El día que yo me muera quiero que mi restaurante no lo paren ni cinco minutos”

José Ignacio Vivanco

Dueño de Los Buenos Muchachos

Héctor Gutiérrez, conocido como «El Coto», entró a trabajar al restaurante «Los Buenos Muchachos» a comienzos de los 90, como portero. Ahí estuvo dos meses y después pasó a la cocina, lugar que en la práctica no abandonó hasta el sábado pasado. Esa noche sufrió un ataque al corazón y murió a los minutos, en un comedor al que lo llevaron sus colegas para darle los primeros auxilios. Su muerte no pasó inadvertida para los parroquianos que estaban en el local, algunos de los cuales criticaron en redes sociales que el sitio hubiera seguido funcionando. De hecho, la Seremi Metropolitana de Salud inició un sumario por no aplicar la «auto suspensión» de labores.

Dueño estaba en Pucón

José Ignacio Vivanco (58), el dueño del tradicional recinto de Avenida Ricardo Cumming, se encontraba en Pucón la noche del sábado. Casi de inmediato supo lo que le había pasado a «El Coto». “Buena parte de su vida la hizo aquí. Supimos cuando se puso a pololear, cuando se casó y cuando tuvo a sus hijas. El vivía en una casa que tenemos justo al frente del restaurante. A veces cuando no tenía turno, llegaba a almorzar y a conversar con los amigos. Es que nosotros vivimos de esto. Hubo un tiempo que él estuvo en otro local que tenemos en Beaucheff. Tenía intenciones de devolverse al sur, de donde era, pero como sus hijas están en Santiago trató de mantenerse aquí”, dice.

De la noche en que «El Coto» se murió, Vivanco tiene dos cosas que decir. La primera, su versión de cómo fue que ocurrieron los hechos. “El estaba en la cocina y cayó al piso. En 13 minutos llegó la HELP pero no fueron capaces de reanimarlo. Entonces, el personal colapsó, porque nadie podía seguir trabajando, y cerraron la cocina y las puertas del local. La orquesta siguió funcionando como 15 ó 20 minutos. El negocio empezó a cerrarse, pero no es fácil evacuar a 800 personas”.

Y cuenta que “había un matrimonio, con 50 ó 60 personas, que fueron los más complicados, porque no querían irse, y decían que no podía ser, que no los podían echar, les ofrecimos irse al local de Buin y al final les devolvimos la plata, que era como un millón de pesos”.

Enfrenta críticas

La segunda, por las críticas que ha visto en las redes sociales porque con el difunto ahí el local no «bajó la cortina de inmediato». “Las redes sociales le han puesto un color impresionante. No es tan simple como decir ‘murió alguien y tiene que cerrar'. Están las grabaciones en video donde se ve a qué hora se cerró el negocio, la cocina. Es cosa de minutos entre que murió y todo se cerró (…) Mi papá, que fue el que creó este restaurante, dijo que el día en que él se muriera quería que su local siguiera funcionando. Y así fue, hace como tres años, aunque él ya estaba retirado hacía tiempo, el local siguió atendiendo y el funeral pasó frente al negocio, lo salimos a despedir y todo, pero para nosotros esto no es una cosa que deba parar. Entiendo que mucha gente diga que cómo es posible que no hayamos parado, pero el día que yo me muera quiero que mi restaurante funcione, que no lo paren ni cinco minutos”.

De la muerte del «El Coto», Vivanco dijo sentirse sorprendido. “No tenía ni 50 años. Era un gallo muy grato, gentil y muy buena mano para la cocina. Era un maestro de cocina avanzado, capaz de hacer platos él solo. Era bien busquilla, porque siempre estaba proponiendo hacer nuevos platos”.

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“Los Buenos Muchachos” pasó de ser una picada clandestina a convertirse en uno de los locales de comida favoritos de los políticos. Partió en 1939 en el patio trasero de una verdulería de calle Cumming.

Desde los tiempos de la UP, personas ligadas al gobierno de Salvador Allende asistieron al local: con frecuencia se veía a Luis Corvalán o Gladys Marín (PC). También lo visitaban miembros del gobierno militar e integrantes de la CNI. El recinto ha sido testigo de diversas celebraciones políticas, como el lanzamiento de campañas presidenciales y actividades para reunir fondos. Ex Presidentes como Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet han estado más de una vez, así como políticos de diversas tendencias. Ultimamente colectividades como RN y la UDI han celebrado sus aniversarios en dicho local.

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