La primera vez, en 2015, fue como limpiadores de llantas. La segunda, en 2017, como jugo de fruta. Ahora, dos años después, en febrero pasado, simplemente venían en unas latas sin identificación, aunque en el manifiesto decía que era detergente. Así ha sido la evolución en las etiquetas que ha recibido la gamma butirolactona (GBL) para ingresar a Chile. Sustancia sin color, con una viscosidad a medio camino entre el agua y el aceite, se trata de una de las nuevas «drogas de violación» —también conocidas como drogas del amor— que andan circulando por el mundo.

Ahora, la PDI y Aduanas hicieron el hallazgo más grande del que haya registro en el país: 4,850 litros, que equivalen a unas 2 mil dosis. Según los antecedentes de la policía, la encomienda provenía de Holanda y el destinatario, de Vitacura, habría dicho que tenía propósitos recreativos entre sus amigos.

Uno de los problemas, dice el jefe del Departamento de Investigación de Sustancias Químicas (Disuq) de la PDI, Patricio Navarro, es el reducido margen entre una dosis recreativa y otra mortal. “En una persona de 80 kilos, aproximadamente, una dosis recreativa puede estar entre los 2 y los 2,5 ml, mientras que la dosis letal ronda por los 4 ml. Se han reportado muertes por sobredosis en Asia y Oceanía”.

“Los efectos comienzan a los 15 minutos de consumida y se prolongan por tres cuartos de hora. Luego cesan y con posterioridad a ese plazo podría haber una nueva ingesta”, describe Navarro, que es ingeniero químico. “Esta sustancia está siendo usada como droga de abuso, porque por sus efectos depresores una persona puede quedar a merced de otra, lo mismo que un benzodiazepínico”, explica.

La primera vez que fue decomisada en Chile, en 2015, cuando figuraba como limpiador de llantas, el importador también recurrió a un sistema de encomienda. En dicha ocasión el país de origen era Polonia y el destino, la comuna de Vitacura. En ese lugar, quien suscribía la encomienda dijo que su propósito era “recreación personal”, sin intención de comercializar el producto.

A diferencia de otras sustancias, que pueden ser detectadas por perros adiestrados, la GBL puede pasar inadvertida en esos controles. Además, su internación no es un delito. Desde la fiscalía se indicó que en casos semejantes, la GBL es trasladada al Instituto de Salud Pública (ISP) para realizar análisis y ahí es retenida. El comisario Navarro añade a esto que la importación de GBL se encuentra regulada por un decreto. “Las personas que deseen importar una sustancia como ésta deben estar inscritas en un registro que tiene la Subsecretaría del Interior. Este no era el caso, el que la encargó no estaba inscrito, por lo tanto, aquí hay una infracción por no tener permiso para traerla a Chile. Está controlado como precursor de una droga”, indica, dado que la sustancia en sí es lícita. El destino que se le da es la materia de preocupación.

La GBL es utilizada globalmente para la fabricación de gamma hidroxibutírico (GHB), una droga con efectos depresores (se supone que si se ingiere directamente GBL, el organismo hace la síntesis química para convertirla en una droga).

“En Chile no tenemos registro de fallecidos por la ingesta de este producto. Se produce en varias partes, principalmente en China. Ahora bien, en comparación las incautaciones en otros países han sido mucho más grandes. En Estados Unidos se han llegado a incautar 285 litros, en Europa en total se han hallado 47.394 litros (en la frontera polaco-lituana fueron 16 las toneladas recuperadas)”.

Para esta tarde está programada la reunión de directorio de TVN, donde se podría definir al nuevo director ejecutivo de la estación. Este reemplazará a Jaime de Aguirre, quien dejó el cargo en diciembre del año pasado (actualmente se desempeña de manera subrogante Alicia Zaldívar). Quien tendría una mayor posibilidad de asumir es el actual vicepresidente ejecutivo de Fox Latinoamérica, Edgar Spielmann. Esto mientras los sindicatos han votado una huelga, que todavía no se hace efectiva.

Anoche, en una entrevista con Patricio Fernández en Radio Sonar FM, De Aguirre criticó la forma en que el actual gobierno ha enfrentado la situación. A modo de especulación, dijo que “si ponen a Sergio Melnick —lo digo así de duro, porque me ha criticado hace cinco o seis años— uno podría pensar que vendría a poner la lápida”. A ello, De Aguirre añadió que TVN “tiene un dueño al que no le interesa el proyecto de una televisión pública como corresponde (…) Este no es un gobierno que haya dado muestras prácticas de poner la plata donde pone la boca, en términos de tener una TVN relevante. Quiere tener una TVN más chica, más acotada, más metida en programas de cultura comprados al Smithsoniano. Eso es transformar un gran guerrero de las comunicaciones en un juguete chico”.

De Aguirre dijo no tener buenos recuerdos del presidente del directorio que le tocó, Francisco Orrego. “El personaje al que nombraron presidente tuvo unos ataques increíbles contra este humilde servidor”.