FOTOS ALEJANDRO BALART

En la punta de diamante que generan las calles Januario Ovalle y Germán Riesco en la zona alta de Zapallar —los lugareños le dicen a esta parte «el centro»—, desde hace unos meses funciona el restaurante Camelias. El nombre fue idea de la esposa de Erwin Alarcón (47), un ingeniero eléctrico de la Universidad Federico Santa María, que tiene una debilidad por la gastronomía desde que trabajó en la cocina del Hotel Pucón cuando era chico. Por eso comenzó con un café, que luego transformó en este restaurante que hoy atienden once personas. Alarcón contempló dar un paso más y junto con otras dos personas —Nicolás Achurra y Diego Galmez— se presentó en la licitación municipal para obtener la concesión del restaurante César, en Zapallar.

Ahora, dos meses después de que plasmó la idea en una oferta para gestionar el tradicional restaurante, el empresario está enfrentado a la Municipalidad de Zapallar, que tras haberle adjudicado la concesión por tres años (2018 – 2021) decidió anularla y asignarle la administración de manera provisoria, sólo por cinco meses, a Gastón Escobar, dueño de Donde Gastón, un centro culinario que funciona en la Laguna de Zapallar.

Todo porque el municipio, sólo al final de la licitación, fue de la opinión de que Alarcón y sus socios —que son los representantes legales de la oferta— no podían obtenerlo debido a que el empresario no puso en una declaración jurada que era cuñado de un concejal. Alarcón vive hace más de 30 años en Zapallar, le hizo una instalación eléctrica a la comuna y tiene arrendado un edificio al Departamento de Educación del municipio. Es conocido.

“No estoy dispuesto a que se enlode mi imagen, avalada por mi vasta trayectoria profesional en la región y el país”, dice el empresario, que ha hecho trabajos para la Compañía General de Electricidad (CGE).

Dos de sus abogados presentaron ante el municipio un recurso de ilegalidad en contra del decreto que el 14 de diciembre pasado anuló la adjudicación del César. El municipio que encabeza Gustavo Alessandri (independiente pro UDI) tiene 30 días para responder ese recurso. Si es adverso, Alarcón y sus socios contemplan ir a la Corte de Apelaciones o a la Contraloría. Dice Gonzalo Rojas, uno de sus abogados, que el parentesco entre el empresario y el concejal Felipe Zamorano no era inhabilitante y así lo refrendan en un escrito de 25 páginas.

“Actuamos de buena fe. Desde el primer momento cumplimos todos los requisitos y fuimos transparentes con la información. Tanto, que nos escogieron el mejor oferente. Nunca se pensó que podría afectarme algún conflicto de interés y menos que existía esta causal de inhabilidad. Esto me provoca una profunda decepción. Trabajamos más de dos meses en esta propuesta y no sólo los socios, sino muchos colaboradores. A eso se suma el daño a mi imagen personal. No existe inhabilidad para participar en la licitación y menos existió algún tipo de arreglo”, indica Alarcón.

El ingeniero tiene una empresa con 56 trabajadores que se dedica a hacer instalaciones eléctricas. Partió en la provincia de Petorca y ahora se ha expandido a otras zonas no sólo para compañías de luz sino para la instalación de los sistemas en los condominios que se están construyendo en la zona costera.

Tortillas y camarones

El 1 de enero, el César reabrirá con 40 mesas en vez de las 60 que llegó a tener. Las 20 menos se deben al espacio para que los viandantes puedan caminar por la rambla, andar en bicicleta o pasear con un coche. El plato tradicional era la tortilla César, con tomate y ají verde; aparte de los tradicionales canapés de camarones con mayonesa y las machas a la parmesana.

Durante la administración pasada llegó a ocupar a 42 personas, en jornadas que se iniciaban a las 10:00 de la mañana y concluían después de medianoche. Ahora, a días del inicio de la temporada alta, los antiguos administradores están desocupando el lugar, mientras los entrantes aplican barniz a los pilares.

Hay coincidencia en que es el restaurante mejor ubicado de todo Zapallar, porque a diferencia del Chiringuito, el otro sitio de renombre, está al borde de la playa. En la licitación que fracasó y que no se hizo por Mercado Público, la oferta mínima por temporada alta era de $5 millones (del 1 de diciembre al 28 de febrero) y por la temporada baja de $1 millón 300 mil (1 de marzo a 30 de noviembre).

La propuesta de Alarcón, Achurra y Gálmez obtuvo 90 puntos en la comisión evaluadora, la más alta calificación entre las que se presentaron. Alarcón, por ahora, no sabe si se integrará a una nueva organización en caso que el César se licite de nuevo.

“Primero debemos resolver la controversia actual y luego pensar en el futuro. Si se mantiene el escenario actual, no podré participar en ningún proceso licitatorio que realice el Municipio de Zapallar, pero no descarto que mis socios lo hagan. Es una decisión de ellos”, afirma y dice que la decisión del municipio “fue precipitada y equivocada (…) la relación de parentesco, de la cual nunca renegué, no fue observada en ningún momento en el proceso de evaluación”.

Alarcón en Camelias, en la parte alta de Zapallar.

LEER MÁS
 
Más Información