Café Pascucci, presente en 24 países.

El Boulevard Gastronómico Plaza de Armas o “El kilómetro 0 del sabor” es todo un hit a sólo días de su inauguración. El viejo paseo Bulnes, conocido como “el pasaje de la carteras”, hoy es un moderno espacio que alojará nueve restaurantes con terrazas en toda la extensión de la explanada oriente de la plaza.

Una recuperación del espacio patrimonial del centro, impulsada por alcalde Felipe Alessandri, que involucró inversiones de hasta 200 millones por local para adaptar espacios de 5 metros de altura, llenos de altillos improvisados en madera, que fueron transformados en locales de dos pisos.

Comedor Central, a cargo del chef Cristián Correa y su socio Ariel Sánchez está dedicado exclusivamente a la comida chilena. Aquí una paletilla de cordero vale $14.500 y el jurel escabechado, que viene con cebolla, ají verde, tomate y tocino con papas brujas, $9.200. El lugar ofrece además una generosa carta de tragos.

A pasos, La Sanguchera del Barrio y la Barra Chalaca, de Gastón Acurio, funcionan juntos y ofrecen gastronomía peruana. Un cebiche aquí vale en promedio unos 8.990 pesos y cualquiera de sus sánguches, 7.900 pesos con papas y jugo.

Mientras estamos en este lugar, Jorge Correa Sutil se acerca, mira la carta, pero se va. A pocos metros, en el elegante café Pascucci, Claudio Parra, de Los Jaivas, anota en una hoja. Espera la cuenta. Sale raudo.

En Comedor central dicen que atienden un 90% de clientes chilenos, en su mayoría ejecutivos. En Barra Chalaca dicen que un 30% de sus clientes son turistas. En una mirada rápida se ven americanos, asiáticos y brasileños en las mesas. Ya existe un dicho entre los que frecuentan en esta vereda: “Aquí está en sector de restaurantes, y allá el patio de comidas”, en alusión al portal Fernández Concha, donde la vienesa reina entre churrascos, chacareros, pizzas y platos chilenos. Aún existe El Portal (ex Bahamondes), donde —se dice— nació el completo. Sus vitrinas son un símbolo del centro: platos reales exhibidos durante días a los transeúntes que ven el inexorable avance de los ingredientes hacia la descomposición. Seis mil pesos vale aquí un chacarero de por lo menos medio kilo de peso. $5.800 una generosa pizza churrasco. A un costado los restaurantes clásicos del completo, donde se come de pie. La Ravera o Don José son líderes en este lugar: un italiano con una bebida cuesta $1.990. Dos completos y una bebida $2.290. Grito y plata entre universitarios, escolares y trabajadores del centro.

Al otro lado, pegadito al caballo de Pedro de Valdivia, la nueva estrella del entorno: La sigla “Stgo” en letras metálicas de color blanco de 2 metros de alto y de cuatro toneladas, para que los visitantes del sector puedan fotografiarse.

El completo de pie, un clásico del Portal Fernández Concha.

El bar del Comedor Central es el más generoso del sector.

Las vitrinas del Portal… (ex Bahamondes), la cuna del completo.

La barra chalaca en hora peak.

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