Una ola de críticas de lado y lado desató la decisión del gobierno de enviar al Congreso un veto aditivo a la llamada “Ley de la Jibia” aprobada recientemente.

El ministro de Economía, José Ramón Valente, explicó que este proyecto no permitirá la pesca de arrastre para capturar el recurso, sino que mantendrá la llamada línea de mano o potera, que utilizan los pescadores artesanales, y agregará el método de cerco, que pueden usar artesanales e industriales, como arte de pesca.

Pero el método que quiere introducir el gobierno, según el ingeniero pesquero y doctor en Ciencias de la Universidad de Cádiz, Dante Queirolo, tiene un problema técnico que hace imposible que la jibia sirva para el consumo humano luego de la extracción.

El académico de la Universidad Católica de Valparaíso explica que el método de cerco es un sistema de captura que funciona encerrando a la jibia en sacos de red que miden hasta dos kilómetros, los que capturan toneladas de jibia que, para llevarlas a bordo, usan bombas de succión que generan un daño mecánico al molusco y le quita valor para el consumo humano.

Explica que la aplicación de este sistema, que “obedece a presiones sociales”, termina siendo un sistema deficiente e improductivo: “La idea es que exista eficiencia productiva tanto para artesanales como para industriales. Si te obligo a capturar con cerco, eso finalmente no tiene un uso productivo, te estoy obligando a ser ineficiente”.

Y llamó la atención respecto al sistema de arrastre, el que considera que se ha “demonizado” sin razones técnicas.

Para capturar jibia, explica, no es necesario que la red llegue al fondo, por tanto no es un método que arrase con los recursos marinos. Se utiliza lo que se denomina “columna de mar”, con redes de distintas extensiones e incluso con agujeros de diferentes tamaños, que permiten que las especies que no son jibias, puedan escapar. El impacto, asegura, es mucho menor del que se cree.

Por eso es crítico de la decisión del gobierno de eliminar el arrastre.

“La mejor decisión del gobierno debería haber sido el veto completo, no parcial, no vetar un arte de pesca”, agrega.

Es más, sostiene que todos los sistemas de captura tienen problemas, incluso el de línea de mano que, si no tiene tecnificación a bordo, sólo puede ser utilizado por pescadores jóvenes y fuertes: “Las personas mayores no pueden levantar la jibia, es un tema físico que termina en un desgaste humano”. Este sistema es una línea larga de hilo de plástico que tiene ganchos en sus extremos y es luminosa, lo que atrae a la jibia.

La mejor idea, según el experto, es “que se autorice una cuota (de pesca) y que se capture con el mejor método que cada sector pueda utilizar”. Porque, recuerda, las cuotas de captura de jibia del sector artesanal no se completan. De acuerdo a Sernapesca, lo que capturan los artesanales son unas 130 mil toneladas, sólo 75% aproximadamente de su cuota total.

Dante Queirolo, académico de la UCV.

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