El foco parece puesto en perseguir bandas y no en estas estructuras de contadores, ingenieros y abogados”.

Josué Muñoz, ex UAF.

Mauricio Mazza en mayo de 2010, tras ser extraditado a Chile desde Estados Unidos.

La sentencia contra el clan Mazza dictada la semana pasada por la Corte de Apelaciones de Santiago marcó un hito en las investigaciones por lavado de dinero: al grupo se le condenó por ese delito “a secas”, sin que se le detectaran acciones de narcotráfico como delito base para ingresar ganancias ilícitas al mercado financiero.

Según el fallo, el clan lavó en Chile unos US$ 400 millones provenientes de narcotraficantes colombianos, dedicándose ellos sólo a disimular las ganancias obtenidas por el ilícito que los otros cometían. Lo hicieron a través de sus casas de cambio Costa Brava y Andino Ocho.

“Un caso de libro”, dice el clan el ingeniero Josué Muñoz, uno de los analistas que colaboró en la investigación desde la Unidad de Análisis Financiero (UAF) del Ministerio de Hacienda. Junto con él actuó el Consejo de Defensa del Estado, que también participó en las indagaciones pues ellas comenzaron antes de la reforma a la justicia en Santiago.

Muñoz, quien ahora es profesor de la cátedra “Lavado y Prevención de Delitos” del diplomado “Prevención, Detección e Investigación de Fraudes” en la U. de Chile, dice este caso debiera levantar alarmas respecto del verdadero lavado de dinero que se podría estar produciendo en Chile.

“Esto no tiene que ver con el narcotraficante de población que con sus ganancias se compra una propiedad, una Hummer o televisores gigantes. Esos son bienes de consumo y no tienen como propósito disimular el origen de las platas ni dinero para entregarle esa labor a una estructura profesional”, dice. “Los verdaderos lavadores de dinero son como los Mazza: profesionales de terno y corbata, personas que tienen oficinas en lugares privilegiados de la ciudad y que han sido contratados específicamente para esa labor de administrar la riqueza. Ellos no tocan la droga, no están metidos en el narcotráfico, solo prestan el servicio para darle al dinero apariencia de licitud y hacerlo circular”, añade.

Ganancias para Senda

El clan liderado por los primos Mauricio y Luis Mazza, condenados a 6 años de cárcel, sí compró bienes inmuebles, pero como inversiones personales, pagadas con el 10% de la retribución que le hacían los narcos colombianos en virtud de la cantidad de dinero que lavado.

El fallo va a ser revisado por la Corte Suprema, pero de lo que hasta ahora está ad portas de caer en comiso son los bienes de mayor valor: oficinas, locales comerciales y estacionamientos. En total, casi unos US$ 6 millones que después del remate deberán ir a beneficio del Senda.

El bien inmueble más honeroso decomisado al clan son las oficinas 2501, 2502 y 2503 del Edificio de la Industria: el piso completo está avaluado en unos US$ 4,5 millones. Se suman los 18 estacionamientos ubicados en el mismo lugar, a un valor de US$ 1 millón en total y que fue arrendado a Disney Chile por los mismos Mazza antes de ser descubiertos lavando dinero.

En Viña del Mar existen además dos locales en calle Arlegui, que juntos valdrían unos $400 millones. Hay otros cuatro en calle Villanelo y otros dos en calle Cochrane, en Valparaíso.

Tras ser confiscadas en 2007, las oficinas del Edificio de La Industria siguieron arrendadas a Disney por el administrador provisional designado por el tribunal, Miguel Cerda, a $10 millones al mes.

Dos propiedades en Viña también continuaron con sus arrendatarios: Movistar y Banco Santander. El resto de los locales son cafeterías y negocios pyme.

Cerda contó a La Segunda que el conjunto de propiedades son las que mas han rentado en estos 10 años en que han estado confiscadas, muy por sobre las casas de cambio, que funcionan casi al ras: los arriendos de ellas han generado $250 millones de ganancias, y además los dineros necesarios para pagar las hipotecas que estaban pendientes: unas 38 mil UF.

Oro y papeles financieros

El ingeniero Muñoz asegura que después del caso Mazza no se ha desbaratado ninguna otra organización dedicada al “lavado verdadero”. “En los casos que se ven ahora, el lavado es un delito accesorio del narcotráfico o de temas de corrupción. El foco parece estar puesto en perseguir bandas y no en estas estructuras que prestan servicios a las mafias, como los Mazza”.

Dice que “lo más probable” es que ellas estén operando: “En Tacna se ha constatado que personas tratan de ingresar desde Perú con una gran cantidad de euros, y no se ha sabido más de eso”.

—¿Dónde se lava dinero hoy acá?

—En negocios como la compra y venta de oro, donde no hay obligación de informar a la UAF, y también en instrumentos financieros sintéticos que hacen difícil el rastreo, pues el papel es al portador. Entiendo además que la UAF comenzó ahora un programa de fiscalización a compra de bienes raíces.

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