Las rentas que pagó don Patricio por la concesión de su club debieron ir a Bienes Nacionales”

Quien fuera apodado “Corazón de Chileno” por la garra con que jugaba la Copa Davis, dejó el club de tenis en La Dehesa que hasta el año pasado llevó su nombre. Y se fue a hacer clases al Estadio Palestino.

Hasta allá lo siguieron sus alumnos, muchos de los cuales no tenían idea del vía crucis económico que pasaba Patricio Cornejo, originado por una cadena de errores y que reveló la semana pasada la revista Sábado.

Experto en derecho administrativo, Roberto Garrido, quien se declara fanático del tenis, comenzó a entrenarse con Cornejo hace cinco años. “De a poco me empezó a contar su historia, porque es muy reservado. Yo trabajaba en la Contraloría General de la República, suponía que con el cambio de contralor me iban a pedir la renuncia y pensaba abrir mi estudio de abogados. Y así fue. Me instalé con mi señora, también abogada, y tomamos la decisión de ayudar a don Patricio”.

Le pidió los antecedentes e hizo un estudio de títulos. “Me llamaba la atención que los terrenos de su club fueran de la municipalidad, porque estando en la Contraloría me tocó hacer una transferencia desde el ministerio de Bienes Nacionales al municipio de Lo Barnechea para la construcción de la población Juan Pablo II y esos terrenos eran colindantes con los de don Patricio”.

Garrido detectó que, efectivamente, el “rancho” de Cornejo se había levantado en terrenos fiscales y no municipales, por lo que prepara acciones legales.

“Voy a presentar una denuncia a la Contraloría por la falta de fiscalización de Bienes Nacionales respecto de un inmueble que le pertenece desde 1996 cuando el ministerio lo inscribió a su nombre y sobre el cual no hizo nada. Las rentas que pagó don Patricio por la concesión debieron ir a Bienes Nacionales”.

También estudia una demanda civil para exigir una compensación a la Municipalidad de Lo Barnechea “por las construcciones realizadas en los terrenos (ubicados en la calle San Francisco de Asís) que siempre se le informó que eran municipales hasta el año pasado cuando nos dimos cuenta del tremendo error. El año ‘96 debieron haber elaborado un nuevo decreto de concesión y don Patricio pudo haber decidido si continuaba o no”.

Dice que Cornejo invirtió $1.000 millones en una piscina temperada, siete canchas de tenis, una de fútbol, gimnasio, cafetería, oficinas y estacionamientos. “El avalúo fiscal son más de $800 millones, al primer semestre de este año”.

“Juega como si tuviera 40”

En 2004 el municipio, a la hora de aprobar la recepción final de la piscina temperada objetó un metro y medio en exceso, que no era parte de la piscina, sino de la obra. “Era una suerte de bodega que se podía demoler, pero en lugar de darle esa alternativa le cerraron la piscina durante casi un año”.

Las consecuencias fueron devastadoras: los clientes se fueron, las deudas se acumularon, Cornejo dejó de pagar el dividendo de un departamento en Puerto Velero y salió a remate.

También perdió el control de su club. El asesor que le recomendó inyectar capital terminó siendo el socio mayoritario: Jorge Salvatierra, ex gerente general de VTR y actual presidente del directorio de Canal 13, director de Entel y Dimacofi. Una de las exigencias de la municipalidad de Lo Barnechea para renovar la concesión en 2004 fue que Cornejo no tuviese más de un 20% de la sociedad.

Pero lo peor vino después: el crédito con el banco —según contó Lupe Muñoz, la mujer de Cornejo, a Sábado— era por $500 millones y debieron dejar en garantía dos casas (en una vivían y la otra la tenían arrendada) en La Dehesa. Perdieron ambas y a raíz de las demandas laborales de ex trabajadores, el 20% del club que conservaba Cornejo salió a remate y la compró Salvatierra.

Siguió haciendo clases de tenis en el rancho donde invirtió sus ahorros. Era también encargado de la rama y recibía un pago por el uso de la marca Patricio Cornejo. “De eso vivía hasta que, a mediados del año pasado, lo despidieron, le pagaron la indemnización y cesó el acuerdo de derecho de marca. Todo ocurrió cuando supieron (Jorge Salvatierra y su hermano Claudio) que don Patricio quería participar en la licitación de los terrenos, al igual que los Salvatierra, que hará Bienes Nacionales en marzo”, cuenta Garrido.

Cornejo se presentará asociado con Maurice Khamis (dueño de MK y socio del Grupo Patio) a la licitación que, originalmente, era privada, es decir, participarían la familia Salvatierra y Cornejo. En diciembre Bienes Nacionales cambió de criterio y será una licitación pública de arriendo a cinco años al mejor postor.

“La concesión siempre estuvo amarrada a que fuese un proyecto social con beneficios a la comunidad. Que fueran colegios municipales de la comuna, personas de la tercera edad, deportistas destacados, Carabineros, lo que ya no corre en esta licitación pública”, dice el abogado y agrega que eso contraviene la utilidad pública que se le debe dar a un bien fiscal.

“Yo admiro a don Patricio: hace entre cinco y ocho diarias de clases particulares y tiene 75 años. Juega como si tuviera 40”, asegura Garrido, quien entrena tres veces por semana con él y ya matriculó a sus hijas de nueve y tres años.

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