Hablar de Gonzalo Vial Vial (83) lleva de inmediato a la Región de O'Higgins, zona donde el empresario nació, se formó y desarrolló lo que hoy es la mayor empresa de carnes y que pelea por el título del mayor grupo alimentario del país: Agrosuper. Un conglomerado que ha invertido gran parte de sus ingresos en Chile y que distribuye sus propiedades desde Atacama (con viñas en el Valle del Huasco) hasta Puerto Montt (con salmones), pero con un epicentro definido, los alrededores de Rancagua, donde el empresario partió con dos obreros, “poca plata” y “algunas ideas”, como el mismo relató cuando recibió el premio a la “mejor empresa” otorgado por Icare en 2007.

Un emprendimiento que inició cuando cerca de los 20 años —mientras estudiaba Agronomía en la UC— su padre, don Ignacio, que tenía un campo de 200 hectáreas con viñas y algunas gallinas para proveer abono a las plantaciones, decidió sacrificarlas para reducir costos. “Le dije: ‘Oiga, papá, ¿por qué no me deja el negocio de los pollos a mí?'. Y é1, que siempre fue muy preocupado de la educación, me dijo: ‘Usté está loco', pero al final me dijo que bueno”, comentó Vial a Capital en marzo de 2001.

Negocio multimillonario

El negocio avícola creció e impuso una marca: “Super Pollo”. Los pollos frescos venían de un terreno en Lo Miranda, cerca de Doñihue. En 1983 entró a la carne de cerdo. Seis años después, a la elaboración de cecinas y a la producción de truchas y salmones, con Pesquera Los Fiordos, siempre conservando el “Super” como marca inicial.

Cuando en 2004 su compañía superó los US$1.000 millones en ventas, Vial comenzó a buscar nuevos nichos. Y en 2011 tomó el control de Sopraval e incorporó la carne de pavo al grupo.

Con utilidades por más de US$261 millones en 2017, gracias a su diversificación de negocios (que incluyen la producción frutícola y a Viña Ventisquero) y al buen desempeño del segmento acuícola, Agrosuper está a punto de transformarse en el mayor productor de salmón del país y en uno de los cuatro más grandes del mundo, tras acordar la compra de AquaChile por US$850 millones. De ellos, unos US$425 millones saldrán del propio bolsillo de Gonzalo Vial y su familia.

Don Gonza, el huaso relojero

Tiene más de 14 mil empleados, 1.630 productos, ventas por casi US$2.500 millones y exportaciones por sobre los US$1.022 millones, pero Gonzalo Vial es reconocido por sus cercanos como un hombre sencillo y de esencia campesina. Celoso de su vida privada y pública, ha dado muy pocas entrevistas. La última en octubre de 2014, para negar la colusión con Ariztía y Don Pollo dictaminada por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Dada su lejanía de los medios, quienes hablaron de él sólo lo hicieron bajo condición de anonimato.

Conduce su propia camioneta y nunca ha tenido chofer. Lo primero que hace todas las mañanas es salir a cabalgar por su campo en Doñihue, ataviado de manta y chupalla. De ahí parte a su oficina en Lo Miranda, donde ejerce como presidente de Agrosuper, siempre calzando sus zapatos de huaso (con taco alto y en punta para que entren en los estribos), cuenta uno de sus amigos del rodeo, otra de sus grandes aficiones. Es más, fue fundador y presidente de la Federación Chilena de Rodeo, de la cual es hoy presidente honorario, y uno de los ideólogos y financistas de la Medialuna Monumental de Rancagua (para más de 12 mil personas).

De allí su gusto por los caballos chilenos. En su Criadero Lo Miranda posee más de una treintena de yeguas reconocidas en el circuito del rodeo, donde todos lo tratan y conocen como “Don Gonza”.

“Está arraigado a las costumbres de campo. El caballo chileno lo apasiona, igual que el rodeo, deporte que dejó hace algunos años, aunque siempre asiste al Champion en la Medialuna de Rancagua”, comentó un cercano.

De gustos sencillos, a Vial le encanta la comida tradicional, en especial la cazuela de pava, el asado de campo y los dulces chilenos. “Le cargan los restaurantes demasiado sofisticados”, dijo un empresario conocido. “Tiene buen carácter, pero no le gustan los protocolos, por lo que es de diálogo directo y siempre busca decir las cosas por su nombre”, agregó.

Pero también tiene una afición más desconocida: la relojería, que Vial aprendió cuando niño. Una actividad en la que puede pasar horas en su pequeño taller arreglando este tipo de aparatos, en especial antiguos y a cuerda, algunos de ellos obsequios de amigos.

Los herederos

“El mayor orgullo de Don Gonza es saber que va a dejar un legado como Agrosuper a las próximas generaciones de su familia”, comentó un ejecutivo cercano.

De hecho, Agrosuper es controlada en un 100% por el propio Gonzalo Vial y sus cuatro hijos: María Cristina (61), María del Pilar (58), María José (57) y Gonzalo Vial Concha (55) a través de participaciones indirectas desde Agrocomercial El Paso, Promotora Doñihue y Agrícola GV e Inversiones VC, según consta en la memoria 2017 del holding.

Huevos y Freirina

Sus dos traspiés

Vial ha tenido dos grandes traspiés en los negocios. El primero, a inicios de los 80, cuando volvió al negocio de los huevos y constató que era riesgoso y complejo. Lo cerró y migró a los cerdos.

El segundo, fue la planta de cerdos de Freirina (por más de US$500 millones) que abrió en 2010 y cerró en 2012 por la oposición de la comunidad.

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