“Fábrica de culpa” (“Schuldfabrik”). Así se llama la instalación más perturbadora del momento, que acaba de ser inaugurada en el festival alemán de “Theaterformen”, en la ciudad de Brunswick.

Se trata de un recorrido una tienda jabones hechos con grasa humana, obtenida directamente de hospitales donde se han practicado liposucciones de pacientes con sobrepeso. Se incluyen videos del proceso e imágenes promocionales (como en la foto).

El creador, Julián Hetzel (37) hará que las ganancias por la venta de estos productos será donado a Africa y así el comprador “se libera de las culpas”. Sin embargo, la obra ha sido criticada por recordar la relación con los experimentos científicos hechos durante el nazismo.

Palabras como “algunes” en vez de algunos o algunas; “nosotres” por nosotros o nosotras, “les padres” o “les madres” e incluso frases como “les cuerpes gestantes” o “hay poques diputades que están indecises” fueron usados con toda naturalidad por Natalia Mira, vicepresidenta del centro de estudiantes del colegio Carlos Pellegrini, quien habló para el canal TN. Fue en el contexto de los colegios tomados para apoyar la legalización del aborto en Argentina.

Esta tendencia de subvertir estas palabras para despojarlas de los tradicionales géneros masculino y femenino está siendo cada vez más asumida por adolescentes en las movilizaciones contra el acoso y el machismo.

La estudiante causó revuelo, pero fue defendida por Santiago Kalinowski, director de la Academia Argentina de Letras. “Es el resultado de un proceso social de lucha por la igualdad”, dijo a Clarín.

Sin embargo, la Real Academia Española usó Twitter para explicar su posición frente al fenómeno: “Al decir «todos» no quedan excluidas de la referencia las mujeres. Si se tiene en cuenta esto, se ve que son innecesarias, y artificiosas, las propuestas de uso de signos como la «@», la «x» o la «e» como fórmulas para un uso inclusivo del lenguaje”.