Ese bonito tono oscuro de los uniformes de la Armada de Chile se debe a que no son completamente negros, sino que tienen un porcentaje de azul en su hilado de lana y poliéster. Sarga fina se llama la tela, y la fabrican especialmente para la institución. Este es el color predominante en el vestuario de hombres y mujeres, ya que las tenidas de presentación y trabajo se realizan en esa tela; aunque también se utiliza blanco para el pantalón de desfiles y uniformes en zonas tropicales. A bordo de los buques visten un “ambo de navegación”, azul, que consiste en una chaquetilla corta y pantalón de tela hecha con 50% nylon y 50% algodón.

Desde siempre, el protocolo de vestuario de la institución ha sido muy estricto y a un civil le cuesta seguir sus matices. El capitán de corbeta Alejandro Matus de la Parra —de la unidad de Abastecimiento— explica: “Hay un reglamento que norma el uso de uniformes para oficiales y gente de mar (de marinero a cabo). Por ejemplo, la tenida de presentación en tierra, femenina, es con falda para sargentos, suboficiales y oficiales. A bordo de un buque es la misma, pero con pantalón. Con falda se usa zapato reina, y con pantalón, botines. La chaqueta cortita es de trabajo. Hay camisa de manga corta para el verano y la gente de mar usa una polera con cuello beatle. Desde marinero a cabo primero ocupan la típica tenida de marinería que es casi igual en todo el mundo”.

Las gorras son diferentes: la marinería usa la típica gorra redonda, y del grado de sargento en adelante, la visera. “La gorra de marinero para mujeres es distinta: un poquito más baja, un poquito más angosta”, detalla. “La visera también es distinta en las mujeres porque la idea es que no pierdan lo femenino. Con pequeñas diferencias, en el mundo todas las mujeres de las Armadas usan esta gorra: unos les ponen más dorado, otros, menos. Acá se privilegió lo sobrio”.

El proceso de definición de los uniformes para las mujeres comenzó en 2005 porque debían estar listos en 2007, cuando ingresaran a la Escuela Naval y la Escuela de Grumetes. Por eso las generaciones iniciales vivieron varios cambios, ya que los primeros uniformes no quedaron perfectos de inmediato. “La Armada siempre ha sido tradicional en sus informes y se ha caracterizado por seguir la línea de las marinas antiguas como Inglaterra y Estados Unidos”, agrega el capitán Matus de la Parra. “Se vieron los uniformes que ocupaban las mujeres en marinas de Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Australia, Argentina y Brasil, y se definió el que está en uso. Este sigue la línea de Estados Unidos y, en algunos casos, de la marina inglesa”.

Con tenidas numeradas

La marinero Valentina Jara —de la Unidad de Abastecimiento situada en Valparaíso— siempre vivió en Talcahuano y nunca pensó en ingresar a la Armada de Chile. Incluso le daba un poco de miedo porque no sabía su función y no conocía a nadie que perteneciera a ella. Un día, su hermana mayor llevó a la casa unos folletos de postulación de la Escuela de Grumetes y le dijo que eso “podría ser bueno para su futuro”. Después de revisarlos, visitó la página web y postuló, sin decirle a sus padres ni a su hermana. “No pensé que fuera a quedar”, recuerda, pero cuando fue pasando las pruebas de selección les contó a sus papás y ellos se opusieron: no querían que dejara la casa familiar.

Sin embargo, a medida que fue aprobando el resto de las pruebas, a sus familiares les gustó la idea y hoy Valentina Jara asegura que fue una buena elección. Es más, al escucharla se nota que un día especialmente feliz fue cuando vistió el uniforme por primera vez. “Era algo que quería hacer. En Talcahuano siempre veía en la calle a los uniformados y, por eso, me lo quería poner rápido. Antes usaba faldas, vestidos; pero no me costó cambiar a usar uniforme. De hecho, en comparación con la ropa de civil es más cómodo”.

La historia de la teniente 2º de Abastecimiento Susan Torres es distinta. Su padre es carabinero y, por lo mismo, siempre quiso incorporarse a alguna de las ramas de las Fuerzas Armadas, porque valora el compromiso con Chile que tienen esas instituciones. “Cuando estaba en tercero medio, en Los Angeles, en mi colegio nos hicieron una charla sobre la Escuela Naval, las distintas especialidades, y entonces averigüé más y decidí a entrar. Postulé y quedé. Entré con 17 años, ahora tengo 27. La experiencia ha sido mejor de lo que esperaba, porque siempre estoy interesada en aprender y me ha ido bien”.

Asegura que tampoco le costó acostumbrarse a usar uniforme a diario, aunque le gusta comprar ropa. “Es una tenida de trabajo que se usa hasta las cinco de la tarde y después de eso uno se cambia y sigue la vida normal. Tiene claro lo que va a usar y son tenidas cómodas, entonces, en realidad, no me afectó”.

—¿Cual es su tenida favorita?

—La 16, que es la tenida de trabajo en verano. Pantalón negro, botines y camisa de manga corta. Ésa es la más cómoda.

05. Tenida de presentación en buque.

06. Tenida de trabajo en tierra gente de mar.

07. Tenida de presentación en tierra.

LEER MÁS