Carabineros aún no ha elaborado estadísticas de un nuevo fenómeno: el robo de vehículos en las autopistas urbanas de alta velocidad.

Pero fuentes de la institución reconocen que hay “encerronas” de distinto tipo, como la que sufrió antenoche Nicole Nef, esposa del alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado (UDI). Desconocidos encapuchados y armados le cortaron el paso, cruzándose en su camino con otro auto, cuando ella encaraba el enlace de Quilicura con Vespucio Norte. A punta de pistola, la bajaron junto a sus tres niños, más su madre.

Otra modalidad delictual es la simulación de una panne y una tercera es la encerrona utilizando más de un vehículo, para obligar a parar a un conductor.

“Hay que hacer un llamado a las autoridades para combatir estas bandas y también a las concesionarias de las autopistas, porque todos los años sube el tag. Hay que incorporar medidas de seguridad. Se paga caro por andar en ellas”, señaló alcalde Delgado tras el robo a su mujer.

Su llamado tuvo eco en el Gobierno. “Las concesionarias y toda empresa tienen que hacerse responsables de las externalidades negativas que con su negocio pueden generar. En esto tiene mucha razón el alcalde Delgado”, dice la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.

Y aunque Carabineros tiene un funcionario de turno las 24 horas en las salas de operaciones de todas las autopistas —por lo que ante una persecución puede disponer de las cámaras de seguridad—, para la autoridad ello no es suficiente.

Ejemplifica con la circulación de vehículos con encargos por robo. Para ella, en esos casos “inmediatamente deben avisar a la policía para que puedan hacer la persecución rápida”. Sin embargo, la tecnología aún no está disponible: los registros de patentes en las concesionarias son manuales, pero ya se trabaja en una tecnología que permitirá suplir esa falencia (ver recuadro).

Aunque Martorel reconoce que la seguridad en terreno es fundamentalmente tarea de Carabineros y la PDI, para el exjefe de la División de Seguridad Pública, Eduardo Vergara, la responsabilidad también la tiene el Gobierno.

Asegura que las policías y el MOP saben que el enlace Quilicura, donde ocurrió el robo a Nef, es conocido por su peligrosidad. “Los sectores de estos delitos son prácticamente los mismos. Si sabemos dónde hay mayor vulnerabilidad, no hay excusa para que no exista este trabajo de coordinación entre el Gobierno, las autopistas y las policías, y poner mayor vigilancia”, señala.

Para el asesor en seguridad coronel (r) Pedro Valdivia, el peso se lo debieran llevar las concesionarias: “Ellas son las responsables, porque es una actividad privada. Tú pagas por ingresar ahí. Si vas a algún lugar privado en donde pagues por estar, es responsable la persona a la que le estás contratando el servicio. Ellos te tienen que ofrecer seguridad y eso abarca todo: seguridad vial y delictual”.

Sin embargo, para el ingeniero en transporte y experto en seguridad de tránsito Milton Bertin, hoy “no hay nada que pueda hacer la autopista”.

“Las únicas fuerzas responsables de la seguridad pública son Carabineros e Investigaciones. Son los únicos que pueden aplicar la fuerza. Y cualquier camino o carretera de Chile, sea concesionado o no, es un bien nacional de uso público”, responde el presidente de la asociación de concesionarios Copsa, Leonardo Daneri Jones.

Y agrega: “Pusimos las herramientas para apoyar la labor de Carabineros e Investigaciones. Por ejemplo, tenemos cámaras, colaboramos al máximo. Lo que sí nos hace muchísima falta es que tengamos un registro unificado de patentes y direcciones de los conductores; con más de 5 millones de automóviles, no puede ser que tengamos un sistema de registro manual de las patentes”.