Diego Armando Maradona estará mañana en un palco selecto del estadio Kazán Arena, en Rusia. De nuevo será el hincha más observado cuando el equipo de Lionel Messi comience a jugar frente a Francia. Si baila una cumbia, si grita un gol o si se rasca una oreja será devorado por las cámaras. Pero ya es un nuevo Diego Maradona, un ser capaz de reinventar sorprendentemente la carga dramática de su historia, y ahora, a sus 57 años, con más dinero para alimentar su imperio rodante.

¿Qué hacés en Bielorrusia?

Luego de haber vivido en Abu Dabi como entrenador del Al Fujairah, de la segunda división del fútbol de Emiratos Árabes, Maradona comienza en julio su contrato por tres años como presidente y director absoluto del Dinamo de Brest. Es una ciudad pequeña, con no más de medio millón de habitantes, pero él mismo dice que ha firmado el mejor contrato de su carrera, con cifras que triplican lo que ganaba en su anterior trabajo. Será el encargado de armar el equipo, contratar figuras, supuestamente con una chequera gruesa y prominente. Pero no deja de llamar la atención el contraste con el entorno, pues se trata de una localidad sin lujos y marcada por opacos estándares soviéticos. “Todos seguimos anclados al alma soviética”, ha dicho la premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, oriunda de Bielorrusia. Y no es menor que el país sea presidido por Alexsandr Lukashenko, conocido como “el último dictador de Europa”, afincado en el poder desde 1994, con cinco elecciones sospechosas y con una agresiva represión interna. “Tenemos muchos recursos financieros”, adelanta pese a todo Valdas Ivanauskas, director general del club, quien sueña que ahora el Dinamo de Brest alcance las copas europeas.

La selfie con Putin

“Vengan, vengan, vamos a sacarnos una foto, boludo”. Maradona se dirige así a Ronaldo en el sorteo del Mundial de Rusia, en el Kremlin, con la presencia del Presidente Vladimir Putin. La simpatía y la confianza que el argentino provocó en el Mandatario ruso sumó una declaración del ex futbolista en marzo de este año, cuando lo felicitó por redes sociales al ganar las elecciones. “Una excelente elección la de Vladimir Putin, que hoy arrasó en las urnas”, escribió. El terreno abonado pudo tener que ver con la decisión y con las libertades fiscales que tendrá el ex jugador para trabajar en Bielorrusia, un país estratégicamente apegado al influjo de Moscú.

El abogado

Matías Morla se ha transformado en más que un brazo derecho en la industria maradoniana. Declara que desde los 15 años quiso ser el abogado de su máximo ídolo. Partió trabajando para Moria Casán, un paso que le dio marca como el abogado de los famosos. Su dedicación a las necesidades del ex jugador lo han llevado a confesar: “Mi mamá se murió y no enterré por estar con Diego”. Ha actuado como resorte de varios conflictos familiares, como la batalla judicial que Maradona tiene con su ex mujer, Claudia Villafañe, por apropiación de objetos, entre ellas las camisetas emblemáticas de Diego.

Los excesos

Nada tan elocuente como la descripción que hacía Morla sobre la casa de Maradona en Dubai: “Tiene seis kilómetros y recorrerla lleva mucho tiempo. Hay un zoológico con 40 especies de animales, 20 empleados las 24 horas, tres choferes. Inclusive, los autos de Diego, el Rolls Royce y el Mercedes Benz, son usados para moverse en la casa, porque al estar en una montaña y con tanta distancia, hay sectores que se llega así con autos especiales. A su vez, el hijo del Sheik quería regalarle un león, pero no aceptó por una cuestión de seguridad”. Mimado como un emperador, se traslada ahora a un lugar donde hay menos de cero grados durante un tercio del año. Sus primeros refuerzos ya fueron buscados por el club: una cocinera y un chofer que hablen español. Al Kazán Arena asistirá con la corte de ayudantes, amigos y parientes con que pasea por el Mundial. Victoria o derrota de Argentina, el incombustible Maradona seguirá siendo por largo tiempo el protagonista de siempre.

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