Cuando Jorge “Toto” Yarur Bascuñán otorgó el 30 de noviembre de 1999 un poder amplio de administración a su primo segundo Daniel Yarur Elsaca, el total de sus bienes sumaba US$150, 3 millones.

Más de la mitad de ese patrimonio correspondía a acciones del BCI que Toto Yarur tenía como persona natural y a través de su sociedad Tarascona y de Empresas Juan Yarur.

Al poner fin amistosamente al mandato de administración, el 29 de marzo de 2010, en lugar de un 12,56% de papeles del BCI tenía un 5,7%.

La explicación es simple: Daniel Yarur vendió todas las acciones que su primo segundo tenía en Empresas Juan Yarur, mediante la cual Toto Yarur poseía un 6,86% del BCI, según el inventario de los peritos forenses y expertos de KMPG contratados por el dueño del Museo de la Moda..

La operación fue realizada el 4 de enero de 2002 y tuvo como comprador a Inversiones Petro, la sociedad de Luis Enrique Yarur Rey, primo hermano de Toto y presidente y controlador del BCI, y sus hermanos.

El precio de venta, según el informe, fue un 34,7% menor al de mercado. Además, se le otorgó un plazo de pago de dos años y medio.

En conversación con La Segunda, Juan Pablo Hermosilla, abogado de Jorge Yarur, analiza la gestión de Daniel Yarur y los efectos sobre el patrimonio de su cliente.

El testamento de Toto Yarur

—Pese a la venta del 6,86% de acciones del BCI Daniel Yarur hizo crecer el patrimonio de su cliente a US$244,5 millones, un 62,7% más que cuando lo recibió.

—El aumento patrimonial no se debe a una buena gestión de Daniel Yarur, sino al incremento de valor de las acciones del BCI. Si él no hubiese vendido (el 6,86% del BCI), el patrimonio de Jorge Yarur sería superior a US$1.000 millones.

Hermosilla calcula que, al precio actual, el 6,86% del BCI tendría un valor de US$626 millones. Como hoy su cliente mantiene un 4,54% del BCI (su porcentaje bajó porque no suscribió los últimos dos aumentos de capital), lo que, en bolsa, cuesta US$420 millones, el total sumaría US$1.046 millones.

—¿Fue una pérdida patrimonial pensando que además vendió a un 34% menos que el precio de mercado?

—Efectivamente, Jorge Yarur perdió más de la mitad de las acciones del BCI que tenía antes de la llegada de Daniel Yarur por la venta que hace a un precio sustancialmente inferior al de mercado. Y que se paga a dos años y medio con los dividendos que va produciendo el banco.

—¿Cuánto le afectó a su cliente conocer esta noticia?

—Jorge no es una persona apegada al dinero. No es que le duela la pérdida patrimonial, le afecta la inmoralidad del fraude del cual es víctima, la mala fe y la traición de Daniel Yarur.

—Su cliente le otorgó un poder tan amplio a Daniel Yarur que podía seguir manejando sus bienes incluso después de su muerte.

—Como Jorge no tiene herederos visibles (es hijo único y sin descendencia), Daniel Yarur tiene la administración de sus bienes después de su muerte. Y lo realiza mediante el otorgamiento de un testamento de Jorge Yarur a través del cual se crea una fundación donde va a parar todo su patrimonio. Esa fundación sería administrada por Daniel Yarur sin obligación de rendir cuentas.

—¿La confianza de su cliente era por el parentesco o porque Daniel Yarur era superintendente de Valores cuando partió el mandato en septiembre de 1999?

—Es básicamente por el hecho de ser superintendente, encargado de velar por la transparencia y la corrección del mercado de valores. Cómo se iba a imaginar que esta persona, que era su primo segundo y presidía la Comisión Interamericana de Mercado de Valores, lo iba a defraudar.

Dos departamentos y finiquito de $250 millones

—El poder le permitió a Daniel Yarur fijarse un sueldo de $50 millones mensuales. ¿Por qué recibió dos departamentos en Vitacura en 2005?

—Había un terreno que era de Jorge Yarur y se levantaron dos edificios. Y Daniel se pagó con dos departamentos, dos bodegas y cuatro estacionamientos.

—¿Cuando su cliente le puso fin a la asesoría le pagó un finiquito por $250 millones a Daniel Yarur?

—Daniel le plantea que le pague $500 millones, un mes por año, pero como una señal de buena fe y de que quiere salir bien le hace una rebaja y lo deja en la mitad. En esa escritura Daniel Yarur plantea que no le debe nada.

—Si la relación terminó tan bien, ¿por qué Daniel Yarur presentó una demanda de cobro de honorarios diez meses después?

—Yo creo que trató de hacer calzar la cifra de dinero que él se llevó en forma fraudulenta y cuando fue sorprendido inventó la explicación de que la plata faltante correspondía a honorarios profesionales. Hoy se acabó la discusión (con el fallo de la Corte Suprema en contra de Daniel Yarur).

Pendientes hay un juicio de Jorge Yarur en contra de su primo exigiendo el pago de US$60 millones faltantes en su patrimonio. Otro por lavado de dinero y fraude bancario en Nueva York, “donde Daniel Yarur abrió 32 cuentas corrientes”, dice Hermosilla, que alegará en marzo para que el juez acepte la competencia de su tribunal. Y una demanda en Islas Vírgenes Británicas por si hubo dinero trasladado allá por Daniel Yarur para que sea reintegrado.

Jorge Yarur, dueño del Museo de la Moda.

Daniel Yarur,

ex superintendente de Valores

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