Ayer, a eso de las 19:30 horas los estudiantes de la Facultad de Derecho de la U. Diego Portales (UDP) se tomaron el edificio. ¿El motivo? El despido, a su juicio “arbitrario”, de dos académicos y la reducción a media jornada de un tercero. Se trata de los profesores Leonor Etcheberry, Rafael Mery y Tomás Vial, respectivamente, quienes fueron notificados el viernes 16 de noviembre (se materializará el 31 de diciembre), alegando un ajuste presupuestario para el próximo año, debido a la implementación de la gratuidad, y que implica la reducción de ocho jornadas completas en todo el plantel. Decisión que fue la gota que rebasó el vaso, ya que los estudiantes piden, además, la salida del decano Marcelo Montero, acusando “mala gestión”.

La desvinculación que más impactó al alumnado y el área docente fue la de Etcheberry, especialista en Derecho de Familia y quien ha sido profesora en UDP desde 1989. También fue secretaria académica de la facultad de Derecho y hasta fines de este año estará como directora del Departamento de Derecho Civil.

Etcheberry, además, fue la creadora y primera directora de la Academia Judicial y, desde marzo de 2018, es abogada integrante de la Corte Suprema.

Lidia Casas, profesora de Derecho de la UDP, señaló que “ha suscitado un apoyo que nadie imaginó, y se debe al trabajo que indiscutiblemente ha hecho, porque Leonor formó parte de un grupo de abogados que durante la primera etapa de la transición, fue clave en la elaboración de importantes leyes de democratización y mejoramiento de las condiciones en derecho de familia. Su reconocimiento no es solamente de la comunidad UDP, es a una comunidad jurídica nacional”.

No aceptó volver

Casas es una de los 38 profesores de la UDP que públicamente han solicitaron la reincorporación de Etcheberry —entre ellos Javier Couso, Mauricio Duce y Juan Pablo Hermosilla— , a través de una carta que enviaron el lunes al rector Carlos Peña, en la que manifestaron su descontento frente a las medidas que adoptó el decano por la crisis financiera que estaría enfrentando el plantel.

En dicha misiva, también aseguraron que el primer paso para “solucionar el conflicto” era la reincorporación de Etcheberry, pues argumentaron que, a pesar de conocer las consecuencias de la adscripción a la gratuidad, “se sostuvo en nuestra presencia en innumerables ocasiones que (las desvinculaciones) no ocurrirían”.

Fuentes cercanas a la facultad aseguran que el decano explicó que la desvinculación de la profesora Etcheberry estuvo supeditada a dos criterios: personas que no tuvieran jornada significativa en investigación y que no fueran poseedoras de postgrado. Este último fue el que habría pesado más en el caso de la profesora, ya que no cuenta con este grado académico. Sin embargo, estas mismas fuentes aseguran que en el caso de los profesores más antiguos se consideraban una trayectoria equivalente a dichos grados en su carrera.

Respuesta de Peña

El martes, los estudiantes enviaron una carta a Peña pidiendo la salida del decano Montero quien, a su criterio, “ha hecho mal uso de su poder de gestión”.

Ante esto, ayer Peña respondió a sus exigencia a través de otra misiva a la que tuvo acceso La Segunda. Allí, Peña dice que “no es posible acceder a esa solicitud (…) La permanencia o no de un decano no puede depender de este tipo de peticiones, sin perjuicio que ellas, y las circunstancias que las desatan, han de tomarse en cuenta a la hora de realizar las evaluaciones periódicas”.

Continúa: “Comprendo perfectamente la desazón que a ustedes pueden causar este tipo de decisiones que no deben entenderse como un juicio de disvalor, ni intelectual ni académico, respecto de ninguna de las personas que se han visto afectadas”.

Allí el rector aseguró que el decano ofrecería la reincorporación a la profesora Etcheberry para 2019, pero sólo por media jornada. Propuesta que ella rechazó.

poder judicial

LEER MÁS
 
Más Información

“El despido de la profesora Etcheberry nos tomó completamente de sorpresa. Si la preocupación de la universidad es la vinculación con el medio y tener un relato de facultad sobre la conexión con la profesión, la razón no fue consistente”, dice la académica de Derecho Lidia Casas.

“Los espacios de libertad académica en las universidades privadas son muy escasos, y este ha sido un proyecto que ha permitido discrepar, tener opinión y construir país, pero siento que algo de eso se nos cae. No porque se nos impida hablar, sino porque debemos remirarnos frente a lo que significa una salida como la de la profesora Etcheberry”.

Casas adhirió a la carta que enviaron al rector Peña el martes, en la que expresaron su preocupación respecto del criterio que primó al momento de despedir a Etcheberry: la posesión de postgrados. “Hoy la mayoría de los académicos tiene postgrados pero los profesores más antiguos, como los que ingresaron en los años 80 a la facultad, nunca estuvieron supeditados a ello, y en algunos primaba su trayectoria e impacto, como pasó con Leonor. Uno incluso enseña con algunos de los fallos que ella redacta”, asegura. Y explica: “Lo que nos preocupa no es el postgrado persé, sino lo que representa, que es un problema estructural: cómo la universidad ha ido perdiendo producto de las formas en que se mide, es decir, en virtud de la cantidad de publicaciones en revistas indexadas. Si alguien quiere tener influencia en un medio legal, la mayor parte de las veces no se hace a través de las publicaciones, sino que hay otras formas de influencia que tienen mayor impacto”.

—En la carta que enviaron al rector dicen que entienden la crisis financiera pero que existen medidas menos lesivas para palearla.

—Cada decano ha tomado distintas maneras, y aquí hay formas de financiamiento o ajuste presupuestario que podrían ser menos nocivas para la comunidad. La crisis financiera de la UDP, por la opción de haber ingresado a la gratuidad, ha venido con ajustes año a año y no es una novedad. Pero la forma de resolver una crisis no es simplemente con un golpe sobre la mesa. Hay maneras colaborativas de buscar fórmulas que permita mantener la solvencia y la integridad de un cuerpo académico. Yo creo que eso faltó.

—¿Tiene que ver con el liderazgo del decano?

—Yo creo que él no ha contribuido.

—¿Cree que la salida del decano puede solucionar esta crisis, como lo están exigiendo los estudiantes?

—En este minuto no lo sé, pero creo que si se quedara o se fuera la profesora Etcheberry o el profesor Montero, da cuenta de preguntas que son mucho más profundas.

LEER MÁS