Antes yo era ‘la gorda' y después me convertí en ‘la musa'. Cuando cuestionaba ese rótulo, era hostilizada. Me decían, ‘qué aburrida eres, ¿a quién no le gusta ser bonita?'”.

Programa PT-PCdoB

Impuestos

a los más ricos

Estos son los principales puntos del programa de Haddad-D'Avila.

Privatizaciones: Están en contra de privatizar activos públicos, sobre todo empresas consideradas estratégicas, como las de energía. También proponen contener la “tercerización” del sector público.

Política económica: Pretenden reducir el déficit fiscal estimulando la actividad económica, el consumo y el aumento de los impuestos a los más ricos de la población.

Programas sociales: Crear el Plan de Emergencia de Empleo, proyecto que incluye la ampliación de los planes Bolsa Familia, Mi Casa y Mi Vida creados por Lula. Además de abrir créditos baratos para personas que no pueden acceder a ellos.

Pensiones: Rechaza la propuesta de Michel Temer de una reforma al carísimo Sistema de Pensiones. Sostienen que el déficit fiscal puede ser superado a partir del combate a la evasión.

A los 17 años pesaba cien kilos, pero una dieta que le dio su hermana Carolina le cambió la vida. Hasta entonces, Manuela D'Ávila era una típica adolescente extrovertida, pero no muy feliz con su cuerpo. “Cuando estás fuera del patrón, sabes lo que es ser diferente; está todo el mundo de bikini y tú no”, recuerda en una entrevista dada a un medio de Porto Alegre, su ciudad natal. Por eso se enojó tanto cuando en 2007, ya como diputada federal, le colgaron el apodo de “musa do Congresso” por su belleza. Siempre ha tenido que lidiar con el peso. Por ejemplo, en diciembre de 2010 se fumó su último cigarro y engordó diez kilos, cuenta, los cuales pudo bajar después sólo tomando “sopa”.

“La sociedad machista valora a las mujeres por su cuerpo. Antes yo era ‘la gorda' y después me convertí en ‘la musa'. Cuando cuestionaba ese rótulo, era hostilizada. Me decían, ‘qué aburrida eres, ¿a quién no le gusta ser bonita?'”, afirmó a la revista Marie Claire Brasil.

Hoy Manuela está en una posición expectante. A sus 37 años podría convertirse el próximo 1 de enero en la vicepresidenta de Brasil más joven de la historia.Tras la renuncia del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato de la coalición Partido de los Trabajadores (PT) – Partido Comunista do Brasil (PCdoB), esta semana, Fernando Haddad (que iba de vice del ex Mandatario) quedó como el titular para competir por la Presidencia y la joven tomó el puesto del ahora candidato.

Política desde chica

D'Avila es hija de una jueza y un ingeniero y madre de una niña de tres años. Tiene cuatro hermanos. Se tituló de periodista en la Universidad Católica de Rio Grande do Sul. También estudió Ciencias Sociales en la U. Federal de Rio Grande do Sul, pero no terminó.

En la segunda mitad de los ´90, cuando participaba activamente en el movimiento estudiantil, se unió a la Unión de la Juventud Socialista (UJS), el brazo juvenil del PCdoB, partido al que se afilió en 2001. Llegó a ser vicepresidenta de la Unión Nacional de Estudiantes. Con apenas 23 años, fue electa concejal de Porto Alegre, en 2004. Dos años después, ganó las elecciones a la Cámara de Diputados, siendo la candidata más votada de su estado.

En 2015 dio a luz a Laura y, desde entonces, viene defendiendo el derecho de amamantar en público. Fue al Congreso a trabajar con su guagua varias veces para crear conciencia sobre las madres que trabajan y no tienen con quién dejar a sus hijos recién nacidos. Lo mismo que ha hecho la diputada chilena Camila Vallejo, con quien comparte militancia y pasado como dirigenta estudiantil.

La polémica se armó cuando publicó en su Facebook una foto amamantando a su hija. Manuela fue criticada con el argumento de que se trataba de una “exposición innecesaria de una diputada de la República”. Ella replicó por Facebook: “¿Qué llama la atención en esta foto? Mujeres en espacio de poder, niños en espacios de poder. La política es masculina y machista, no tiene espacio para las mujeres”.

Manuela asegura que su manera de hacer política la aprendió dentro de su casa. “Nosotros somos cinco hermanos y vi que cuando una peleaba sola contra los cuatro, siempre perdía y siempre estaba equivocada. Entonces uno tenía que reflexionar. En política me preguntan: ‘¿Por qué nunca estás sola?' Eso fue una lección que mis cuatro hermanos me dieron”.

¿Y cómo se hizo comunista? “Fue cuando conocí jugando en la calle a Fábio, que casualmente fue el primer negro que yo recuerdo. Río Grande es un estado muy blanco, yo tenía 8 años. Nos quedamos hasta muy tarde jugando entre varios niños al policía y ladrón y, a la hora de irse para la casa, él dijo que no tenía dónde ir. Fue el primer choque horrible con la realidad. Y lo que cambió mi vida fue la forma en que mi madre me explicó. Me dijo que eso no era normal. Tal vez la mayor parte de los adultos estropean el mundo cuando dicen a los niños que eso es así y punto. Mi madre no me dijo eso, entonces tal vez ella me hizo ser quien soy hoy”.

Manuela D'Avila en un mitín del PCdoB junto a un militante.

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