Globos, remolinos, adornos con los seis colores propios de cada línea y cientos de personas expectantes para entrar a la nueva Línea 3 (L3) del metro—de 22 kilómetros y 18 estaciones—, fueron la tónica de esta jornada de día martes.

El viaje inaugural, que comenzó a las 8:50 en la estación Parque de Almagro, se sintió como un recorrido cualquiera en hora peak, el calor del verano, el tumulto de prensa, políticos ansiosos, vecinos curioso y la presencia del Presidente Sebastián Piñera.

El protagonista de la convocatoria fue justamente el mandatario, quien llegó junto con la ministra de Transporte Gloria Hutt aproximadamente a las 8:30 para subirse al carro del debut, donde ya estaban los alcaldes de Santiago Felipe Alessandri y de La Reina, José Manuel Palacios, y parlamentarios como Francisco Undurraga, Giorgio Jackson, Andrés Allamand y Guido Girardi, además de la participación de algunos vecinos que se beneficiarán con el nuevo servicio.

Se dio el vamos y con el sonido icónico que indica el cierre de puertas, comenzó el viaje, tan brusco en su partida que casi hace que todos los allí presentes se abalanzara contra el presidente Piñera. Entre risas, el mandatario conversó con los medios y con las autoridades presentes, incluso sacándose selfies con algunos.

El tren recorrió ininterrumpidamente hasta la estación Plaza de Chacabuco y luego a Conchalí, donde se subió el alcalde de la comuna, René de la Vega. Luego partió rumbo a Los Libertadores, donde comenzó la ceremonia inaugural, con un público expectante a escuchar los discursos de Louis de Grange, presidente del Metro de Santiago, y de Piñera, quien señaló que “hoy es un buen día, no sólo para los habitantes de Conchalí, Independencia y Quilicura, sino para todos los habitantes de Santiago y todos los habitantes de Chile. Esta línea va a significar un cambio, nos permite extender la Línea 3, la más larga, que se conecta y se integra al resto de todas las líneas”.También anunció nuevas líneas (ver recuadro).

A diferencia de lo ocurrido en noviembre del 2017 con la L6, que abrió sus puertas al público aproximadamente a las 16 horas, la L3 estuvo habilitada para los usuarios inmediatamente después de la ceremonia de apertura, a eso de las 10 de la mañana. Aunque había estaciones que seguían manteniendo su cierre perimetral de construcción, como fue el caso de la estación Villa Frei donde se pegaron carteles para señalar el ingreso.

33 km de profundidad

El estándar de las estaciones de L3 es igual al de la L6: con andenes con puertas automáticas, trenes sin conductor, acceso universal y autoservicio para la recarga de las tarjetas bip!. Pero también tienen curiosidades.

Las estaciones Cal y Canto, U. de Chile y Plaza Egaña, que son combinación con L1, L1 y L4, respectivamente, tienen 33 kilómetros de profundidad. Otras tres serán las de mayor afluencia de público: Los Libertadores con más de 36 mil usuarios, Plaza Egaña con más de 26 mil y U. de Chile con un estimado de 21 mil usuarios.

También se destacan las seis estaciones que van en paralelo a la Avenida Independencia: hospitales, Plaza Chacabuco, Conchalí, Vivaceta, Cardenal Caro y Los Libertadores, ya que esa zona no tenía conexión directa con el tren subterráneo.

Vecinos protestan

Pero no todo fue celebración durante la inauguración. Aunque no se esperaba la presencia de autoridades en la estación Fernando Catillo Velasco de La Reina, los vecinos del sector estuvieron desde temprano manifestando su malestar por las vibraciones que se sienten con los trenes que llegan a esta parada.

Gabriela Pantoja señaló a TVN que hay casi un centenar de vecinos que acusan tener problemas visibles en sus casas. “Los principales son desprendimiento de azulejos, rompimiento de cañerías, daños en ventanas. Pero lo principal en ese sentido es patrimonial, porque ya hay gente que quiere irse y vender a cualquier precio. Esto ha pasado en la Línea 6, es una constante. Y nosotros aquí somos la parte de La Reina, donde vivimos trabajadores manuales, intelectuales, pequeños empresarios. No tenemos dinero para reponer las viviendas”.

