El padre, Fernando Larraín Vial, fue un histórico corredor de bolsa. María Peña Claro, la madre, era hija única y heredó una chacra de 150 hectáreas en Lo Fontecilla. En una cuadra de la calle del mismo nombre viven sus tres hijos educados con una institutriz francesa y otra inglesa.

Fernando (84), el mayor, es el controlador de Watt's y su filial Viña Santa Carolina y de la corredora LarrainVial, que no heredó, sino que se la compró a su papá y a su tío Leonidas. Carlos (76), el menor, fue presidente e importante financista de RN, pero no logró conquistar el corazón político de su hermano.

Francisca, la hermana del medio, tiene una relación indirecta con Watt´s. Está casada con el abogado Patricio Prieto, fundador del estudio Prieto, del que es socio Benjamín Grebe, defensor de Watt's en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). Justamente aquí es donde se da la última batalla de Larraín Peña: consultó si Colun está obligada a publicar los precios de la leche que paga a sus productores.

¿Cuál es el interés de Watt's en este tema? En el imaginario colectivo, la firma es una fábrica de mermeladas, pero sus mayores ingresos provienen de los lácteos (46%) y, más atrás, de los derivados de la fruta (23%), oleaginosas (18%) y vinos (13%). Cuenta con 53 marcas como Loncoleche, Calo, Danone, Chef, Belmont y Frutos del Maipo.

Al tercer trimestre anotó ventas por $320 mil millones y utilidades por $11.839 millones, 12,9% por sobre 2017.

De sus dos negocios, Fernando Larraín Peña —ingeniero civil de la U. de Chile, viudo hace un año de Josefina Cruzat Infante, con quien era muy unido— tiene presencia sólo en el directorio de Watt's, donde posee un 51,08% junto a sus cinco hijos. En la mesa lo acompañan tres: Fernando, Aníbal y Santiago. El primero vela por los destinos de LarrainVial como su presidente; el segundo se ocupa de Watt's desde la vicepresidencia y el tercero es gerente general de Santa Carolina, pero a contar del 31 de marzo asumirá como gerente general de Watt's, en reemplazo del histórico Rodolfo Véliz, quien se mantendrá ligado a la empresa. Su yerno Felipe Soza Donoso completa el abanico familiar en el directorio de nueve miembros de Watt´s.

Tres comienzos en su vida

En la recepción de leche cruda —aquella que compran las empresas lácteas a los productores—, Colun lidera con un 28% y le siguen Soprole con 19%, Nestlé con 18% y Watt's con 14%, según Odepa.

Cuando, en 2004, el TDLC solicitó transparentar a las tres más grandes lo pagado a sus productores mediante una “pauta de precios”, Colun no fue incluida, a pesar de ser entonces la tercera más grande con un 19%. En el trío entraron Soprole, Nestlé y Watt's, que hace 14 años compraban el 23%, 20% y 12%, respectivamente.

Por eso, ahora Watt´s contraataca y exige que Colun publique sus precios. La aludida se defendió en el TDLC diciendo que no es necesario, porque sólo les compra a sus socios y no al mercado abierto, pero Watt's explicó que no hay un “mercado spot” de la leche, donde cualquiera compra a último minuto, porque compiten por captar productores de largo plazo.

Lo curioso es que sea una compañía mediana y no Soprole o Nestlé la que dé la pelea. Pero es conocido que cuanto más grande es una empresa, más lejos quiere estar de las autoridades antimoponolios. Soprole además es controlada por una cooperativa neozelandesa.

Y está el carácter de Larraín Peña, descrito como un hombre que “ha tenido momentos difíciles en lo comercial y personal y le pone el pecho a las balas”.

Dejó el cargo de director de la corredora en 2016. Dicen quienes lo conocen que, pese a su pasado de socio del grupo Cruzat-Larraín junto su cuñado Manuel Cruzat Infante, con fuerte presencia en el negocio financiero (Banco de Santiago, Consorcio, Colocadora Nacional de Valores), le gusta más el sector industrial.

Por algo, cuando en 1992 separan aguas, Cruzat se quedó con Cruz Blanca, dueña de una isapre y una aseguradora de vida, y Larraín con Viña Santa Carolina, el holding de Watt's y Loncoleche.

Ese fue su tercer comienzo. Tenía 59 años, dejaba atrás uno de los grupos más grandes de la historia de Chile que fue intervenido y liquidado. Antes, en los 60, fue uno de los “pirañas” junto a Javier Vial y Ricardo Claro. Apodados así porque compraron mucho en poco tiempo.

Colun y “competencia desleal”

Con 730 productores-cooperados, Colun anotó utilidades por $57 mil millones en 2017, según su balance.

Su memoria, eso sí, no es pública. Al solicitarla Watt's a la Subsecretaría de Economía, que fiscaliza a las cooperativas, no la entregó argumentando confidencialidad de los cooperados. La empresa de Larraín Peña recurrió al Consejo de Transparencia.

Si bien el empresario no empujó la consulta al TDLC, sí apoyó la propuesta de Rodolfo Véliz, su gerente general.

“Le molesta profundamente —dicen en la compañía— la competencia deseal”. Que haya distintas reglas para los actores del mercado lácteo, no sólo por la famosa pauta de precios, sino porque los cooperados de Colun no pagan impuestos por las utilidades que reciben como socios de la cooperativa. Cosa que no ocurre en Europa ni Estados Unidos. La discusión, en todo caso, podría ser inútil. En 2014, la Corte Suprema, en dos sentencias, falló a favor de las sociedades de dos socios de Colun, a raíz del cobro del impuesto a la renta que les cursó Impuestos Internos.

28%

de la leche de los productores chilenos compra Colun, la número uno. Le siguen Soprole con un 19%, Nestlé con18% y Watt´s con14%.

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