Hoy anunciamos que agregamos una nueva comuna a nuestra operación: Providencia”.

Rafael Mohrez,gerente de Operaciones de Mobike.

Hay ciudades que no quieren ver sus calles repletas de bicicletas que la gente puede dejar en cualquier parte”.

Emanuel Giannotti,

urbanista U. Chile.

Bicicletas Mobike estacionadas en Las Condes.

El creciente y a veces controvertido mercado de las bicicletas flotantes, como las de Mobike, aquellas que se pueden encontrar estacionadas en cualquier vereda de Las Condes o La Reina y que se arriendan mediante una aplicación, está a punto de crecer en Chile con la entrada de otro gigante. Esto, porque Ofo, la mayor compañía del mundo de arriendo de bicicletas, prepara su arribo al país para principios del próximo año.

En 2018, la compañía de origen chino levantó un capital de US$ 866 millones cuyo inversionista más relevante fue Alibaba Group, líder del comercio electrónico de ese país. El capital tuvo principalmente un objetivo: seguir financiando la verdadera guerra a escala mundial que Ofo libra en mercados como Europa y Rusia contra Mobike, también de origen chino y cuyo apoyo proviene de Tencent, empresa de servicios de internet que compite con Alibaba en Asia y el resto del globo.

Y ahora la lucha de gigantes asiáticos transformará las calles de Santiago en su nuevo campo de batalla, donde Mobike ya opera desde el 4 de marzo de este año en las comunas de Las Condes, La Reina y Ñuñoa. Y tampoco planean quedarse quietos. “Hoy anunciamos que agregamos Providencia a nuestra operación”, comenta el gerente de Operaciones de la empresa, Rafael Mohrez.

En tres años, el crecimiento de Ofo se disparó: pasó de tener 2.000 bicicletas en Beijing a poseer sobre 19 millones, repartidas por 250 ciudades en 20 países. La compañía ha sido avaluada en US$ 2.000 millones y tiene más de 60 millones de usuarios activos cada mes.

“Este crecimiento va de la mano de un cambio cultural profundo: el poseer un bien ya no tiene un valor supremo. Es lo mismo que está sucediendo con los arriendos de viviendas, autos y películas. El mercado ha respondido no vendiendo propiedad, sino ‘uso'. Y para la ciudad es positivo porque incentiva el uso de un medio sustentable”, explica la urbanista Pía Montealegre.

“Destrucción masiva”

En 2017, las compañías de bicicletas flotantes levantaron US$ 6.000 millones de capital para financiar planes de crecimiento. Las principales, Ofo y Mobike, salieron de China —donde ya tenían más de 19 millones de bicicletas y 130 millones de clientes, según el Ministerio de Transporte local— a buscar mercados. Ambas ya están presentes en países como Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Rusia. Además, algunos grandes también han visto el potencial del negocio. En abril, Uber compró Jump, una empresa que entregaba este servicio en San Francisco, EE.UU., y en julio Lyft le siguió con la compra de Motivate, que junto a Citibank entregan en Nueva York un servicio similar al de Bikesantiago con el banco Itaú en Chile.

Pero tanta expansión no ha estado libre de conflictos. “Es un fenómeno relativamente reciente y que ha tenido problemas, porque hay ciudades que no quieren ver sus calles repletas de bicicletas que la gente puede dejar botadas en cualquier parte”, dice el profesor del Departamento de Urbanismo de la Universidad de Chile, Emanuel Giannotti.

Esta fue justamente una de las razones, según el diario The Washington Post, por las que Ofo desistió de entrar a la capital de Estados Unidos la semana pasada. La ciudad le impuso a la compañía china un límite estricto: no podría tener más de 400 bicicletas en la ciudad. En Santiago han sido un poco menos estrictos con Mobike. La empresa tiene, según Mohrez, un límite acordado con la municipalidad para 1.500 bicicletas y 1.000 con La Reina. La operación en Ñuñoa es un poco más pequeña, entre 50 y 60. “Tenemos además dos vehículos que trabajan 24 horas por turnos y que se dedican a ordenar las bicicletas. Además, tenemos personas subcontratadas que se encargan de andar por las calles ayudando en el orden de las bicicletas”, explica Mohrez.

Pero, de todas formas, estas medidas no han sido suficientes para apaciguar a los reguladores de estás bicis dockless, o “sin muelles”, en comparación con otros servicios de arriendo que tienen puntos fijos de arriendo, como Bikesantiago. En Shangai, la municipalidad de la ciudad envió una notificación, advirtiendo a las compañías que no siguieran sumando bicicletas al stock de 1,5 millones que abarrotaban las calles de la ciudad china. Eso es aproximadamente una bicicleta por cada 16 habitantes.

“Otro problema importante aparte de la regulación ha sido el vandalismo”, comenta Giannotti. La compañía originaria de Hong Kong, GoBee, tildó de “destrucción masiva” la situación que vivió en Francia e Italia. En 4 meses, el 60% de su flota fue destruido, lo que los obligó a dejar ambos mercados en febrero y marzo de este año. Ofo y Mobike aún resisten en esos mercados.

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