Antes de ser concejal Felipe Palacios (46) era inspector del liceo de Zapallar. Difícilmente imaginó que dos años después de ser electo estaría en medio de la polémica por el restaurante César, un ícono gastronómico del balneario cuya licitación fracasó por un conflicto de interés que increíblemente nadie notó hasta que fue tarde.

“Mi cuñado era uno de los socios que se presentó en la licitación para el restaurante y ahí hay un tema bien ambiguo y extraño”, cuenta Palacios”. “No sé si a las personas de la comisión evaluadora se les pasó. Pedí una investigación, porque al final salí mal parado yo, salió mal parado mi cuñado. Se habló de un ‘arreglín' y quiero ser bien claro: no tuve ninguna injerencia en que se lo adjudicara Erwin Alarcón y Compañía. Yo me enteré que postulaba en el concejo y me abstuve”, dice.

Una polémica como ésta no es algo inédito en la trayectoria del César. Claro que hasta 2010 su historia transcurría en calma. Así había sido desde 1932, cuando lo fundó César Rojas, un ex garzón a quien el alcalde Diego Sutil le planteó poner un quiosco al borde de la arena. Tres generaciones de Rojas lo tuvieron hasta que al alcalde Nicolás Cox se le ocurrió concesionarlo ese 2010, lo que le significó que dos concejales pidieran su destitución.

Un menú cuestionado

Ahora, en 2018, el nuevo alcalde, Gustavo Alessandri Bascuñán (36), independiente pro UDI, se encontró ante un cuadro casi tan complejo cuando ya creía haber encontrado un administrador por los siguientes tres años. De momento, el miércoles, en el concejo pasó una medida de parche, para que reabra por cinco meses (está cerrado desde abril). Lo dejó en manos de Gastón Escobar, originario de Maitencillo y dueño de Donde Gastón (abierto en 2016 en Laguna de Zapallar).

Hay que remontarse a febrero para ver el inicio de la controversia. Ahí Alessandri terminó con la concesión de Margarita Espergue (44), que había heredado de la época de Cox. Ya en abril de 2017 surgieron cuestionamientos: había un informe sobre el incumplimiento de las condiciones de concesión, entre otras cosas porque había dejado de ser una “microempresa familiar” (el texto decía que el César tiene 74,24 metros cuadrados de superficie interior y 97,2 metros cuadrados afuera y que requiere refacciones).

La historia de esta concesión partió poco después de que el municipio acabó con la gestión de los nietos de César Rojas, cuyo local se volvió un clásico de la comuna donde viven 7.339 personas.

El fin de la saga familiar de Rojas pasó un 22 de julio de 2010 y curiosamente los dos funcionarios que firmaron esa decisión cayeron en desgracia, pero por otras razones. El administrador municipal y el jefe de finanzas fueron condenados por fraude al fisco en 2016.

“Poca transparencia”

Después que el alcalde Alessandri terminó con Espergue, se anunció que el edificio sería refaccionado y se licitaría de nuevo. El concurso no se realizó mediante el portal Mercado Público. En las bases se decía que quien ganara tendría el restaurante entre el 15 de diciembre de 2018 y el 2 de julio de 2021. La oferta mínima por temporada alta (1 de diciembre a 28 de febrero) era de 5 millones de pesos y por temporada baja (1 de marzo a 30 de noviembre), de 1 millón 300 mil pesos. Se impuso la Unión Temporal de Proveedores de Erwin Alarcón (47), contratista de servicios eléctricos al municipio y cuñado de Palacios.

Dicha condición, inhabilitante para participar, no fue declarada por Alarcón y tampoco fue advertida por la comisión evaluadora. El municipio recién se dio cuenta después de que la concesión hubiera sido adjudicada, el miércoles de la semana pasada. El alcalde convocó a un concejo extraordinario para el viernes donde se votó anular la adjudicación y hacer un trato directo.

La concejala Claudia Vargas decía el martes, un día antes de la sesión de concejo donde se discutiría el trato directo, que todos sabían que el elegido iba a ser Donde Gastón. Otros afirman que el viernes pasado Alessandri le habría hecho la oferta a Escobar y éste de inmediato se habría puesto a hacer pedidos. “Yo sabía que la licitación que fracasó tenía nombre desde hace dos semanas. Después, el viernes el alcalde pidió autorización para un trato directo y llamar a tres oferentes, pero me abstuve de aprobarlo. Todo el mundo sabe en Zapallar que mucha gente quiere administrar el César porque da muchos recursos. Hubo poca transparencia”, dice Vargas.

Desde el municipio se indicó que el parentesco entre Palacios y Alarcón no fue informado por éste último, “situación que vulneró los parámetros y puntajes asignados (…) Todas las medidas y resoluciones de la autoridad una vez anulada la licitación apuntan a que el restaurante pueda estar en operaciones durante este verano. Una vez finalizada la temporada estival, el municipio procederá a realizar una nueva licitación pública para adjudicar la operación”.

Este

verano el restaurante abrirá en manos del dueño de Donde Gastón

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