Hemos tenido un aumento de

20% mes a mes

en Chile”.

Nikos Drandakis,

Beat.

La idea es incluir bicicletas e incluso motos eléctricas”.

Ignacio Gutiérrez,

Cabify.

En 2019

ofreceremos una plataforma integrada de movilidad”.

Grace Schiodtz,

Uber.

Un meteórico crecimiento han tenido en Chile las aplicaciones de transporte privado Beat, Uber y Cabify. De los 50 conductores con los que partió Uber, la primera aplicación de este tipo en el país el 2014, ahora las compañías dicen tener un total de 205 mil choferes inscritos en sus plataformas y una serie de planes para seguir creciendo en el país.

La más nueva es Beat, compañía de origen griego controlada por Daimler AG, que entró al mercado nacional en octubre de 2017. “Desde entonces, hemos tenido un aumento de 20% mes a mes en Chile. Además estamos en Bogotá, Ciudad de México y Perú, y para el 2019 tenemos pensado seguir creciendo hasta ser el principal jugador del mercado tanto en Chile como en las principales ciudades de Latinoamérica”, comenta a La Segunda el CEO global de Beat, Nikos Drandakis.

El empresario ha sido llamado por los medios internacionales como “el griego que quiere ganarle a Uber”. La app ganó tracción en Grecia mientras el país atravesaba su profunda crisis financiera y los taxistas comunes se quedaban sin trabajo. La aplicación hizo las operaciones de los conductores más eficientes. Y de los 40 mil euros y tres empleados con los que la empresa partió en esa época —Drandakis salía a las calles en persona para tratar de captar conductores—, ahora Beat es una multinacional que cuenta con el apoyo de gigantes como la controladora de Mercedes y BMW, que en un joint venture le inyectó a la plataforma cerca de US$ 1.130 millones.

Beat dice contar con 50 mil conductores inscritos en Chile y está cerca de haber transportado 2 millones de pasajeros desde que comenzó a operar en el país.

La compañía se ha hecho famosa en el mundo por sus agresivas estrategias para ganar participación de mercado. En Chile, por ejemplo, entregan incentivos especiales a sus conductores que pueden superar los $300 mil al mes, a lo que se suma la ganancia por viajes. América Latina fue el primer mercado donde entraron tras salir de Grecia.

Cabify y Uber siguen creciendo

Cabify cuenta con 50 mil conductores según su country manager, Ignacio Gutiérrez. Claro que algunos conductores pueden tener más de una aplicación instalada en sus celulares.

La plataforma es controlada por el grupo español Maxi Mobility, que también es dueña de la app Easy Taxi. “Para 2019 planeamos lanzar una nueva aplicación de scooters eléctricos e integrarla después con Cabify, para que todo pueda hacerse desde la misma app. La idea es incluir bicicletas y, en el futuro, incluso motos eléctricas” comenta Gutiérrez.

Pero los planes de Cabify van más allá. La idea de los controladores es transformar la aplicación en una plataforma que se coordine también con el transporte público, como el metro. “Si Cabify tuviera integrado, por ejemplo, los recorridos del metro, su algoritmo podría calcular cómo hacer tu viaje más óptimo desde varios aspectos. La app te diría que tomes un scooter que está a cinco metros de tu casa y que llegues justo para tomar el metro”, dice el ejecutivo.

En tanto, Uber es la plataforma de transporte privado más grande del país. Con 85 mil socios conductores activos mensualmente y 2,2 millones de usuarios entre Arica y Punta Arenas, en 26 ciudades (según datos de la misma aplicación), la empresa norteamericana sigue liderando este mercado.

La app quiere alcanzar los 100.000 conductores inscritos este año, impulsar más la adopción de mujeres socias y transformar a Uber en una “plataforma integrada de movilidad, más sustentable”, según la gerente general de Uber en Chile, Grace Schiodtz.

A todo esto se suma la llegada de la llamada “Uber china”, Didi Chuxing, que contrató al ex gerente legal de WOM, Felipe Simonsohn, como su nuevo director de Asuntos Corporativos. El titán del transporte privado actualmente cuenta con más de 550 millones de usuarios en más de 1.000 ciudades, en países entre los que se encuentran México y Brasil. Y la competencia se viene dura, porque las “espaldas” de Didi no tienen precedente en el mundo: entre sus inversionistas figuran las dos empresas tecnológicas más grandes de China, Alibaba y Tencent. Eso sí, la fecha de su lanzamiento a las calles es un secreto aún bien guardado.

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