La bacteria de listeria —que en las embarazadas puede causar la muerte del feto— encontrada en la fruta exportada por Río Duero, coincide con la nueva norma Food Safety Modernization Act (FSMA) que dictó el año pasado Estados Unidos y que está siendo aplicada gradualmente y que incluye la calidad del agua, la limpieza y un seguro especial para los exportadores.

Río Duero, la frutera de propiedad de Diego Ruiz Tagle, quien además es su gerente general, embarcó 1.727 cajas de duraznos frescos, 1.207 de nectarines y 365 de ciruelas frescas a Estados Unidos. A raíz del hallazgo de la bacteria de listeria en los exámenes a que fue sometida su fruta y el packing antes de ser embarcada, le informó al recibidor Jac Vanderberg. Y este a su vez le comunicó a la autoridad sanitaria estadounidense, la Food & Drugs Administration, lo que se conoce como autodenuncia.

Como consecuencia, Jac Vandeberg procedió a retirar los duraznos, nectarines y ciruelas de las cadenas de supermercados donde estaban siendo vendidos, entre ellas, Walmart, Costco, Aldi y otros establecimientos más pequeños.

“No se sabe dónde fue el contagio, porque la fruta fue procesada en un packing de la exportadora Subsole”, explicó el ministro de Agricultura, Antonio Walker, al ser consultado esta mañana por La Segunda. Sin embargo, desde Río Duero precisaron a El Mercurio que “la bacteria fue detectada en la planta de Subsole en Isla de Maipo que presta servicios de embalaje”.

“Cuando se tomaron las primeras muestras algunas fueron positivas y otras negativas y demoraron diez en estar listas. Y se mandó a hacer una nueva muestra y ahí salieron todas positivas”, precisó el ministro Walker.

Ni Río Duero ni Subsole respondieron a los llamados de La Segunda. La información sería canalizada a través de la Asociación de Exportadores (Asoex) que anunció una conferencia pasado el mediodía.

FSMA traspasa riesgo

al recibidor

La nueva norma FSMA exige a los recibidores hacerse responsables de cualquier riesgo que haya en los alimentos que importan en Estados Unidos. “Esta ley ha hecho que los recibidores se pongan más exigentes con las empresas exportadoras, que ahora deben contar con seguros de responsabilidad civil o recall en caso que la fruta sea retirada de los supermercados, porque ese costo que asumen las cadenas lo traspasan al recibidor y éste al exportador”, afirma el gerente general de una frutera.

Los exámenes microbiológicos para detectar salmonela, escherichia coli y listeria no son obligatorios según la FSMA. Pero hay exportadoras como Río Duero que optaron por hacerlos y eso incluye a la fruta y a los packings.

La más complicada de las tres bacterias es las listeria, que produce fuertes malestares estomacales y en que, en caso, de no ser tratada a tiempo puede llevar a la muerte.

Walker: “No es un mal

debut para Chile”

“No es un mal debut para Chile por la FSMA. Todo lo contrario, habla muy bien de nuestro país, porque no es un requisito obligatorio hacer los análisis microbiológicos. La exportadora se autodenuncia (ante el recibidor). Y la FDA nos informó no ha encontrado listeria en los análisis que ha hecho (en Estados Unidos)”, sostuvo el mistro de Agicultura.

Rio Duero exporta arándanos, cerezas, uvas, nectarines, duraznos y ciruelas que compra entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos.

En su página web detalla que su producción es biodinámica, lo que describe como “un enfoque holístico, ecológico y ético de la agricultura, la jardinería, la alimentación y la nutrición”.

En términos simples, su producción busca “crear un ecosistema agrícola diversificado y equilibrado que genere salud y fertilidad tanto como sea posible dentro del propio campo. Los preparados a base de estiércol fermentado, minerales y hierbas se utilizan para ayudar a restaurar y armonizar las fuerzas vitales del campo y para mejorar la nutrición, la calidad y el sabor de los alimentos que se están produciendo”, sostiene el sitio de Río Duero.

Antonio Walker, ministro de Agricultura.

Diego Ruiz Tagle, socio y gerente general de la exportadora Río Duero.

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Para poner en práctica la nueva ley FSMA (Food Safety Modernization Act), que entró en vigencia este año, se comenzaron a dictar cursos que preparan a productores, encargados del packing e importadores de fruta. Edmundo Araya, gerente general de Fruis-Safety organiza seminarios que además de impartir los cursos, asesora a exportadores e importadores sobre las nuevas reglas del juego.

“El mayor cambio con la entrada en vigencia del FSMA es que ahora el responsable de tomar muestras al azar y hacer inspecciones a los productos, es el importador. Además, ahora asume la responsabilidad civil y penal si a algún ciudadano estadounidense le pasa algo al consumir los productos, proceso que antes le correspondía a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)”. El experto señala que esto no es un traspié para los chilenos. Lejos de ser un mal debut, explica “esto es un auto retiro, un estupendo ejemplo de una buena práctica de inocuidad alimentaria”. Sobre la bacteria que habría contaminado las frutas, dijo que “sobrevive a temperaturas muy bajas, lo que obliga a cambiar todos los freezers en caso de contagio”.

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