“Al recorrer las galerías del centro de Santiago me siento orgulloso de nuestra ciudad cosmopolita, limpia, democrática, con locales bien cuidados y mucha diversidad de personas: desde los ejecutivos del barrio La Bolsa hasta inmigrantes, tribus urbanas y empleados públicos”, dice el arquitecto urbanista Iván Poduje. Explica que parte su recorrido emergiendo al Paseo Ahumada desde la estación del metro Universidad de Chile y camina oyendo a cantantes y predicadores hasta la Plaza de Armas, donde se toma un café en alguna terraza cerca de la Catedral. Luego entra al Portal Fernández Concha y camina entre las vitrinas con sándwiches hasta el Pasaje Matte, para terminar su periplo en la Galería Edwards, con sus barberías, zapaterías y tiendas de antigüedades.

El Banco de Chile entabló a fines de noviembre una demanda contra Natalia Compagnon —nuera de la ex Presidenta Michelle Bachelet— por una deuda impaga de casi $7 millones, correspondiente a una tarjeta de crédito emitida por esa entidad en febrero de 2014.

Esta es la primera acción judicial del banco contra Compagnon, luego de que ambos se vieran involucrados en el caso Caval, que surgió luego de que a fines de 2013 ella y su esposo, Sebastian Dávalos (hijo de Bachelet), se reunieran con el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, y obtuvieran un crédito por unos US$10 millones, destinado a adquirir un terreno en Machalí. Esto derivó en una investigación de la Fiscalía Regional de O'Higgins. En el último capítulo de esta saga, el pasado 18 de octubre, la Corte Suprema rechazó un recurso de nulidad presentado por Compagnon contra la sentencia que la condenó a 541 días de presidio, por delito tributario cometido entre 2013 y 2014.

La demanda del Chile, acogida a trámite por el 22° Juzgado Civil de Santiago, considera el “embargo (de bienes muebles e inmuebles) en su contra por $6,6 millones”, dice.

Consultados al respecto desde el viernes, ni Banco de Chile ni Compagnon ni su abogado se quisieron referir al tema.

Compagnon tiene además dos juicios pendientes con el Banco Santander. En uno de ellos, éste le exigió el pago de $14 millones por un crédito de junio de 2013.

Me ascendieron a subgerente en el área de operaciones y estoy intentando hacer cambios, pero no resultan. He tenido una gran resistencia de los jefes y de los equipos, pues dicen que la cultura de la empresa es un gran obstáculo. Pero, ¿dónde está la cultura? Parece un fantasma que está en todas partes, pero que no se puede abordar. Y entonces, ¿cómo se cambia?

El profesor austríaco Peter Drucker, considerado el mayor filósofo del management, decía respecto a lograr los objetivos estratégicos que “la cultura es tan relevante que se come a la estrategia en el desayuno”. Quería decir que por más planes que haya, si no se trabaja con las personas en sus modos y costumbres, no resultan. Y ésta es quizás la manera más simple de definir cultura: lo que hacemos. Cuando “la cultura” queda como algo etéreo, es inabordable pues está en todos lados y en ninguno.

La cultura de las organizaciones y posiblemente también de la sociedad es el reflejo de cómo funcionan las instituciones. En el caso de una empresa, se ve en la manera en que interactúan los distintos actores: gerencia, jefaturas, sindicatos y personas. Si queremos cambiarla, tenemos que abordar la forma en que estos roles se relacionan y hallar los ajustes que sean más productivos para las metas definidas.

Una gerencia que desatiende variables de cuidado con las personas genera en la organización una dinámica de descuido y descontrol; y no por “la cultura”, sino porque es la manera en que las personas se acostumbran a ser tratadas y aprenden lo que es posible esperar.

Todo cambio grande empieza por pasos pequeños, dice el Tao Te King. Un jefe puede empezar cambiando la manera en que se relaciona con su equipo y con ese propósito pensar en cómo ajustar las reglas del juego. En una próxima entrega comentaremos algunos casos de empresas reales, de los que el lector puede tomar ideas. Con pequeños ajustes, empiezan a pasar grandes cosas.

La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) comunicó el fallecimiento, a los 80 años de edad, de su ex presidente Jorge Prado Aránguiz, quien también fue ministro de Agricultura entre 1982 y 1988. Nacido en San Vicente de Tagua Tagua en 1938, Prado estudió Derecho durante tres años en la Universidad Católica de Chile, pero tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar la carrera para hacerse cargo de los fundos agrícolas familiares. Como agricultor, dirigió diversas agrupaciones sectoriales hasta llegar a presidir la SNA. El actual líder del gremio agrícola, Ricardo Ariztía, dijo en un comunicado que Prado “fue un agricultor muy querido, de una destacada trayectoria”.

Hoy el Ministerio de Hacienda presentó el nuevo sistema de tramitación electrónica de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), que incorpora inteligencia artificial y permitirá que en trámites como el reclamo contra el rechazo de una licencia médica, por ejemplo, no sea necesario adjuntar ningún documento en papel, pues se podrá hacer completamente online y en menos tiempo. De hecho el plazo máximo de respuesta a la ciudadanía por parte de la SUSESO se reducirá de 120 días a 30 días. Más de 60 entidades públicas estarán conectadas en línea para responder las solicitudes de antecedentes.