“En esta banda sólo cabe una «reina histérica»”, le dice el personaje Freddie Mercury al baterista Roger Taylor, en una escena de la película “Bohemian Rhapsody”. En el argot británico, el término queen (reina) señala a los homosexuales y con la frase, Mercury aludía a que en el grupo Queen la única estrella insoportable y genial era él mismo.

Podría decirse que, en términos de imagen, Freddie Mercury tuvo —al menos— tres etapas en el tránsito de su vida de adolescente a adulto.

La primera fue la del inmigrante de barriadas londinenses que a veces usaba ropa de su madre. Luego vinieron la etapa de «reina glam» llena de brillos, maquillaje y pelo largo. Y, finalmente, el fetichista sado en tenidas de cuero y bigote. La primera se confunde con los años en que deambuló buscando su propia identidad musical y las dos últimas fueron marca de la banda y se mantienen como su sello hasta hoy.

Esos looks se expresan en la película Bohemian Rhapsody, una cinta que demoró diez años en concretarse y que se estrenó recientemente en muchos países. El actor Rami Malek interpreta a Mercury, quien —además de usar una prótesis dental y repetir su gestualidad histriónica en el escenario— debió adoptar y sentirse bien con las tenidas diseñadas para la película. “¡Nunca tuve tantas pruebas de vestuario!”, comentó en una rueda de prensa en Los Angeles. “Mercury fue único, la ostentación hecha hombre, la verdadera definición de la palabra extravagancia. Y no es por tirarme flores, pero estas prendas me quedaban muy bien. Me divertí mucho”.

A cargo del vestuario estuvo el diseñador Julian Day, quien tuvo a la vista y el tacto prendas de Mercury y de sus compañeros de banda Brian May, Roger Taylor y John Deacon. Del total que aparece en la película, un 60% fueron reproducción de las prendas originales y un 40% son tenidas inspiradas en la época. Blusas con vuelos, pantalones de cuero, trajes de actuación súper apretados, prendas con incrustaciones de cristales Swarovski, botas de boxeo con la suela delgadísima (a Mercury le gustaba sentir el suelo cuando bailaba; tanto, que a veces usaba zapatillas de ballet).

En la recreación de la tenida que el cantante usó en el famoso concierto benéfico Live Aid en 1985, Day destaca la vital ayuda que fue Rami Malek por lo involucrado que estuvo en el vestuario. “El mayor desafío fue la camiseta blanca. Tenía que estar ajustada, pero no molestar sus movimientos y debía encajar perfectamente en el cuerpo de Rami”, contó el diseñador a la revista inglesa Tatler. “Entonces, un día antes de la filmación, se me acercó y me dijo: ‘He estado viendo imágenes de Live Aid y creo que nuestra camiseta tiene una forma ligeramente distinta'. La miré de nuevo y el borde en el ‘escote' de la de Freddie estaba ligeramente más bajo. Fue menos de medio centímetro, pero hizo toda la diferencia. Rami tenía razón”.

Cristales y cueros

Para el filme, la marca Swarovski aportó más de 56.380 cristales en diferentes prendas. Freddie luce aplicaciones brillantes en una camiseta negra con rayos de sol; una chaqueta de terciopelo con cristales color oro, púrpura y verde azulado; un top negro, y una increíble corona. Brian May usa un chaleco negro con una telaraña cristalizada y Roger Taylor una camisa blanca tachonada. “Estamos encantados de agregar un brillo adicional a la producción”, declaró Nadja Swarovski, integrante de la junta directiva de la empresa.

Julian Day dijo: “Swaroski agrega un poco de magia; o es un tipo de magia, como diría Freddie”.

“Él entendió la importancia de la moda, era muy teatral”, dice Julian Day en Tatler y agrega que fue un pionero en apropiarse de distintas tendencias. “Defendió la androginia en los años setenta y luego llevó el ambiente de los clubes gay al escenario con sus accesorios de cuero, cinturones y brazaletes en los años ochenta. Fue un maestro en romper los límites de la moda”.

A la revista Another Man, el diseñador precisó más acerca de las elecciones personales del cantante en cuanto a vestuario. “Le gustaban las sedas, las camisas amplias, las grandes mangas, las pieles, y todas esas lujosas telas que se mueven con delicadeza. Cuando fue a Nueva York, descubrió Mineshaft, el club nocturno gay en el Meatpacking District que tenía en la entrada un letrero donde especificaba que a los asistentes no se les permitía usar ropa deportiva, perfume ni otras cosas. Así que era un lugar oscuro donde había mucho cuero y tachas de metal. Todo eso lo adoptó y lucía gorra de cuero y ropa fetichista en su vida diaria y en el escenario”.

Otro de los atuendos icónicos de Mercury es uno blanco de amplias mangas plisadas que movía al cantar como si fuesen alas. Julian Day cuenta que a Freddie se le ocurrió una vez que visitó a la diseñadora Zandra Rhodes y ella estaba arreglando un vestido de novia. Lo vio y le dijo: “Eso es increíble. Tengo que tenerlo”. Entonces, Zandra cortó el vestido por la mitad y se lo dio. “Si eso es verdad no lo sé. Pero esa es la leyenda”, dice el diseñador.

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