“Llega un momento que te cansa, te estresa”. Con estas palabras el empresario de la construcción, Ángelo Calcaterra, se refirió esta semana al lazo sanguíneo que lo une con Mauricio Macri. El Mandatario argentino es su primo hermano, y hoy se encuentra imputado y acogido a la figura del “arrepentido” por pagar coimas a funcionarios kirchneristas. “Nunca hice negocios con el Estado desde que Mauricio es Presidente. No quiero ni acercarme”, agregó a la prensa tras su presentación en los tribunales de Comodoro Py en Buenos Aires.

Calcaterra se convirtió esta semana en un hombre transversal. El único que desde que estalló el caso de los “cuadernos de la coimas”, complica tanto a la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner como al actual Mandatario. Ante el juez que lleva el caso, Claudio Bonadio contó todo sobre cómo su empresa constructora pagaba las coimas a Roberto Baratta, ex subsecretario del Ministerio de Planificación K.

“El príncipe”

De profesión arquitecto, Calcaterra nació hace 58 años en el seno de la familia Macri. Es hijo de María Pía, hermana de Franco Macri, el papá del Presidente. Según fuentes cercanas a él, su tío siempre lo vio como el heredero de sus empresas, en las que trabajó desde joven.

En ese entonces, el “jefe” de familia Macri solía deslizar que era el típico caso del alumno que supera al maestro. Fue gerente general de Sideco, el grupo de propiedad de la familia que hasta la actualidad desarrolla actividades vinculadas principalmente con la ingeniería y la construcción, desarrollos inmobiliarios, concesiones y servicios públicos. En el círculo del negocio inmobiliario trasandino incluso apodaban a Calcaterra como “el príncipe de la obra pública”.

Y fue en 2007 que Calcaterra pegó el salto: Franco Macri le vendió la dos joyas de Sideco: IECSA, la empresa constructora implicada en el caso de los “cuadernos de las coimas” y Creaurban, que ya tenía un nombre en el mercado inmobiliario con 200 mil metros cuadrados construidos en viviendas de lujo.

Para poder pagarle al tío, Calcaterra se asoció con la constructora italiana Ghella.

El primo de Macri, ya con sus empresas, consiguió la licitación para construir un gasoducto en Córdoba y comenzar su historia en las obras públicas estatales. De hecho IECSA fue una de las empresas que más licitaciones consiguió durante el kirchnerismo, incluso más que Lázaro Báez, el amigo de Néstor Kirchner que se transformó en empresario de la construcción bajo su gobierno y que ahora está preso. Calcaterra incluso ganó, junto con el grupo Odebrecht, la licitación para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, obra que continúa bajo este gobierno a pesar de la causa de corrupción iniciada contra dicha empresa brasilera en el caso Lava Jato.

Perfil reservado, pero explotó

Calcaterra, a lo largo de su vida, cultivó un perfil bajo y reservado. Siempre ha sido muy cercano a su familia, incluso veraneaba junto con el Presidente en Punta del Este, donde su tío había construido casas para todo el clan. Pero el estallido del caso de “los cuadernos de las coimas” cambió el escenario.

Toda la pesadilla que vive Calcaterra comenzó cuando su ex CEO de IECSA y amigo íntimo, Javier Sánchez Caballero, fue arrestado el miércoles pasado. “No sabíamos de qué se trataba. Javier no salía (de tribunales) y yo dije: ‘No, muchachos, yo soy responsable de esto, me quiero presentar, hacerme cargo de la situación y que Javier salga'”. Así Calcaterra decidió que se presentaría voluntariamente en tribunales. “Tomada la decisión se lo comuniqué a mi familia, dentro de los cuales se lo informé a Mauricio (Macri)”, que reaccionó sorprendido.

En su declaración sobre el pago de coimas explicó que “en 2013, empezaron a pedirnos aportes para la campaña y ahí obviamente que la situación de la empresa no era fácil, estaba financieramente muy mal, estaba endeudado en millones, no aguantábamos más. Incluso teníamos obras afuera, trabajamos en varios países de América Latina. Siempre estábamos al borde de caer. Teníamos entre 3.000 y 5.000 personas trabajando y la verdad que es una presión muy grande (...) Ahí empezó la presión y decidimos poner dinero para que aflojaran”. Según él, el propio Baratta llamaba pidiendo plata, supuestamente para pagar campañas electorales.

“Yo me equivoqué, hay gente que comete errores y yo cometí un error. Lo que estoy haciendo ahora está bien”, afirmó a La Nación.

Ángelo Calcaterra, el sobrino favorito del papá del Presidente argentino.

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