La ola de calor de hasta 37 grados que se pronostica para este fin de semana en Santiago no se sentirá igual en todas las comunas. Según un estudio realizado por los geógrafos de la Universidad de Chile Hugo Romero y Pamela Smith, hay distintos factores que explican este fenómeno.

Ambos diseñaron un mapa de calor que muestra cuáles son las zonas en donde la temperatura se siente más intensa. Esto lo lograron (por primera vez en 2012) a través de un sistema matemático al unir los datos de Conama, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y universidades, con información sobre áreas verdes, porcentaje de superficies impermeabilizadas y altura de las edificaciones.

Smith explica que se sentirá más calor donde hay menos vegetación pero más casas y pavimento, por lo que la zona centro y norponiente serán las más afectadas, mientras que el sector oriente, el menos.

Romero, doctor en Geografía, agrega que “en general las comunas menos afectadas siempre han sido las del sector oriente, principalmente porque cuentan con mayor presencia de vegetación, menores densidades en la mayor parte de las comunas y, por supuesto, por las brisas que se desencadenan en los valles y quebradas cordilleranas de Los Andes”.

Añade que las islas de calor se van desplazando a lo largo del día: en la mañana, comunas como Maipú son las que registran las temperaturas más altas, en la tarde las más afectadas son las del norte (Independencia, Cerro Navia , Pudahuel), mientras que en la noche el centro de Santiago será el lugar más caluroso. Según el experto, esto ocurre porque esa zona alberga un número importante de altas edificaciones, las cuales absorben los rayos solares durante el día y los liberan en la noche. Es por esto que Smith habla de las “islas de calor nocturna”, porque los materiales de las edificaciones ayudan a la liberación de calor hacia la atmósfera.

Los especialistas concuerdan en que los edificios impiden una correcta ventilación. “Por eso nuestra preocupación por el crecimiento indiscriminado en sectores que ya son propensos a islas de calor, como Estación Central. Mientras mayor es la superficie construida, más calor absorben durante los horarios de radiación”, señala Romero. A esto los expertos le llaman “ cañones urbanos”, conformados por calles que están rodeadas por edificios de altura, como el Paseo Ahumada y Avenida El Bosque, en Las Condes.

La mejor forma de pasar los días calurosos, señalan, es acudiendo a zonas verdes o lugares precordilleranos. “Las áreas verdes consumen calor en sus procesos y, por lo tanto, siempre están reduciendo la temperatura”, dice Romero. Además, agrega Smith, “la sombra que producen los árboles es siempre mejor a la que generan las edificaciones”.

El metereólogo de la Dirección Metereológica de Chile, Orlando Cortés, explica que los factores que influyen en estas olas de calor “dependen de las configuraciones sinópticas. Generalmente, cuando tenemos estos eventos de temperaturas extremas, es porque hay una condición de estabilidad atmosférica muy grande: cielos completamente despejados, aire que desciende desde el sector cordillerano y se posa en los valles. Esto, sumado al periodo del año en que estamos, es casi seguro que tengamos eventos que pueden durar más de uno o dos días”.

No será la primera vez en que los santiaguinos tengan que soportar una ola de calor de esta magnitud.

En los últimos 10 años, la estación meteorológica de Quinta Normal, en el centro de Santiago, registró temperaturas cercanas a los 37 grados en dos ocasiones, ambas en 2017.

Ese año, entre el 16 y el 21 de enero, los termómetros marcaron 36,9 grados, y hace exactamente dos años, entre el 24 hasta el 27 de enero se alcanzaron 37,4 grados en la capital.

El febrero de 2018 también hubo temperaturas extremas en la zona central del país con máximas de 37 y 35grados en las regiones de Valparaíso y Metropolitana.