En 1952 fue vendida a Guillermo Stein por el mercader de arte Walter Hofer, el director de la colección de arte de Hermann Goering”

Un verdadero guión de cine que podría superar al del film “La Dama de oro” (2015) es el que protagoniza una pintura del siglo XVII adquirida en Europa tras la II Guerra Mundial por una familia chilena y que permanece retenida en Estados Unidos por integrar el listado de obras de arte saqueadas por los nazis en Francia.

Un caso que, en su arista chilena, se originó el 28 de agosto de 1952, cuando el empresario nacional Guillermo Stein Moring compró en Münich, Alemania, la pintura “A scholar sharpening his quill” del holandés Salomon Koninck, al mercader Walter Hofer —ligado al robo de arte ordenado por el comandante y fundador de la Gestapo, Hermann Goering. Stein pagó 45 mil marcos.

Obra que tras la muerte de Stein (1987) pasó a su hija Renate Stein Von Unger.

Todo parecía en regla, hasta que el año pasado Renate Stein, hermana del actual director de Cementos Bío Bío Hans Stein, decidió vender la pintura en una subasta de Christie's Nueva York, donde sus expertos descubrieron que la obra estaba en el listado de arte robado por los nazis, lo que confirmaron tras conocer el certificado de venta extendido en 1953 por Hofer, quien figura condenado como el mayor intermediario de arte de Hermann Goering para formar el Museo del Führer Adolf Hitler.

Christie's Nueva York, casa matriz, respondió oficialmente a La Segunda que como “intermediario y parte neutral, está obligado a retener la obra, dado que una potencial demanda de restitución nazi fue identificada durante la investigación de debida diligencia en Nueva York”.

La historia oculta

La casa de subastas detalló la historia de la pintura de Koninck: Fue parte de las 333 obras del norte y sur de los Países Bajos de Adolphe Schloss y sus descendientes (que vivían en París).

La colección fue confiscada tras la ocupación alemana de Francia, como parte de una operación dirigida por el régimen nazi para apropiarse de las obras de arte en poder de judíos. “Así, la colección Schloss se destinó específicamente al museo de arte de Hitler en Linz (Austria)”, cuenta Christie's.

Después, todas estas obras, incluido el Koninck, se enviaron a la sede central de operaciones de Hitler en Munich, donde permaneció almacenada hasta la caída del régimen. “Fue robada nuevamente, con muchos otros cientos de cuadros, antes de que los aliados tomaran control del edificio. La pintura reapareció en Munich en 1952, año en que fue vendida a Guillermo Stein por el mercader de arte Walter Hofer”, ligado a Hermann Goering”, dijo Christie's.

La querella en Chile

Luego de que la obra —que permanecía en Nueva York desde noviembre de 2017 para su promoción— fue bajada de la subasta realizada entre el 18 y 19 de abril pasado por Christie's, su propietaria Renate Stein contrató al abogado penalista Jorge Martínez Cornejo y se querelló contra la representante de la casa de subastas en Chile, Denise Ratinoff.

La querella apuntan a tres aspectos. Uno, que Ratinoff obtuvo la obra abusando de la amistad que tenía con Renate Stein —ya que su familia había subastado antes obras con Christie's— y sin un contrato de por medio. Dos, que sacó del país el cuadro con documentación falsa, por una supuesta suplantación de la firma del director del Museo Nacional de Bellas Artes, Roberto Farriol, en representación de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (Dibam). Tres, que Ratinoff habría hecho desaparecer la obra en EE.UU., desconociéndose su paradero.

Consultada Ratinoff sobre esta querella, derivó la solicitud a los abogados de Christie's en Chile, el estudio jurídico Carey, el que hizo el nexo con la casa de subastas. Esta respondió que “la querella comprende declaraciones falsas e inexactas, las cuales serán debidamente aclaradas ante las autoridades”, añadiendo que cuando plantearon la situación a Renate Stein y su abogado, éstos prefirieron querellarse en Chile en vez de aceptar una solución amistosa con los reclamantes.

En ese contexto, la Fiscalía Centro Norte ordenó la incautación del notebook de Ratinoff y que la PDI le tomara declaración voluntaria. Además, Aduanas remitió a la Fiscalía los antecedentes sobre la autorización entregada para sacar del país la pintura y denunció una posible falsificación de documentos públicos.

Un precio volátil

Pero los dimes y diretes en torno a esta obra, también se relacionan con su valor. Y es que según el certificado extendido por la Dibam para sacar la pintura de Chile, ésta valía US$800. Sin embargo, Christie's estimó que en subasta el cuadro llegaría a los US$40 mil o US$60 mil. Pero la defensa de Renate Stein dice que preliminarmente vale más de US$2 millones.

Todas teorías que Christie's intenta derribar en la justicia señalando que “de acuerdo con los principios internacionales que gobiernan temas relacionados a obras expoliadas (saqueadas) por el régimen nazi, Christie's está obligado a informar estos hechos al propietario actual de la obra, a la parte demandante de la restitución y a las autoridades”.

Además, dijo que tiene el “derecho contractual” (cláusula 12) de retener obras, si son objeto de un potencial reclamo, lo que fue aceptado por Renate Stein “al firmar el contrato”.

La pintura “A scholar sharpening his quill” del holandés Salomon Koninck.

Renate Stein Von Unger, dueña de la pintura

Denisse Ratinoff, representante en Chile de Christie's.

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