No sé por qué tanto con justificar mi plata acá, si yo no la hago acá. Juro por mi familia que es del 99,9 por ciento toda legal”.

Marco Almonacid

Defensa durante audiencia

Imagen de 2010 en un informe policial, cuando era menor.

A Marco Almonacid (24) los últimos meses le deben haber resultado difíciles. Tal vez como octubre de 2010 o marzo de 2014, cuando también lo detuvieron por presuntamente hackear y estafar a personas por la web. En la primera pasaba por adolescente precoz, con un hijo en camino y que había traspasado la seguridad de las páginas web del PS, Farmacias Cruz Verde y los ministerios de Defensa y Trabajo, pese a que no había salido de cuarto medio. En la segunda fue casi de casualidad, porque Carabineros llegó al departamento que compartía con su entonces pareja por una denuncia de violencia intrafamiliar y se topó con dos plantas de marihuana y 105 tarjetas plásticas, 58 de las cuales estaban cargadas de dinero.

Ahora la PDI lo apresó por orden del fiscal regional sur Raúl Guzmán y el fiscal adjunto Cristián Suárez debido a estafas por 4 mil millones de pesos. El caso se llamó «los zares de la web» y su atención la atrajo el músico Guyvens Laguerre, uno de los primeros detenidos. Pero Almonacid empequeñece cualquier proeza de dicho artista. Se le identifica como su líder, uno tan hábil como para montar empresas de fachada y sumar al negocio a su padre, un ingeniero de Vialidad (en Transparencia figura con $3,2 millones de sueldo; el MOP inició una auditoría). A Almonacid se le imputa crear virus informáticos, usar phising o pharming, obtener claves de acceso a plataformas de los bancos. Así lograba transferir dinero a cuentas predefinidas. Un punto alto habrían sido los $1.817 millones estafados a la corredora Merryll Lynch en mayo.

Además de la detención, Almonacid tiene otro drama: la muerte de quien era su mayor socio según la investigación policial. El 26 de julio, Diego Zamorano (29), alias “Maradona”, aunque otras veces —dicen documentos judiciales— se presentaba como el agente bancario Fernando Bustamante, conducía un Mercedes Benz 2017 cuando en el kilómetro 35 del Acceso Sur chocó contra un puente, el auto se partió en dos y él murió. Un informe policial dice que, en su cuenta Facebook “Rico Mcpato”, Almonacid homenajeó a Zamorano. “Lo habíamos logrado mano mío. Habíamos logrado nuestras metas. ¿Por qué (…) te tenís que ir? Ahora nos tocaba disfrutar todo por lo que luchamos”, escribió en EE.UU., adonde viajó el 11 de julio.

En un texto posterior, a modo de nueva despedida, Almonacid escribió en “Rico Mcpato”: “No es un hasta siempre. Es hasta un tiempo más. Ninguno tenemos la vida comprada y lo único seguro será que todos nos juntaremos algún día. Cuida a mi hija en el cielo que yo te lo juro por lo más sagrado que aquí en la tierra a tu hijo no le faltará nada como alguna vez te lo prometí. Loco que ya voy a llegar luego. Espérame. Te extrañaré lo que me queda de vida mi bro”, afirma ahí. Eran amigos y tenían gustos en común, como dar autos caros a sus parejas.

Zamorano le había dado tres Mercedes a su novia. Almonacid, en cambio, le habría entregado un Jaguar inglés a la suya. Así se aprecia en un recurso de amparo que él mismo interpuso ante la Corte de Apelaciones días antes que lo detuvieran. Dice que “el 28 de septiembre, mientras transitaba por Avenida Padre Hurtado (El Bosque) en el vehículo de su pareja, marca Jaguar, fue seguido a corta distancia por un Nissan Tiida, que intenta cerrarle el paso pudiendo percatarse que el copiloto mantenía una placa PDI”. Según la indagación, la pareja de Almonacid era testaferro y tenía cuentas en los bancos Consorcio y Estado. A nombre de Almonacid figura sólo un Audi A3 2016. En un diálogo telefónico entre hombre y mujer, que la PDI grabó el 19 de marzo, él le dice que ahora que tiene auto, no tiene que andar en micro.

“Ya te gastaste todo”

En las grabaciones de la policía también se aprecian los diálogos de Almonacid con su pareja. “Tu marido es un delincuente, ¿cachái?”, le dijo a ella, refiriéndose a sí mismo, en una conversación telefónica del 19 de marzo. “Ha caído cuatro veces. Ha sido líder de banda y toda la h. Es normal que tenga el celular pinchado. Yo no te quiero explicar por teléfono todo lo que hago (…) Así que si caigo preso un día va a ser todo culpa tuya”. Más adelante, en esa misma conversación, el hombre le dice: “Ya te gastaste todo lo que te dejé”.

En la formalización, el pasado lunes 8, pidió la palabra: “No niego que estuve metido en el ambiente porque cuando chico estudié informática. Fui enjuiciado por causas de las que ya salí. Como tengo conocimiento vendo herramientas que no voy a declarar ante el SII porque son platas que me llegan y no tengo cómo justificar, pero no es ilegal o lavado de activos. Vengo de una familia con excelente situación. Nunca me alcanzó para comprar una casa. No niego que he comprado autos, pero con ahorros de negocios del exterior. Ahora estoy comprando casas en remates en EE.UU., que arreglo y vendo con un amigo mexicano. No sé por qué tanto con justificar mi plata acá, si yo no la hago acá. Juro por mi familia que es del 99,9 por ciento toda legal”.

Esta semana fue detenido y formalizado por lavado de activos.

Algunos de los autos presuntamente adquiridos con las estafas.

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