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De las 18 estaciones que componen los 22 kilómetros de la Línea 3 (L3) de metro, al menos cuatro — Estación Los Libertadores, Plaza Chacabuco, Parque Almagro y Fernando Castillo Velasco—, se convertirán en hitos urbanos por conectar sectores emblemáticos para un santiaguino.

Es el caso del Estadio de la Unión Española, en calle Santa Laura, Independencia, que se convertirá en el tercer recinto deportivo del Gran Santiago en tener una estación de la red de trenes subterránea en sus inmediaciones, después del Estadio Monumental (L5) y Estadio Nacional (L6). El punto de encuentro en este sector es la estación Chacabuco, que se emplaza en la plaza del mismo nombre, y que además tiene cerca el Hipódromo de Chile (construido en 1904), el estadio Independencia y poblaciones emblemáticas como la de los trabajadores de la vega. La zona fue remodelada por completo con pavimentación de concreto, se reparó la emblemática pileta y se plantaron árboles para promover el uso del espacio como paseo familiar.

Este sector se une con La Reina, donde por primera vez hay una estación de metro en calle Larraín, en la estación Fernando Castillo Velasco, que pese a que no tiene la venia de algunos vecinos, cambió la imagen del sector residencial. El punto se conectará con un nuevo recorrido de Transantiago (D03c), que transitará desde Peñalolén a esta zona y Plaza Egaña, otra estación de la L3 que combinará con L4.

Una estación que llama la atención es la de Parque Almagro, ubicada en el parque del mismo nombre que va en paralelo con la Avenida Santa Isabel, y que está rodeada de universidades, servicios públicos, el Paseo Bulnes, y los emblemáticos juegos Diana, creados en 1934 pero funcionando como parque de entretenciones desde la década del 70, que está ubicado en calle San Diego, donde se emplazan decenas de libreros y el Teatro Caupolicán.

A esto se suma la estación Los Libertadores, en el límite entre Huechuraba y Quilicura, que se convierte desde hoy en el primer punto de conexión de la red subterránea con esta zona del Gran Santiago. Está ubicada a un costado de la autopista Vespucio Norte, es conocido por tener industrias y distribuidoras alrededor y el centro urbano El Cortijo, que desde 1991 creció y se ha poblado de oficinas y bodegas en arriendo.

Este metro servirá también para acortar el tiempo de viaje de buses interurbanos que vienen de localidades del norte, pues algunos podrán parar en la estación intermodal que se creó en este lugar. Se suma la conexión entre Quilicura y la estación Los Libertadores, con cinco nuevos recorridos del Transantiago. Esto, a la espera que culmine la construcción de las tres nuevas estaciones de la extensión de L3 que llegará a la Plaza Quilicura.

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El Presidente Sebastián Piñera llegó pasadas las 8.30 a la estación Parque Almagro, el punto de encuentro para iniciar el recorrido por la nueva L3 en su inauguración. Estaba ingresando al sector de la boletería cuando fue abordado por los equipos de prensa. Y en sus primeras declaraciones destacó que el Metro se convierte en la segunda red subterránea de Latinoamérica y después de México, y la primera en la zona sur del continente. También advirtió que con la extensión del tren subterráneo “estamos diciéndole adiós al Transantiago, que fue una muy mala política pública”. Y añadió: “Los 140 kilómetros (de metro) son una red amplia y robusta pero vamos a seguir creciendo. Viene la Línea 7, 8, 9, y 10, y cuando tengamos la red completa, la mitad de los habitantes de Santiago va a poder caminar de su casa hacia la estación del metro”.

Sobre las líneas que vienen, adelantó que pronto se iniciará la planificación, diseño e ingeniería pensando en la construcción de la Línea 7, que podría descongestionar la Línea 1.

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