Angelo Bustamante, más calmado que en Lima, en el aeropuerto en Chile.

A Angelo Bustamante Campos (34) le molestaba el zapato. Por eso, en Lima, le exigió a los policías del aeropuerto Jorge Chávez que le compraran unos calcetines en el Duty Free. Al menos así se aprecia en el video que grabaron las autoridades peruanas cuando el avión en el que viajaba Bustamante rumbo a Santiago hizo escala en ese terminal. “No estoy detenido en este país c.”, vociferaba el hombre, cuyo vuelo venía de Gran Bretaña. De allá lo habían deportado luego de ser condenado por entrar a robar en mansiones de cinco distritos ingleses, según publicó en agosto pasado «Daily Mail».

Alias «Guatón Angelo» y también «El Santiaguino», Bustamante tiene la distinción de figurar desde este año en los registros de Scotland Yard, la policía británica. Su vida en los últimos meses ha sido vertiginosa. En agosto de 2017 estaba detenido en la cárcel de Valparaíso, en donde cumplía tres condenas por un par de robos y por dispararle a un tipo en Viña del Mar. La comisión de libertad condicional rechazó su petición de salir a la calle y por eso presentó un recurso de amparo ante la Corte de Valparaíso, que le dio la razón y dijo que tenían que liberarlo.

En el informe de Gendarmería incluido en ese recurso aparece un retrato de la vida de «Guatón Angelo». En sus 33 años de vida, sólo recordaba haber trabajado seis meses, en una feria. “Cometer ilícitos es su única fuente de ingresos”, dice ese documento de marzo de 2017. “A los 16 años comenzó a cometer diversos hurtos junto con otros pares cercanos al sector de su residencia (…) Como menor de edad habría sido detenido en diversas ocasiones por Carabineros, donde sus padres tuvieron que retirarlo de la comisaría, no logrando ser formalizado por delitos”, indica el mismo texto.

Tiene tres hermanos, una pareja y dos hijos. “Se encuentra en Estado Motivacional de ‘Contemplación', donde reconoce la intención del cambio, pero aún no estima los pasos coherentes a seguir para lograrlo”, dice este mismo informe, redactado con la firma de una asistente social, una psicóloga y el jefe técnico de la cárcel de Valparaíso. Cualquiera fuere el refinamiento de esta evaluación, el caso es que a los pocos días de salir libre, fue atrapado en el Mall Portal La Dehesa, en Lo Barnechea, robándose unos lentes Dolce Gabbana de la tienda Sunglass Hut, avaluados en $259.900. Por este delito la Fiscalía Oriente había pedido que lo condenaran a 541 días de presidio y a una multa. Quedó libre y mientras el caso avanzaba, se esfumó.

Así estaban las cosas hasta que en Gran Bretaña, «The Times» y «Daily Mail» publicaron casi de forma simultánea sendos artículos sobre una banda de chilenos que se dedicaba a entrar a casas en los distritos de Southwest London, Thames Valley, Hertfordshire, Kent y Surrey. El grupo era integrado por tres tipos de 24, 22 y 19 años. Bustamante era el mayor. Uno de sus asociados, Alexis Apablaza (22), tenía antecedentes por un asalto a un banco ocurrido en Los Andes en 2017. Según el recuento de «Daily Mail», en los últimos dos años la policía británica había detenido a 75 chilenos por robos de mansiones.

Tal como en Chile, la especialidad de «Guatón Angelo» allá en Europa fueron los bienes lujosos. El cálculo policial es que acumuló cosas por hasta 400 mil libras esterlinas. “En algunos casos llegaron a sacar cajas de seguridad de los muros”, decía el artículo. Entraban por el segundo piso en las casas de techo bajo luego de constatar que las alarmas sólo funcionaban en los accesos de la planta baja. Se supone que uno de sus primeros asaltos ocurrió en la Navidad de 2017, apenas tres meses después de que Bustamante fue atrapado en La Dehesa. Aparentemente, los tipos fueron sorprendidos este 2018 cuando intentaban mandar a Chile cajas con lo sustraído.

Criado de forma “permisiva”

En el mismo informe de Gendarmería que examinó la Corte de Apelaciones de Valparaíso para dejarlo libre, se detallaba que el muchacho había sido criado de forma “permisiva, con escasez de límites y normas claras. Sus padres deciden expulsarlo del hogar, al no ser capaces de instaurar un control social sobre él”.

En julio de 2016 se evaluó que tenía un “alto riesgo de reincidencia”. Algo de esa falta de control a la que se hace mención en el texto se aprecia también en el video que grabó la policía peruana el pasado fin de semana, en el aeropuerto, porque cuando a Bustamante no le traen calcetines nuevos, dice que no le va a quedar más que agredir a algún uniformado.

De todas maneras, el disparo que le dio a otro hombre en el sector de Forestal, en Viña del Mar, es el acto más violento del que hay registro. Fue el 27 de octubre de 2013, cuando faltaban 15 minutos para las 16 horas dice la sentencia, le apuntó a un tipo que estaba dentro de un auto y le acertó en el abdomen. Fue una herida de menor gravedad y a «Guatón Angelo» lo condenaron a 61 días de prisión. A su víctima lo dieron de alta 10 días después de recibir el balazo.

Y el asalto de septiembre del año pasado en el Portal La Dehesa no fue el primero en ese sitio. En diciembre de 2013, un dependiente de la tienda Mac-Online lo vio cuando le cortaba los dispositivos de seguridad a un tablet y lo sacaba de ese sitio. Los guardias, alertados, lo siguieron hasta el auto que tenía en el estacionamiento y ahí se encontraron con que ya se había robado 11 lentes de sol Prada, de la tienda Ripley del mismo centro comercial.

259

mil pesos costaban

los lentes de sol que

se robó de un Mall en

La Dehesa antes de irse de Chile.

400

mil libras esterlinas sería el botín recaudado en Londres antes de ser detenido por la policía inglesa.

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