark Zuckerberg, 239 mil personas lo visualizaron.

A todo esto se suma que la brutal acción de Tarrant tuvo la misma estética que la de un videojuego. “De hecho, todo el ataque parecía orquestado para las redes sociales”, aseguró la cadena CNN.

Lee Jarvis, editor de la revista Critical Studies on Terrorism, afirmó ayer que internet ha brindado a los extremistas un espacio para conectarse con otras personas de ideas afines de una manera que “normaliza” la visión que tienen del mundo. “Si tienes un pequeño número de personas con las mismas ideas, estas ideas se sienten más legítimas y generalizadas de lo que realmente son”, dice Jarvis.

“El ataque terrorista en Nueva Zelandia arroja nuevas culpas a la forma en que las plataformas tecnológicas controlan su contenido. Sin embargo, los servicios de internet globales fueron diseñados para funcionar de esta manera y es posible que no haya posibilidad de controlarlo”, afirmó la revista The Atlantic.

Actualmente, la Comisión Europea presiona a las compañías de redes sociales “para que eliminen toda propaganda terrorista en una hora bajo amenazas de posibles multas futuras por incumplimiento, porque —afirman— la mayor parte de la distribución ocurre dentro de las primeras dos horas.

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