Una verdadera cadena de apoyo en redes sociales ha recibido este año la Cooperativa Agrícola y Lechera de La Unión o Colun. Pero esta última semana se transformó en fenómeno viral con frases como “#SalvemosColun” o “#Colunlamagiadelsur”. Las razones no eran claras: acusaban falsos bloqueos publicitarios o complots. Nada de eso cierto.

La historia real partió a fines de enero, cuando la Fiscalía Nacional Económica archivó una investigación contra las rivales Watt's, Soprole y Nestlé, por eventual colusión en la compra de leche cruda a los productores. A eso se fueron sumando en el año declaraciones de usuarios que preferían a Colun por ser una cooperativa de chilenos.

Es que Colun efectivamente ha fidelizado a muchos chilenos. De hecho, ha recibido dos años seguidos el título de la “Empresa mejor valorada de Chile”, según el estudio de Reputation Institute.

Y si bien en las cooperativas no existen accionistas mayoritarios, en el caso de esta lechera todos destacan a su presidente, Augusto Grob Fuchs (70 años), como el artífice de su expansión, la misma que ha significado que hoy venda US$600 millones al año, según estiman sus competidores ya que Colun no informa públicamente sus resultados.

Patricio Crespo, ex presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), dice que “el éxito de Colun es mérito de la familia Grob, porque ellos tenían la convicción de que fueron factor de unidad. Y las generaciones que siguieron al fundador (Teófilo Grob Werner, padre de Augusto) han mantenido ese compromiso y liderazgo”.

Las críticas

Tal vez por sus buenos resultados, los dardos de los competidores contra esta cooperativa no han parado. De hecho, a fines julio Watt's (dueña de Calo y Loncoleche) acusó que Colun usaba su estructura societaria como “un gran negocio para unos pocos” ya que existía una “aparente” asociatividad para aprovechar franquicias por las que el Fisco dejaba de recibir $15 mil millones.

Pero Colun defendió su estructura diciendo que era participativa, democrática, que integraba a pequeños productores y era un modelo exitoso. El gobierno corporativo de la lechera lo forman unos 750 socios, distribuidos en cuatro asambleas (La Unión, Río Bueno, Paillaco y Futrono). Ellos designan un Consejo de Administración (siete integrantes y un secretario) que dura dos años y que lleva la dirección de los negocios (a través del gerente general), define el ingreso o no de nuevos socios y determina el precio a pagar por la leche .

“El cooperativismo en el norte de Europa, de donde provienen los Grob y otros socios, es muy fuerte, por lo que no es extraño que este grupo, principalmente de descendientes alemanes, se desarrollara tan consistentemente en el tiempo”, dice Crespo.

“Parte importante de los socios de Colun son pequeños y medianos, y su capacidad técnica no tiene nada que envidiar a los grandes productores lecheros. Eso es porque Colun se ha preocupado de acompañar a los agricultores para lograr ventajas productivas y ahí Grob, gracias a su rigor alemán, ha sido fundamental”, comenta Juan Pablo Matte, secretario general de la SNA.

Epicentro en La Unión

La ciudad de La Unión (a 40 kilómetros de Osorno) en su historia ha tenido varios hitos: El primer molino eléctrico, una de las primeras compañías de bomberos, la ex fábrica Linos La Unión y la Cooperativa Agrícola y Lechera, todos emprendimientos que tienen un común denominador, el apellido Grob.

Ese es el peso que carga Augusto Grob, quien por casi 16 años ha estado al mando de Colun, bajo una política austera. Descendiente de alemanes y de muy bajo perfil, forma parte de la quinta generación familiar en Chile.

A inicios de los 70 ingresó a agronomía en la Universidad de Chile, pero no se graduó dadas las turbulencias políticas de la época, hasta que en 1975 asumió el negocio agrícola familiar en La Unión. A los pocos años se asoció a Colun y en 2002 llegó a su presidencia.

Con cuatro hijos: Rainer, Thomas, Teófilo y Duncan (dos ingenieros civiles, otro ingeniero comercial y uno abogado), este empresario opera sus negocios desde la Agrícola y Ganadera El Pilar, con base el Fundo Campanario a 7 km de La Unión.

“Hay tres cosas importantes para mí: ser riguroso y eficiente en lo que hago, tener una conciencia tranquila y actuar socialmente en forma responsable”, dijo Grob en 2014 a la revista Emprendedores para Chile.

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